Sorry ✧ bieber

Catorce

Hailey
Rodríguez

No podía para de llorar, ni siquiera me importo que Luke me estuviera abrazando, sólo sabía que necesitaba el consuelo de alguien, alguien que no fuera Justin.

—Mmh, ¿nena?—sentí los brazos de Luke tocarme la espalda, me abrase más a el tratando de tranquilizarme—¿Hailey?

—¿Si?—me separe de el pasando mis manos por mis mejillas.

—¿Porqué lloras?—lo sentí más cerca de mi, pero no quise mirarlo a los ojos—¿Tu noviecio te hizo llorar?—se mofó.

—El no es mi maldito novio—bufe rodando los ojos—¿por que todos creen eso?

—Siempre están juntos—se encogió de hombros.

—Eso es una pendejada—negué con la cabeza.

—Hailey—lo mire, su ceño estaba fruncido—¿porqué llorabas?

De pronto me sentí nerviosa, desconfiada, ¿qué le decía? Era obvio que me pasaba algo, por que, vamos, no me agrada y me lanzo a el mientras el llanto me consume, pensara otra cosa que definitivamente no es.

—Cosas...—me encogí de hombros mintiéndole—que no tienen mucha importancia.

—Si no tuvieran "mucha importancia", no estarías con los ojos rojos.

Su lógica es aceptable.

—¿Porqué te importa?—me defendí—no eres nada mío, ni siquiera mi amigo.

—Me gustas—dijo abiertamente y despreocupado—eso es suficiente.

—Pero a ti te gustan todas—reproche.

—Claro que no—soltó una carcajada—ninguna de las chicas con las que he estado ha llegado a gustarme—se encogió de hombros—pero eso no significa que les diré que no cuando vienen a mi.

—Vaya, eso es...—pensé en el mejor término—muy asqueroso.

—Nunca les prometo nada—se defendió—y ellas lo saben.

—Aún así... Es malo.

—¿Celosa?—sonrió burlón.

—No—creo que rompí su ego con mi respuesta tan seca, por que su sonrisa se fue más rápido de lo que llego—tengo que ir a sentarme...

—Para nada pequeña—sentí su mano en mi muñeca—me debes una explicación—lo vi sonreír—te lanzaste a mi llorando como magdalena, yo te consolé hasta que dejaste de hacerlo, quiero saber que te sucede.

—Yo...—el desgraciado tenía razón, suspire rendida—tuve un pleito con Justin.

Sus ojos saltaron sorprendidos, rodé los ojos por su reacción, entiendo que Justin y yo nunca peleáramos a menudo y cuando lo hacíamos eran pequeñeces que los enojos no duraban más de dos horas, pero ahora ya no puedo ni acercarmele.

—¿Puedo saber por que?—ladeó la cabeza analizandome.

—No es nada...—me fulmino con la mirada por mi intento de no darle importancia, suspire mirando a todos sentarse así que tome la mano de Luke y lo jale para que sentara a mi lado—en serio.

—No te creo—se desplomó en su asiento—ese imbécil te hizo algo.—recargó su mentón en la palma de su mano mirándome fijamente—la pregunta es: ¿que?

Retorcí mis dedos sintiéndome incómoda con su escrutinio, me rendí cuando intentó tocar mi mejilla y soltando un chillido me aleje de su mano.