Sorry ✧ bieber

Seis

Hailey
Rodríguez

—Justin...—toque su hombro—¿estas... Estas bien?

El me miro unos segundos, su respiración se había acelerado un poco y sus sienes transpiraban.

—No...—miro a Ryan y Chaz, que parecían arrepentidos—¿saben donde esta?

Mire a los chicos, me parece que no quieren decirlo.

—Justin, relajate hermano—le dijo Chaz—no necesitas ir a buscarla ahora.

—Si, yo creo—trago Ryan—creo que necesitas tranquilizarte primero.

—No, necesito verla—me miro—necesito verla Hailey.

Lo mire de vuelta, con la boca medio abierta y muy nerviosa, no sabía que decirle. Respire profundamente, era mi mejor amigo en el mundo, nunca lo dejaría sólo.

—Los chicos tienen razón Justin—lo tome del brazo he hice que me mirara directamente a los ojos—necesitas relajarte, estar tranquilo—lo zarandee un poco—¿sabes ya que le dirás?

Frunció el ceño y negó con la cabeza.

—Entonces piénsalo—dije soltándolo, así que solté a la Hailey mandona—tienes que estar seguro de ti mismo en el momento exacto en que la veas. Nada de titubeos, ni de arrepentimientos, tienes que verte como quien eres: Justin Bieber.—mire a los chicos—¿ella sabe que la vieron?

—No—dijo Chaz—estaba de espaldas a nosotros, platicando con las animadoras.

—Bien—dije y mire de nuevo a Justin—tienes tiempo antes de encontrarte con ella Bieber y por el señor tienes que tener las ideas claras.

—Pe-pero y si la en-encuentro antes. ¿Qué le diré?

—Lo que querías decirle cuando se fue.—lo señale con las manos—¿recuerdas que me dijiste que su partida rompió tu corazón?—el asintió con la cabeza—¡entonces dicelo!—tome su cara entre mis manos—dile que la extrañaste y que ninguna chica la iguala.

Parecía más seguro de si mismo, pero su rostros se volvió a deformar por la preocupación.

—¿Y si ella ya no siente nada por mi?—sus ojos estaban llenos de miedo.

En eso, no podía darle ningún consejo.

—Tendrás que averiguarlo por ti mismo.—dije por último, no quería preocuparlo más pero tenía que ser sincera.

Suspiro y miro a los chicos buscando un consejo.

—Tiene razón—dijo Chaz encogiendose de hombros. Ryan movió la cabeza en afirmación.

Les hice un gesto a los chicos para que se fueran. A pesar de ser sus mejores amigos, a Justin no le gustaba que lo vieran vulnerable.

—Por el momento ve a tu clase y no te mortifiques—lo tome de la mano, haciéndolo caminar a mi lado—no ganas nada con ponerte histérico.

—Esto...—suspiro y me miro—no me lo esperaba.

—Yo tampoco—toque su mejilla—pero no creo que sea tan malo, o ¿si?

Rodee su cintura con mis brazos, el enterró su rostro en la curva de mi hombro, era más alto que yo así que tubo que enroscar sus brazos en mi cuello. Mi nariz tocaba la tela de su camiseta y me acurruque más a el, me gustaba el olor de su colonia. Muy masculino.

—Gracias—dijo y me dio un beso en la coronilla.

—No hay de que—le respondí con una sonrisita, le di un golpecito en el costado—ya cambia esa cara—me pare de puntitas y pase el dedo por su ceño fruncido—espantas a las personas.