Cinco

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Pasaron algunas semanas.

Semanas desde que me encontré con ese chico, ese tal Harry. A veces me distraía yo sola recordando sus ojos verdes y lo bonitos que eran. Y qué cara dura es también, pero bueno. Kyle se enteró de mi pequeño incidente en la cafetería al final, y la conversación, o bueno, más bien discusión que estaba teniendo con él ahora mismo no era muy agradable.

—¡No me grites joder! —le grité a Kyle, que estaba al otro lado de la línea de teléfono, se había cabreado tanto que se puso a gritarme como un loco, cómo si fuera para tanto que me despidieran por ese trabajo de mierda—. ¡No fue culpa mía! ¡Fue de un imbécil y ya cállate que me tienes harta!

—Alma... hija —dijo esta vez con la voz más calmada que antes, y ese hija noté que le costó decirlo como mil demonios—. No debería gritarte, pero... —lo interrumpí.

—Ya lo sé, pero lo haces igualmente y siempre igual —hablé entre dientes, aguantándome las malditas ganas de gritarle como el lo hacía conmigo. Ya que después de mucho tiempo no hablábamos seguía siendo el mismo diablo— , ¿¡no te cansas!? Bueno, ¡la que se cansa soy yo de que me estés gritando cada maldito día que te llamo! ¡y no vuelvas a llamarme hija, que no lo soy!

Después de colgarle el teléfono a Kyle, empecé a tirarlo todo por mi habitación, no lo aguantaba más lo juro, no sé hasta cuando tendré que aguantar sus jodidos gritos. Cuando me dirigí al salón vi como mi madre se acercaba a mi con una taza en la mano.

—Tómate esta manzanilla para que te calmes un poco, ¡no duermes nada! ¡Has estado estos últimos días encerrada y desde la última vez que hablaste con tu padre estas insoportable! —se quejó mi madre.

—Cállate mamá, solo cállate, por favor —le pedí un poco molesta agarrando la taza que me ofrecía mi madre, me puse de pie para dirigirme a la cocina y agarrar algo de comer, ya que no tardaría mi madre en decirme que coma algo también—. Y ese tipo no es mi padre —añadí—, igualmente gracias —agradecí por la manzanilla que me ofreció, me levanté del sofá, quería irme a mi habitación—, iré a...

"Noticia de última hora, accidente ferroviario, un tren que iba con destino a Oxford se descarriló en el momento que iba a girar una curva. La causa fue la velocidad del tren. El maquinista hablaba por teléfono con la estación del destino y no se dio cuenta de la gran velocidad en la que iba. Hay cantidad de heridos, 39 exactamente. Algunos muertos, por ahora se han registrado 38. Y 18 desaparecidos. Como pueden ver, ahí salen algunos heridos en pantalla, por favor, que sus familiares llamen a los números que aparecen en pantalla"

La taza que tenia en mis manos cayó estallando al suelo, esparciendo el líquido que contenía este, mi madre saltó en su sitio y se giró a verme. En cuanto vi a las personas que estaban heridas, me asusté. La cámara iba enfocando a cada uno de los heridos que estaban atendiendo. Sólo reconocí una cara, Harry, abrí los ojos como platos, él era uno de los heridos y lo estaban metiendo en una ambulancia mientras le mantenían una mascarilla en su boca. Tenia sangre por su pecho y en la cabeza tenía una herida que derramaba sangre cayendo por su ojo derecho hasta su mejilla, ¿qué es eso que estoy sintiendo? ¿preocupación? ¿por él?

—Joder —susurré cogiendo el móvil apuntando torpemente los números que aparecían fijados en la pantalla. Llamé y nadie respondió, seguro las líneas estabas aturadas todas, así que me dirigí a la puerta de mi casa.

 —¿A donde vas? —preguntó mi madre a mis espaldas.

 —Por ahí... —le dije simplemente y cogí la llaves del coche—, volveré... por la noche —le avisé no muy segura a mi madre que aún me veía rara. 

Dangerous |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora