Capitulo 18

1.9K 181 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perspectiva de Anastasia Steele

—Un pajarito me conto que brindaste una entrevista. —pronuncia aquel hombre con su mismo tono de siempre haciendo que me dé cuenta que en realidad él necesita un psicólogo, o quizás mucho peor un psiquiatra para que solucione esos problemas de estar hablando con animales. Me quedo callada rodando los ojos por mis pensamientos, esperando que este tiempo de agonía pase lo suficientemente rápido y no arrancarme los ojos del aburrimiento antes. —He de reconocer que eso ha servido mucho para tu mejora. —

Mi cerebro logra desconectarse de sus palabras al saber perfectamente porque camino irán dirigidas, no me gusta para nada ese camino. Aunque aparente fuerzas sé que no me encuentro preparada para tocar aun libremente ciertos temas de mi pasado sin haber tenido antes una preparación mental. Mis manos reposan en mi vientre conforme mi cuerpo hace lo propio en este cómodo sillón, las paredes gruesas logran capturar las palabras de este hombre que se pierden en cada rincón de este lugar.

De este lugar que me trae malos recuerdos por el simple hecho de que vengo acá para recuperarme de aquel trauma, pero sé que no lograré nada, no lo haré aunque venga millones de veces por el simple hecho de que no considero que haya alguien capaz de hacerme olvidar todo lo que pase en ese lugar, esos recuerdos, los malos permanecerán impregnados eternamente en mi mente, siempre los malos recuerdos son los más difíciles de olvidar porque permanecen ahí para hacernos recordar que errores no debemos cometer otra vez.

Las sensaciones de sentirme sucia, destrozada cada vez que ese monstruo invadía todo mi cuerpo instalando toques de rencor a mí misma cada que sus manos acariciaban mi piel seguirán presentes. No puedo quitarme de la cabeza los besos forzados que me daba, las miradas de animal salvaje, las palabras sucias que me decía y llegado un cierto punto en el que me pierdo en la blancura del techo me doy cuenta que tal vez Jack tenía razón.

¿Acaso en realidad yo siempre desee eso?

¿Deseaba todo lo que me hacía?

Una lágrima nace de mis ojos, siento como forma un lento recorrido por mi mejilla pero me lo secó rápidamente antes de que Flyn pueda verlo siquiera, antes de que muera en mis labios entre abiertos. No quiero dar explicaciones, es más no quiero ni siquiera hablar con él así que sigo haciendo lo mismo que siempre hacía cuando en las noches Jack llegaba a hacer lo suyo, ha violarme sin descontrol. Hago lo que hacía para no sentir el dolor de cada una de sus dolorosas embestidas; desconecto el cerebro de mi cuerpo para de esa manera poder hacer que el tiempo termine más rápido.

—Christian. —pero un único nombre hace que vuelva a la realidad. Como si fuera mágico consigue que mi mente vuelva a mi cuerpo y me dé cuenta que sigo en las cuatro paredes que han de haber presenciado millones de secretos, que los ocultan. Sin sentarme, siguiendo cómoda echada dirijo mi azulada mirada hacia Flyn que permanece con su vista fija en mí, analizando cada acto mío. —El mismo pajarito me ha comentado que estás viviendo con él. —

Una Segunda Oportunidad (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora