Capitulo 1

4.6K 251 47
                                    

Cuando llegué a cierta etapa de mi vida, mi padre me preguntaba que quería ser de grande, en ese entonces no sabía que responder porque no tenía las cosas claras aún, pero ser esto, pasar por esto definitivamente no estaba las ideas de que quería ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando llegué a cierta etapa de mi vida, mi padre me preguntaba que quería ser de grande, en ese entonces no sabía que responder porque no tenía las cosas claras aún, pero ser esto, pasar por esto definitivamente no estaba las ideas de que quería ser de grande. Entonces si me preguntarán otra vez, tengo ahora si bien formuladas mis respuestas... Quisiera ser cualquier cosa menos un objeto sexual.

Hay sueños de los que no quisiéramos despertar... Y realidades que quisiéramos que fueran solo un sueño o una pesadilla como es mi caso. Como siempre pasa en ocasiones como esta; una frase dolorosa se hace presente en mi mente cada noche, a la misma hora, al escuchar el sonido de la bragueta de su pantalón de vestir pienso automáticamente en una frase en específico hasta que termina de hacer lo que se le antoje con mi cuerpo. Algunos quizás le llamarán un principio de autodefensa el pensar únicamente en una frase en especial mientras te usan sin compasión alguna, pero no, yo no le llamo principio de autodefensa a esto, yo simplemente le llamo un principio de autodestrucción.

Yo solo me destruyo con ese tipo de frases.

Pensar en cualquier frase que me hace reflexionar, pensar en alguna frase sacada de algún libro que hace tiempo no toco, hace exactamente cinco años. Siempre tiene el mismo efecto en mí. Siempre causa que un par de lágrimas se me derramen, lagrimas que intento mantener cautivas para que este hombre de unos años mayor que yo –no tan viejo- no se vuelva más fiero y me cause más daño como si fuera un saco de boxeo. Pero esta noche no puedo, esta noche no las puedo retener cautiva en mis azules ojos que parecen un mar seco, no las puedo mantener cautivas porque hoy cumpleaños aquel ser inocente que no tiene la culpa de haber nacido en medio de este lugar desgastado y sucio. Hoy cumpleaños y he sido tan mala mujer que para no sentirme sola no permití que muera cuando este hombre me lo ofreció, no permite abortarlo, simplemente no pude.

-Pequeña estúpida. –el sonido está vez viene de mi vientre –de mi cara felizmente no- al él con su mano darme un golpe, el mismo golpe no duele tanto como ver a mi pequeño moverse un tanto tímido debajo de las sabanas protegiéndose de todo sobre un sillón desgastado, no puede ver nada pero si escuchar perfectamente todo lo que pasa y eso es lo que más duele. Duele mucho más que la invasión a la fuerza de este hombre dentro de mí, de sus sacudidas que hace en mi interior intentando que sea receptiva a él pero no puedo. Soy como un agujero vacío, soy una mujer vacía.- ¿Por qué lloras? –

No le contesto, no soy capaz de hacerlo enfureciéndolo más haciendo que ingrese y salga con mayor fuerza, se ha convertido en un salvaje con las invasiones fuerte y dolorosas. Cualquiera diría que luego de cinco años ya debería haberme acostumbrado a ser abusada sexualmente. Cualquier persona pensaría por ese mismo principio de autodefensa permitiría que abusen de mí para no salir más herida de esta situación, sí es que eso es posible. Pero no puedo, simplemente no puedo recibir bien a este hombre que durante cada noche de estos años me ha hecho daño. Simplemente lo dejo estar pero al igual que siempre no le respondo, no le respondo como él lo desea y me aclama.

Una Segunda Oportunidad (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora