*Capítulo 6: Resolviendo dudas.

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Me acerqué al sofá y quite la sábana que lo cubría, me senté y Erick se sentó a mi lado. Encendimos la television y ponían una película de miedo que ambos ya habíamos visto.
-antes dijiste que responderías a la pregunta que te hice -dije apartando la vista del televisor.
Erick me miro y me dedicó otra de sus sonrisas, esa era su sonrisa, la misma que me dedico cuando nos conocimos.
-Erick -le dije con un tono más serio. -¿Por qué me besaste el otro día? -repetí la pregunta.
-El otro día te bese por el simple hecho de que nunca nadie me había transmitido lo que tú me transmites, viniendo a mi cuando yo necesitaba a alguien a mi lado, desde el primer día supe que eras un chico muy especial y no sé por qué, pero sabiendo que tú estabas a mi lado en ese momento no pude resistirme a besarte -me decía todo esto mientras miraba al suelo.
Yo estaba ruborizado por lo que él me estaba diciendo, pero aun así, le mire puse mis manos alrededor de su cuello, el paso sus manos alrededor de mi cintura y acerque mis labios a los suyos, hundiéndonos en un beso, el correspondió mi beso con uno suyo, no sé porque, pero sentía que él era el adecuado, que él podría ser ese alguien especial al que se supone que todos tenemos y al que estamos unidos desde que nacemos. Como la historia del hilo rojo que nos conecta a la persona con la que se supone que realmente seremos felices para toda la vida.
Parecía como si el tiempo se hubiese congelado en ese preciso momento. Estaba pegado a él, podía sentir los latidos de su corazón él me estaba abrazando y por una vez me sentí protegido, como si nada pudiese pasar. Nuestros corazones latían al mismo compas, era un momento mágico, uno de esos momentos que se graban a fuego en nuestros mas profundo recuerdos.
Eran casi las 12 y teníamos que regresar, ya que mañana era viernes y teníamos clase. Momentos después ya estábamos en su moto de camino a casa.

(...)

Me dejo en la puerta de mi casa y nos despedimos con un beso, entre en casa y me dirige sin hacer mucho ruido a mi habitación ya que era bastante tarde y mi familia ya estaba durmiendo, me puse una camiseta vieja de mi equipo de vóley de mangas recortadas y un pantalón corto, conecte los auriculares a mi móvil y me tumbe en la cama, a escuchar música, mientras pensaba en todo lo ocurrido hoy.

Pasaron como unos 15 minutos y recibí un mensaje de Erick donde me decía que le había encantado pasar hoy el día conmigo, porque conmigo podía ser el mismo sin importar lo que le dijera la gente.

No pude dormir en toda la noche asimilando todo lo que había pasado, y había dudas que pasaban por mi cabeza como estrellas fugaces. ¿Erick era gay como yo?, ¿lo hizo solo porque tienes dudas por todo lo que ha pasado?. Por más que le daba vueltas no conseguía encontrar respuestas a estas preguntas y no conseguía respuesta porque quien las tenia era el chico moreno de sonrisa perfecta.

(...)

Sonó el despertador como cada mañana, odiaba el sonido de mi despertador, me levante agarre unos bóxer violeta, un vaquero ajustado, una camisa y me dirige al baño para darme una ducha. Hoy tenía más sueño de lo normal, se debía a no poder pegar ojo en toda la noche por todo lo ocurrido.
Dejaba caer el agua sobre mi cuerpo recordando la sensación tan cálida que sentí cuando estaba junto a Erick anoche, era una sensación muy especial

(...)

Estábamos de camino al instituto y yo solo pensaba es que tenía que encontrar respuesta a lo que Erick opinaba sobre lo que había pasado anoche. Llegamos al instituto en muy poco tiempo, me baje del coche y me fui al banco donde me estaban esperando Thais y Sara, pero esta vez había alguien más con ellas dos. Era Erick.
-qué raro -dije para mi mismo.

Abrace a Thais y a Sara, le di dos besos como siempre y salude a Erick con un simple y seco hola, el respondió igual, pero se quedó un poco extrañado. Pero no iba a quedar como un tonto saludándolo de otra forma y que lo de ayer solo fuera algo que pasara momentáneamente.

Entramos en clase, pero dos de nuestras maestras estaban de excursión y teníamos 3 horas libres dos antes del recreo y otra después con lo que decidimos fugarnos e ir a dar una vuelta por ahí y a comer algo Erick me dijo que fuera con él en su moto y Thais y Sara irían en la de Thais. Estábamos en el aparcamiento y cogimos las motos, me monte en la de Erick como ya estaba acostumbrado y cuando le abracé y volví a sentir esa extraña sensación cálida, decidí preguntar
-¿Erick después de lo de anoche tú y yo que somos? -dije con la voz temblorosa.
Erick me dedico una media sonrisa y no me contestó así que supuse que me había ignorado y decidí no volver a hacerle la pregunta.

(...)

Llegamos a una cafetería donde hacían unos pastelitos de chocolate riquísimos, os confieso que soy adicto al chocolate también había diferentes batidos de frutas que también estaban muy ricos.
Nos sentamos en una mesa que estaba al lado de la ventana desde donde se veía la calle.
Thais y Sara pidieron dos trozos de pastel de chocolate con sirope de fresa y dos batidos de plátano y fresa, Erick se pidió un pedazo de tarta de manzana y un batido de naranja y papaya, yo me pedí un trozo de pastel de chocolate con nueces y un batido de mango, mi favorito.

Estábamos disfrutando de nuestros pasteles y batidos,
-Podemos hablar un momento -me dijo Erick cuando ya habíamos terminado de comer.
Salimos fuera y nos encendimos un cigarro cada uno.
-Pedro... -comenzó diciendo Erick. -Tu a mí me gustas y es la primera vez que me gusta un chico, y estoy seguro de que quiero estar contigo pero necesito ir poco a poco y no ir demasiado acelerados -término Erick.
Me quede paralizado por lo que me acababa de decir, no sabía qué responderle, pero se me pasaron muchas dudas por la cabeza.
-Cómo se yo que no te estas vacilando de mi Erick -fue lo único que pude decir. Erick me miró.
-te daré una prueba ahora mismo de que lo que te acabo de decir es cierto -dijo sonriente.
Me agarro de la mano y entramos en la cafetería fuimos a la mesa donde estábamos antes, se paró delante de la mesa.

-Chicas yo tengo algo que deciros, me gusta Pedro, pero él quería una prueba de que mis sentimientos hacia él son verdaderos así que esta será la prueba, me acercó con sus brazos hacia él y comenzó a besarme delante de Sara y de Thais y no solo de ellas dos también delante de todas las personas que estaban disfrutando de sus pasteles, la gente comenzó a aplaudir ante el gesto que hizo Erick conmigo, Sara y Thais se levantaron y nos abrazaron mientras nos decían que se alegraban de que estuviésemos juntos.

La vida de un adolescente gay. (1er libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora