Capitulo 7

2.8K 240 38
                                    


Perspectiva de Christian Grey

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perspectiva de Christian Grey

¿Qué mierda estoy haciendo? Se suponía que veía a su hijo, se lo llevaba y todo esto terminaba. Se suponía que ahora mi mundo tendría que estar en mucha calma ya sin el niño, sin sentir está opresión en el pecho viendo a su hijo dormir tan cerca de mí, con su pequeña cabeza rozando mi muslo haciendo recordar imagen por imagen todo mi maldito y sucio pasado, haciendo que nuevamente la sensación de ser tragado por el abismo de la angustia se forme en mi ser. Se supone que tenía que ser netamente cortante con él y en lugar de eso consigo que diga que... ¿Confía en mí? En definitiva ella está loca, como va confiar en mí, como va pensar que un hombre como yo puede quedarse con un niño, como va confiar en un ser cuya vida ha sido marcada por la desgracia, claro que ella no lo sabe pero yo no tenía que permitir que nada de esto pasase y ahora me encuentro.... ¿Cuidando de un niño? De un niño que ha pasado por mucho, que parece muy tranquilo durmiendo sobre mi frío sofá, se suponía que él ya no tenía que estar acá, se suponía que está angustiante sensación ya tendría que haber desaparecido pero no es así, él continua estando acá... Mierda, mierda y más mierda esto es lo único que consigo por ser tan amable.

—Tú, pequeño, solamente tú vas a ser el culpable si acá mismo me da un infarto. —genial ya me he vuelto loco hablando solo pues nadie me puede escuchar. Acaricio lentamente su cabeza sin comprender como es que pude decirle aquellas palabras a su madre, no pensé que existiera en mí un ser tan reflexivo ni mucho menos amable. ¿Qué carajos me está pasando?. —Pero a pesar de todo desde ya te has ganado mi respeto. Eres un hombrecito muy valiente y prometo no fallar con mi promesa, aunque no nos volvamos a ver a lo lejos te seguiré apoyando. —

Esto tiene que acabar de una vez, esto tiene que terminar, cuando venga se tiene que llevar a su hijo, tengo que alejarme de ellos por el bien de ellos mismos porque no les pienso traer más problemas que conllevan convivir conmigo, no les pienso dar más problemas. Gail ingresando a la sala irrumpe con este pequeño momento privado que comparto con el niño, acariciando su cabeza con mi mano, frotando su sedoso cabello muy parecido al de su madre. Me observa con suma confusión detenida en el umbral secándose las manos en su delantal.

—No preguntes que hago con él. —una mueca de desgano se forma en mi rostro, mi cuerpo continúa cubierto con un poco de sudor por el nerviosismo que sigo sintiendo dentro de mi cuerpo, cada célula parece despierta.

—No sé preocupe. —me regala una de sus sonrisas características mientras da un paso más, adentrándose a la sala procurando no hacer mucho ruido aunque dudo que este niño se levante pues verdaderamente duerme como tronco. — ¿Me lo llevo a la habitación del joven? —

¿Habitación? ¿Desde cuándo tiene una habitación fija en mi departamento? Genial, han pasado cosas que ni me he enterado. Frunzo un poco el ceño a la vez que pienso en su pregunta. —No, me quedaré con él hasta que su madre venga a llevárselo. —soy un hombre de palabra, pienso cumplir con lo que le dije y no me pienso mover de acá aunque sienta el temor impregnado hasta en mis huevos, menuda tontería, un ser mucho menor que yo que provoque tanta intimidación en mí. Gail me observa sorprendida sin creer lo que he dicho. —Por favor solo tráigame mi ordenador que necesito arreglar unos asuntos. —

Una Segunda Oportunidad (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora