Dangerous |Harry Styles|

Capítulo 33

—Nena, es Harry. Él hace de todo.

—Eso me asusta.

—Estate tranquila, en cinco minutos ¿nos vemos en tu ahora casa? —preguntó.

—Sí —reí—, hasta ahora Sam.

Colgué, y terminé de comer. Miré a Ryder, que parecía que estaba esperando a que le dije quién me había llamado.

—Era Sam, he quedado con ella en cinco minutos.

—Oh bien —dijo, cogió la bebida que pidió en cuanto entramos y bebió de esta.

—¿Me podrías acercar a su casa por favor? —le pedí.

—Claro —asintió—, vamos.

Ryder abrió la puerta del copiloto y le sonreí en forma de agradecimiento, subí al coche de mi hermano y me puse el cinturón. Saqué mi móvil y lo revisé, se me hacia muy extraño de no tener ni una llamada de Harry. Hice mi cabeza hacía un lado observando a la gente que pasaba, llegábamos a un paso de peatones y junto con algunas dos o tres personas estaba ese rubio que tanto me asusta ver. Miró al coche y yo en un abrir y cerrar de ojos me hice hacia abajo para que no me viera, suspiré.

—¿Alma? —preguntó Ryder casi riéndose.

—Uhm se me había caído el... móvil —fue la primera cosa que me vino a la cabeza para decirle.

—Casi te matas por coger un aparato de esos hermana, tranquila —rió.

—Ryder... —me sentí avergonzada y tape mi cara con mis manos.

No sé si hubiera sido mejor decirle que delante de nosotros había un criminal o decirle que no parara el coche y acelerara, pero eso último no creo que lo hubiera hecho.

Lo mejor para mi bien, es no haberle dicho nada, o estoy muerta.

***

—Wow, estás para que alguien te agarre y no te suelte —declaró Sam.

—Es muy hermoso, me encanta el color salmón —sonreí viendo el vestido, sencillo pero muy bonito.

—Todos se acercarán a ti

Reí.

—¿Y el antifaz? —pregunté.

—Te lo daré cuando lleguemos —asentí—. ¡Me iré a preparar yo también!

—Ve, corre —le metí prisa y ella corrió a cambiarse.

Sam se vistió rápidamente pero en lo que más tardó fue en maquillarse, ella se tomaba el tiempo necesario para hacerlo, pero le metí prisa porque ya llevaba quince minutos haciéndose la raya de ojo.

—¿Invitaste a mucha gente? —le pregunté.

Todavía no habíamos salido del coche, no sé a que estaba esperando Sam. Miraba atenta por la ventana y no me contestaba a nada de lo que le preguntaba.

—¡Samantha! —alcé la voz.

—Venga vamos —blanqueé los ojos—, aquí tienes el antifaz.

Lo agarré y sin despeinarme me lo puse. Bajé sin tropezarme, Sam agarró mi brazo y caminamos hacia la entrada, mi corazón empezó a latir, tenía un presentimiento pero no sabía si era bueno o malo. Intenté sonreír, esta fiesta no parecía de esas que en cuanto te cogían y te llevaban a la cama cuando empezaban a comerte la boca.

—Oh ¡me encanta! ¡Es como yo quería que lo decoren! —susurró Sam contenta en mi oído—. Busquemos a Madi.

Empezamos a caminar entre la gente que había de camino, Sam me iba presentando a sus amigos incluso invito a dos ex novios suyos, ay Samantha. Vimos a Madi hablando con un chico con una rosa roja en su traje, no lo reconocía ya que llevaba un antifaz, todos los chicos iban así, mascara o antifaz. En cuanto Madi se dió cuenta de nuestra presencia le dijo algo en el oído al chico y se fue.