Capítulo 15: Todo se complica 1/2.

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Nuestra relación iba estupendamente, hasta que hace unos días empecé a notar que Erick estaba raro conmigo, estaba más distante y no tan cariñoso como al principio. Me sentía muy mal, hasta que decidí plantarle cara a la situación y hablarlo con él.

Llegó la hora del recreo, agarre a Erick del brazo y me lo lleve a un lugar apartado. -Erick, yo quería decirte algo... -dije en un tono tembloroso. -qué pasa peque, te ocurre algo -dijo él con una voz algo distante. -Erick, hace unos días que te noto muy distante y más frío y quiero saber qué es lo que pasa, si hice algo mal o te molesto algo de mí -dije algo triste y con las lágrimas a punto de brotar de mis ojos. -peque ahora mismo, estoy en una situación algo complicada, pero ahora mismo no tengo ganas de hablar del tema, solo quiero saber que me apoyas y que pase lo que pase estarás a mi lado, cuando te lo cuente -dijo Erick con tono apagado. -Erick, sabes que pase lo que pase siempre, siempre voy a estar a tu lado y a apoyarte en todo lo que pueda -dije con una sonrisa torcida en la cara. La verdad es que Erick me había dejado muy preocupado y confundido con lo que me había dicho.

(...)

Terminaron las clases, la verdad, es que en las tres últimas horas, no pude atender ya que no hacía más que darle vueltas a lo que le podría pasar a Erick para estar tan distante. Una persona no cambia de la noche a la mañana su actitud sin tener un motivo que te hace cambiar, al menos eso es lo que yo siempre he pensado, nosotros no cambiamos por nosotros mismos, cambiamos porque las distintas situaciones que vivimos no hacen cambiar tanto para bien, como para mal. Las cosas que nos marcan tienden a tener mucho peso sobre nosotros mismos hasta tal punto que tu vida puede dar un giro de 360 grados en décimas de segundo. Un día estas vivo y al día siguiente no sabes lo que puede llegar a pasar

(...)

Eran las siete de la tarde, había quedado con Erick a las 8 en el parque, así que comencé a prepararme. Lo primero que hice fue darme una ducha, mientras escuchaba algunas de mis canciones favoritas. Me puse un vaquero entubado negro, una camisa de color morado oscuro sin dibujos, mi sudadera Adidas y mis vans violetas.

Estaba de camino al parque mientras miraba el Instagram ya que me habían enviado un direct, me choque con un chico, de ojos verdes. -lo siento, soy muy torpe -dijo el chico de ojos verdes. -la culpa es mia, estaba distraído -dije un poco sonrojado. -Me llamo samuel, soy nuevo aquí -dijo con una amplia sonrisa. -y la verdad es que estoy un poco perdido y el guia que iba a estar conmigo y enseñarme la ciudad me ha dado plantón, -dijo algo tímido. -Otro día si quieres yo puedo enseñártela -dije por cortesía. -porque no ahora -pregunto con el mismo brillo en los ojos que ponen los niños pequeños cuando ven un juguete que le ha gustado. -Lo siento, hoy es imposible, he quedado con... oh, dios Erick -exclame.
Y salí corriendo hacia el parque, llegue al parque y Erick estaba a punto de irse, ya, que salí tarde de casa y encima me había chocado con este chico.

(...)

Le pedí disculpas a Erick, el solo asintió con la cabeza, me dijo que fuéramos a nuestro lugar especial, así que nos dirigimos hacia donde estaba aparcada su moto, él se montó y yo me monte detrás, le pase las manos por debajo de su cazadora de cuero negra y pusimos rumbo hacia nuestro lugar favorito, aquel lugar donde había dado comienzo nuestra historia juntos.

La vida de un adolescente gay. (1er libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora