Dangerous |Harry Styles|

Siete

Las palabras no me salían en ese momento, nuestras miradas se atravesaron cuando se acercó rápidamente y me arrebató de las manos el maletín que tenía volviéndolo a poner en el lugar que estaba antes. Agarró mis hombros y antes de que hable lo empujé con pocas fuerzas, pero me solté de su agarre para salir corriendo de esa habitación con los zapatos en mis manos.

Mierda, no tenía que haber cogido nada, la curiosidad me puede y tengo que dejar de coger cosas que no son mías, siempre acabo metiéndome en un problema. Saqué mi móvil llamando a mi madre, diciéndole que hoy pasaría la noche en casa de  Sam. Di unas cuantas vueltas más haber si la suerte estaba conmigo ahora, pero no, al contrario. Hoy definitivamente no era mi día, no encontraba trabajo para ganarme mi propio dinero y no estar mantenida por mi madre. He encontrado una cantidad de dinero que no sé exactamente que pensar sobre eso.

¿Ahora qué?

HARRY

No se para que mierda se pone a buscar cosas que no son suyas. ¿Y si le dice a alguien, o peor, y si se lo cuenta a la policía? Pensará que soy un... ladrón. Pero si piensa eso, ella no se equivoca, de todos modos estaría en lo correcto.

—Mierda —maldije dándole una patada a la mesita de noche que tenía a mano. Me duele todo el cuerpo, los músculos de mi espalda están agotados y cansados. Tenía una consulta ahora para que me den un masaje que era lo que necesitaba en este momento.

Cogí el teléfono para llamar a Niall pero él ya me estaba llamando a mi. —Styles, será mejor que vengas ya.

—¿Por qué? —pregunté extrañado, miré el reloj que había colgado en la pared, la cita la tenía en una hora, será que Niall quiere darme trabajo ahora, en mal momento porque estoy hecho una mierda y él no lo sabe.

—Kye quiere reunirnos a todos, así que ven. Creo que está cabreado con nosotros, alguien ha hecho algo jodido y nadie lo quiere admitir, y yo no he sido, espero que tú tampoco, osea que podrían ser Louis, Zayn o Liam —explicó.

—Espero que sea rápido —susurré cuando colgó.

ALMA

Yo todo lo que vi no podía guardármelo para mi misma, se lo tenía que decir a alguien, obviamente a la policía no iba a ir, tenía miedo de Harry. Él sabía que yo era la que había visto todo ese dinero y no sospecharía de nadie más que no sea yo.

—Nunca vi tanto dinero junto, era algo como.... así —hice una cantidad imaginaria con mis manos. Sam me miraba confundida.

—Alma y... ¿que hacías tú con él? —preguntó casi riéndose. 

Sam era una maldita mal pensada, seguro ya pensaba cosas sucias en su perversa mente. Rodé mis ojos e ignoré su pregunta alzándome a coger mi móvil que estaba vibrando debido a que lo tenía en silencio, era mi madre.

—¿Sí? —contesté.

—Alma cielo, ¿que tal buscando trabajo? —preguntó—, si encuentras alguna me tienes que avisar para que de mi permiso ya que todavía no eres mayor de edad.

—Da igual, me fue como la mierda —ella carrasqueó por el otro lado de la línea, no le gustaba que dijera malas palabras, pero me salían por naturaleza—, lo siento mamá.

—¿Y bien? —volvió a preguntar después de ese pequeño disgusto.

—Nada, seguiré otro día—solté.

—Bien, ahora quiero que me hagas un favor grande, ¿puedes? —noté en su tono de voz que me lo pedía como súplica.

—Mmm seguro —contesté no muy convencida.