La vida de un adolescente gay. (1er libro)

*Capítulo 5: Un día algo extraño.

Me desperté como todos los días para ir a clase y seguí la misma rutina de siempre, pero por  alguna extraña razón hoy estaba más contento de por ir, pero por otro lado estaba confuso por lo que había pasado la noche anterior.

Eran las 7:40 y estaba en la cocina tomándome un crepe con nutella y un vaso de zumo de mango, cuando me lo acabe me fui en dirección al coche ya que mi padre estaba esperando por mí en él para llevarme a clase.

(...)

Llegamos al instituto en muy poco tiempo, me baje del coche y en la puerta estaban Sara y Thaís, como siempre nos saludamos y nos dirigimos a la cafetería.
No sabía lo que hacer, si contarles lo ocurrido anoche o no, tampoco quería meter a Erick en problemas, ya que pudo besarme por la confusión del momento, porque estaba confundido o simplemente por la tensión de lo que acaba de pasar.

(...)

Nos dirigimos los tres juntos a clase y mientras caminábamos por el pasillo vi de reojo a Erick sentado en las escaleras.
-chicas seguid vosotras, nos vemos en clase -dije parándome en seco y acto seguido fui hasta donde estaba Erick, él estaba perdido en sus pensamientos. -Hola -le dije con mi voz entrecortada.
-hola peque -me dijo el sorprendido.
-Estás mejor -pude preguntar, por dentro me di una bofetada, como le iba a preguntar eso si hace menos de 24 horas que lo dejo con su novia.
-Si, solo es que anoche cuando te deje en casa y fui a la mía no pude dormir -me dijo con una sonrisa torcida.
-vamos a clase , vamos a llegar tarde -dije mientras agarraba su brazo levantándole del escalón donde estaba sentado y nos dirigimos los dos a nuestra primera clase.

(...)

Las clases pasaron muy lentas hoy y Erick estuvo perdido en sus pensamientos la mayoría de ellas.
Nos dirigíamos a la salida los cuatro juntos, nos despedimos de Thais y Sara y yo ya iba a salir caminando cuando Erick me freno
-Oye... espera, crees que podrías venir conmigo un rato, no me apetece estar solo -dijo con voz profunda.
Me quedé pensativo medio minuto.
-si, no hay problema dejame llamar a mi padre para comunicárselo -dije con una sonrisa torcida.
Tarde unos dos minutos en decirle a mi padre que no iría a casa hasta más tarde, el siempre confía en mí y me dijo que no había problema, pero que no llegara tarde.

(...)

Estaba abrazado a Erick de nuevo, como la noche anterior mientras nos dirigíamos al mirador, aquel mirador donde nos habíamos besado. Pero esta vez fuimos a su casa, sus padres viven a las afueras de la ciudad y él en un piso en el centro a unos 20 minutos del instituto. Sin darme cuenta ya estábamos frente al portal de su piso, entramos y subimos en el ascensor, era muy pequeño y sentía la respiración de Erick cerca de mí y por un momento, vino a mi cabeza el beso, pero no duré mucho en mis pensamientos, ya habíamos llegado a la planta del piso de Erick.

(...)

Estábamos sentados en su sofá, viendo una vieja película de miedo, la semilla del mal. A mí personalmente me encantan las películas de miedo y por lo que pude ver a él también.

Se levantó del sofá cuando acabó la película eran casi las 6.
-quieres ir a merendar conmigo, conozco un sitio muy bueno y cerca de aquí.
-sí, será un placer merendar contigo -le respondí riéndome mientras me levantaba del sofá y cogía mi movil y mi cartera de la mesa del salón.

(...)

Estábamos caminando hacia el bar donde merendaríamos y sentí la necesidad de preguntarle, preguntarle qué era lo que había pasado ayer.

-Erick... -dije seco. -¿Qué fue lo que paso ayer? -pregunte.
El solo me miro, e ignoró mi pregunta.
-Erick, responde porque me... -Me tapo la boca sin que pudiera decir la última palabra, me miró y me dijo que luego daríamos una vuelta y me respondería a lo que yo quisiera.

5 minutos después estábamos comiendo uno frente al otro en un bar bastante acogedor y la comida era bastante buena. No hablamos mucho durante toda la comida, solo hicimos comentarios sobre el local del bar y lo buena que estaba la comida, también de Thais y Sara, de las cosas de clase, pero no de la duda que rondaba en mi cabeza.

(...)

Ya habíamos acabado de comer y Erick me ofreció pedir postre, había una gran variedad y me decidí por un pedazo de tarta de queso con arándanos y él se pidió un pedazo de tarta de lima. Mientras nos comíamos nuestros pedazos de tarta, no pude evitar mirarle. Estaba tan mono mientras comía.

Se manchó un poco la nariz con la nata de la tarta realmente me hizo mucha gracia y empecé a reír, él me miró extrañado con una ceja arqueada.
-puedo saber el motivo de tu risa- me pregunto.
-Espera, espera -le dije.

tome mi móvil del bolsillo y le saque una foto se la enseñe y vio que me reía de su nariz llena de nata, como no se había dado cuenta, él me miró por un segundo fijamente, sentí como me sonrojaba tenía una mirada muy profunda y acto seguido puso su dedo, que momentos antes mientras me miraba había llenado de nata y lo paso por mi nariz.
-Mira ahora estamos iguales -Dijo entre risas.
Yo le mire serio, y no pudimos evitar reírnos los dos. Las demás mesa se quedaron mirando nuestra escena. Nos sacamos una foto... y ahí estaba nuestra primera foto juntos aunque fuese con la nariz llena de nata.

(...)

Estábamos volviendo a su casa para coger la moto, eran las 19:40, me dijo que a donde quería ir, yo le respondí que no sabía, me miro
-yo te he llevado a mi lugar favorito, el lugar mas especial para mi al que nunca he llevado a nadie. -
-Entonces yo también te llevare a mi lugar favorito de toda la ciudad -dije con una tímida sonrisa, el me había llevado a su lugar favorito y yo soy la primera persona a la que llevaba, había confiado de alguna manera en mi para ser la primera persona a la que lleva a su lugar especial.

Nos montamos en su moto algo que en estos dos días era muy habitual. Nos dirigimos a mi lugar especial, era una casa donde iba a veranear antes de pequeño con mi familia, en la costa una pequeña casa costera que había recogido la gran parte de mi niñez, entramos ya que todavía conservaba la llave, encendí las luces de la casa y pasamos dentro. Ahora era el momento Erick me había prometido que después de merendar con él me contestaría a cualquier pregunta que yo quisiera saber...