Capítulo 23

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Melissa estaba en su habitación, hablando por celular con Sarah, su mejor amiga de la escuela, Sarah siempre le subía el ánimo a Melissa, la escuchaba y le daba sus buenos consejos, desde que se conocieron se hicieron casi inseparables en la escuela, lamentablemente las últimas semanas, Melissa se ha distanciado de Sarah ya que últimamente se la pasa encerrada en su habitación, ya harta de todo.

-Meli, ¿Te parece si salimos a tomarnos un café? Hace mucho que no salimos juntas, tengo muchas cosas por contarte, pero no quiero hacerlo a través de la línea.-Dijo Sarah animada-

-No sé, no tengo ganas de nada.-Dijo Melissa-

-Vamos, verás que te servirá de mucho salir a despejarte, te la pasas encerrada, ya casi no salimos juntas, apenas si nos vemos en el recreo.

-Entiéndeme Sarah, estoy muy angustiada, no eh dormido bien, me siento muy cansada.

-Por eso, necesitas el apoyo de una amiga, no es bueno que te guardes todo para ti, tienes que salir Meli, estar encerrada no te hace bien, además te extraño mucho.-Sarah seguía insistiendo-

-Está bien, ¿Puedes venir mañana a buscarme?

-Por supuesto, además se me ocurrió que mañana te quedes a dormir en mi casa, por favor.

-Mmm... tendré que consultar a mis padres, aunque no creo que haya problema, ellos casi nunca están conmigo, casi siempre están en sus asuntos pensando que seguimos como antes.

-Mañana vendré por ti en la mañana, para que estemos todo el día juntas.-Dijo Sarah muy contenta-

-Ok, gracias Sarah, no sé qué haría si no te hubiera conocido.

-Lo mismo pienso yo, eres mi mejor amiga, y siempre estaré para ti. Ya me voy Meli, mañana vengo por tí.

-Ok, adiós.

Melissa cortó, se levantó de su cama e iba a hablar con sus padres, pero cuando llegó a la puerta y giraba la perilla, ésta no se abría, se había quedado encerrada.

-Maldita sea, ¿Porqué diablos no se abre la puerta?-Murmuraba Melissa girando la perilla de la puerta-

La ventana se cerró de golpe, lo que hizo que Melissa pegara un salto, de pronto ve a un señor con una niña sentados en su cama.

-Corre-Dijo la niña con una cara de asustada-

Melissa no entendió a qué se refería la niña por lo que se quedó inmóvil, ¿A dónde podría correr si estaba encerrada? De pronto la cama de Melissa comenzó a quemarse, rápidamente el fuego comenzaba a avanzar con más rapidez, la puerta del armario se abrió, a lo que Melissa corrió hasta allí, notó que ya no estaba su ropa en el armario, ahora era como un pasillo oscuro y tétrico. Ya un poco más adentrada en el pasillo comenzaron a encenderse unos focos de luces, Melissa se asustó, más al fondo del pasillo habían personas que se iban acercando a ella a una velocidad media, pero de a poco comenzaron a aumentar su velocidad, Melissa miró hacia la entrada del pasillo, justo donde estaba la puerta del armario y decidió encaminarse hacia allí, comenzó a correr mientras unas manos comenzaban a salir del suelo, agarrando sus pies. 

Melissa cayó al suelo, la chica gritaba mientas trataba de soltarse del agarre de las manos, el miedo no la dejaba reaccionar a dolores físicos, el miedo la controlaba, el dolor no importaba en ese momento, tenía unos rasguños en su pierna derecha, mientras la chica se soltaba, vio cómo una silueta femenina se acercaba de a poco a ella, Melissa aún más asustada se comenzaba a desesperar, mientras no podía soltarse. En un abrir y cerrar de ojos la silueta estaba frente a ella, la chica que estaba frente a ella era Marina...

La Casa De Enfrente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora