A lo largo de nuestras vidas se nos cruzan por el camino muchas oportunidades para ser felices, muchas oportunidades para alcanzar nuestros sueños y anhelos, oportunidades que tenemos que hacer lo posible para aprovecharlas. Pero como hay oportunida...
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Perspectiva de Anastasia Steele
Esto podría ser una pesadilla o la misma muerte, siendo sincera temo de igual manera a las dos opciones.
El pasillo es oscuro, tan oscuro que me pone los pelos de punta, los nervios en alerta, que me hace sentir un miedo que solo a veces he sentido; un miedo que rodea mi cuerpo. Un doloroso miedo naciente de mi columna vertebral que se incrementa con cada paso que doy vagamente sin siquiera ser muy consciente de que estoy caminando. Viajo con mi mirada a todos lados buscando algún tipo de salvación, con cada paso que doy intento concentrarme en algo o alguien que me ayude pero siempre me topo con la misma desilusión al encontrar solo...
Oscuridad, una tenebrosa oscuridad que me pone en alerta pero a la vez baja mis defensas de la peor manera posible.
¿Cómo es que llegue acá? No sé ¿Qué hago acá? No tengo ni idea ¿Por qué es que estoy acá? No lo puedo siquiera explicar. Comienzo a odiar cada respuesta que doy, comienzo a odiarme a mí misma por no saber absolutamente nada de lo que me está pasando.
Mis manos se topan con lo que supongo es una pared, la dureza de estás me dan la señal que quizás son de piedra aunque eso es de lo menos importante. Mis ojos dejan de intentar mirar adelante donde una boca hambrienta y oscura de un monstruo intenta tragarme y yo tontamente me dirijo hacía allá, hacía el oscuro pasillo, quizás no haya salida, quizás me topé con otra pared, quizás debería pararme pero no lo hago, sigo con este vago andar, rogando internamente porque esto sea lo que sea termine pronto.
Poso rápidamente mis ojos en mis pies, siendo guiada únicamente por los sonidos que estos hacen al chocar contra el suelo, sonidos de roedores a mi alrededor me ponen en alerta acompañándome, caricias de las colas de estás al pasar por mis pies desnudos, debería gritar pero sé que este es uno de mis menores problemas así que simplemente no lo hago; dejando que estás hagan lo que se le venga en gana conforme yo sigo con mis intentos fallidos de regularizar mi respiración que de pronto al igual que mis sentidos se han puesto sumamente erráticos.
La oscuridad sigue consumiéndome llegando a un punto en que tontamente me pregunto de que si de verdad existo, que si de verdad sigo viva o si esto ya es el famoso camino que me va llevar a la muerte; si es eso último supongo que he de estar agradecida solo si estuviera segura que Walter estará bien sin mí, aunque de seguro lo estará púes Will está a su lado, Will lo quiere tanto como yo, en definitiva la persona más especial es mi hermano... Will, su nombre que se pierde en la oscuridad de este lugar, su nombre que seguirá vivo en mi memoria pase lo que pase.
Sigo con el andar, sin ser consciente aún de a donde me dirijo, dejando que mis pies tomen el control completo de todo, dando vueltas en un par de esquinas hasta que de pronto logro diferenciar mis dedos, un poco sucios y maltratados, al igual que el piso, mis dedos pintados de un rojo profundo. El aire choca contra mi cuerpo haciendo que en ese momento con la ayuda de la luz me dé cuenta que me encuentro completamente desnuda... Me pongo nerviosa pero todo se detiene cuando tomó conciencia de la luz que me ayuda, una luz que emite algo de calor, una luz que puede ser mi camino a la salida o simplemente para encontrar a alguien que pueda dar respuestas a mi mente confusa.
