Una Segunda Oportunidad (Grey)

Capitulo 22

Agradecería mucho si se pudieran pasar por mi nueva novela que se llama "Dangerous Woman" la pueden encontrar entre mis obras. 

Muchas gracias y disfruten de este capitulo :D 

Perspectiva de Anastasia Steele

No sé si lo que hice está bien, si la respuesta fue correcta, no sé si traerá algunas consecuencias en algún futuro pero creo que eso deja de importar cuando su mano se mantiene aferrada a la mía transmitiendo un calor que extrañaba, unos toques eléctricos que considere perdidos en alguna reciente pesadilla. En un simple e inocente agarre acompañado de una leve sonrisa por parte de ambos siento que todo lo que pase a mi alrededor deja de importar, es extraño pero me gusta. La seguridad que rápidamente me otorga es increíble, fácilmente desaparece las dudas que se comenzaban a arraigar en mi mente buscando a hacerme daño.

Lo sé, yo misma soy la peor enemiga que puedo tener.

Desvío mi mirada de sus ojos cuando comienzo a sentir un extraño instinto nacer dentro de mí, su grisácea mirada se mantiene con un brillo que cautivaría a cualquiera. Como mencione las dudas han desaparecido abriendo paso a una extraña felicidad solo comparada a la que sentí cuando me encontré con mi padre y mi hermano, él no es mi padre ni mucho menos mi hermano y agradezco eso.

—¿Te sientes bien? —pregunta pero no soy capaz de responder por este extraño calor que en mi garganta se abraza impidiendo que las palabras de mi boca broten con libertad. Veo por unos instantes las paredes de su oficina, intentando recuperar la perdida respiración, el perdido control. Intentando recuperarme a mí misma que en el profundo de sus ojos me encuentro pérdida. —¿Necesitas un vaso de agua? —

El alivio me gobierna cuando su mano deja de sujetar la mía, al fin puedo pensar claramente ordenando mis pensamientos, al fin puedo sentir como el calor de mi cuerpo se evapora con un lento aire que ingresa a este enorme y lujosa oficina, al fin creo que comienzo a comprender un poco porque este hombre es tan seguro de sí mismo, con un lugar como este cualquiera lo estaría. Hasta esa sonrisa soberbia que en sus labios se curvan de pronto al ver lo sorprendida que me encuentro es muy comprensible, tiene el mundo a sus pies, de un modo literal.

Todos dispuestos a cumplir con sus órdenes y me sorprendo a mí incluyéndome en ese todos.

—Estoy bien, solo tenía un poco de calor. —me pongo de pie sintiendo extrañas mis palabras pues este aire frío no debería generar nada de calor en mi cuerpo pero lo hace, o bueno el aire exactamente no creo que es el responsable y no tengo ganas de encontrar quien es el culpable. —Creo que debería irme, no quiero interrumpirte más. —

Me sorprendo, al igual que él lo hace cuando su mano sujeta mi muñeca antes de darme la vuelta. Lo miró sin explicarme el porqué de su actitud, él parece algo confuso retirando su mano de forma lenta para seguidamente hablar sin perder aquella voz segura que le otorga el premio de la voz más sensual del país, que vuelve loca a miles de mujeres. Aquellos pensamientos me incomodan un poco así que solo lo escucho.

—No eres ni una clase de interrupción. O bueno si es que lo eres sería la mejor que podría tener. —se encoge de hombros como si esas palabras fueran de lo más normal, ignoro los retorcijones que generan en mi estómago al igual que las de pronto oleadas de felicidad. No alcanzo a sonreír, aún no. —Eres la mejor forma de perder el tiempo. —frunzo el ceño, por el nerviosismos que parece que tiene. Se rasca la nuca como si se hubiera metido en un aprieto conforme yo aún intento encontrarle algún sentido a sus palabras. —Oh bueno lo que quiero decir es que... Bueno... Tú y yo... Este... Si quieres puedes quedarte, hablar no sé del... ¿Clima? —