Capítulo 4.

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2 días antes de entrar a clases.

Hoy amaneció nublado, eso significa que es mi día, amo todo lo que tenga que ver con frío, suéters, Chocolate caliente.

Me bañé y después bajé a desayunar. Había una nota colgada en el refrigerador.

Nota: Te deje los pancakes listos, disfrutarlos. Papá xoxo.

Bueno día comenzó bien, tenía planeado ir a la biblioteca después de desayunar y pasar toda la tarde hay.

Al llegar a la biblioteca me senté en la misma silla que siempre, la silla que está en la ventana, con vista a la calle.

Estaba leyendo el libro cuando veo pasar a el ladrón del día anterior, la sangre ardía por mis venas. Y decidí salir a enfrentarlo.

-¡OYE TÚ!

-¿Sí, dime?- se volteó con una sonrisa pícara. -Ups debo irme.

-Alto ahí ladrón. -Y le estanque mi puño en la nariz.

-¡¿Que haces?! ¿Estas loca? Eso es un delito. -Dijo mientras se tomaba la nariz con los dedos.

-¡¡Delito es robar!! -Dije un poco exaltada.

-Tranquila, te lo pagaré -Me miro sexy. -Oh que tal que comemos juntos y así te los pagó, ¿qué dices?

-Esto no puede ser cierto -Volteó los ojos.

-O si lo es.

[*..]

estábamos afuera de un restaurante de comida rápida en había entrado por los pedidos y yo estaba afuera cuidando la motocicleta.

Se aproximaba hacia mi y me sentí intimidada.

-Aquí tienes tu hamburguesa con extra queso- Dijo un poco asombrado.

20 minutos después..

-como es posible que eso quepa en tu pequeño y esbelto cuerpo-.

-Todo puede pasar- dije regalándole una sonrisa y sobando mi estómago; Le había SONREIDO eso era imposible, era un ladrón.

-Oye eres agradable cuando no estás en tu plan de amenazadora- dijo mientras sorbía del popote de su gaseosa.

-Y tú.. No eres agradable ni fuera de tu plan de ladrón- y agarre mi bolso.

-¿A dónde vas?- pregunto confundido.

-Iré a mi casa, a dónde podía ir- digo algo incómoda.

-Nooo, yo te llevo.

-Claro que no- dije y di media vuelta.

-O claro que sí- en segundos me encontraba sobre su hombro y con mis brazos en su espalda.

-¡¿QUE HACEEES?! a demás de ladrón, secuestrador? -dije un poco enojada, pataleando.

-Cariño, sólo te ahorrarás el autobús.

Todo el camino que era como una cuadra me cargo en sus hombros, yo pataleando y gritando y las personas que se encontraban ahí no hacían nada, era un TONTO, que digo tonto, es estúpido igual a todos los hombres.

Al llegar a la motocicleta me sentó en ella y cruze mis brazos molesta.

-Eres un idiota, gracias.

-Pues, este idiota quiere ser tu idiota- me enrojecí y me dio el casco. -Agarrate fuerte.

Arranco la motocicleta, al no saber cómo aferrarme a él, lo abrace y sentí como río con el acto.




Bajo La Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora