Ya era lunes y los hijos de los Arismendi se estaban arreglando, excepto Katherin ella no pensaba en ir a su escuela.
Cuando Victoria subió a ver a su hija, al entrar a su habitación hacía demasiado frío y estaba bastante oscura la habitación, vio a su hija aún acostada....
-Kathy, mi amor levántese, tiene que ir a la escuela
La niña lucía espantosa, estaba muy pálida, tenía ojeras bien marcadas, su cabello estaba echo un desastre.
-No quiero ir mami, me duele el estómago -mintió la niña-
-Pero tienes que ir hija
-Por favor, es sólo hoy, de verdad no me siento bien mamá -insistía-
-Está bien, sigue durmiendo.
****
Los chicos estaban en sus salas, Melissa estaba en clase de "Matemáticas", estaba realizando unos ejercicios cuando se comenzó a sentir mal, le comenzó a doler la cabeza, miró hacia la ventana y veía afuera a un hombre observándola, trató de ignorarlo pero se hicieron presentes unas voces que se repetían una y otra vez.
"Deben morir" "Tus hermanos morirán, tú morirás" "Los atormentaré día y noche, no podrán contra mí"
Melissa soltó el lápiz y comenzó a taparse los oídos, tratando de ignorar las voces, pero cada vez se repetían más y más.
-¡Cállate! -gritó y todos la quedaron mirando extrañados pero no faltó el que se puso a reír-
-A ver señorita Arismendi, ¿Le ocurrió algo?
-N-Nada, tenía ganas de gritar -dijo avergonzada- ¿puedo ir al baño?
-Está bien, vaya
Melissa salió lo más rápido que pudo del salón y se dirigió al baño, las voces pararon, pero en medio del patio se hallaba un niño, la estaba mirando, Melissa aún no se percataba de que había un niño en el patio.
Cuando lo vio, éste le hizo una seña para que lo siguiera, Melissa no sabía si seguirlo o no, podría ser una trampa, el niño entró al gimnacio seguido de ella, estaba vacío, luego en un rincón del gimnacio estaba el hombre que la estaba mirando y comenzaron las voces nuevamente...
"Morirás"
-¡Cállate!
"Debes morir"
-¡Cállate por favor!
"No lo haré, y la primera será Katherin"
-A ella no, déjanos en paz ¿Que te hicimos?
"Lo siento, debo terminar lo que prometí jajaja"
Melissa se tiró al suelo tapándose los oídos, estaba llorando, cuando llegó Sarah al gimnacio y se encontró a Melissa en medio del gimnacio en el suelo, llorando...
-¡Melissa!
-¡Me quiere matar!, ¡Me va a matar! -Melissa lloraba desconsoladamente-
-Melissa, nadie te va a matar, tranquilízate -le decía Sarah sacudiendo a su amiga-
Al parecer Melissa volvió en sí, el hombre había desaparecido en cuanto escuchó que la puerta del gimnacio se iba a abrir.
-Sarah... Él estaba aquí
-No me digas que...
-Sí ¡y me va a matar! -Melissa seguía llorando-
-No, nadie te va a hacer daño jamás, yo estoy contigo -decía Sarah abrazando a su amiga-
Melissa le había contado a Sarah sobre lo que pasaba en su casa, las voces, el señor que siempre ve, todo, Sarah no dudó en creerle, ella sabía que había algo raro en esa casa y ahora que su amiga estaba viviendo en ella y le ha contado sus experiencias, le consta todo, además siempre se rumoreaba sobre las cosas que pasaban en esa casa, de seguro cualquiera la hubiera tomado por loca, pero ella sí le creía todo, quería ayudar a su amiga pero no sabía como. Sarah la llevó al baño para que se mojara la cara...
-¿Cómo supiste que estaba allá? -preguntó Melissa mientras se mojaba la cara-
-Es que después de que gritaste me pareció extraño, luego saliste y le pedí permiso a la maestra para ver como estabas, ella me dejó ir, iba saliendo de la sala pero vi que te dirigías al gimnacio así que decidí bajar lo más rápido posible y te encontré de rodillas, gritando.
-Gracias Sarah, si no hubieras llegado me hubiera vuelto loca -Dijo Melissa abrazando a Sarah-
-No hay de qué, para eso están las amigas, en todas contigo, en las buenas y las malas, vamos al salón.
Melissa y Sarah volvieron a su salón, todos sus compañeros estaban haciendo los ejercicios de matemáticas, ambas chicas se fueron a sus respectivos asientos, Melissa volvió a abrir su cuaderno para continuar con los ejercicios y cuando vio que desde la hoja en la que anotó los ejercicios para adelante, estaba escrita la palabra "Muerte", Melissa se asustó mucho, sentía como un escalofríos recorría todo su cuerpo, comenzó a sudar y le estaba faltando la respiración, Sarah se dio cuenta de como estaba poniendo su amiga, vio el cuaderno y evidentemente estaba escrita la palabra muerte, también se asustó por su amiga, Melissa tomó el cuaderno y se dirigió al basurero, botó el cuaderno, se sentó en el suelo a llorar, Sarah y Anthony se levantaron de sus asientos a ver a su amiga, esta decía "No puedo más" mientras lloraba el el suelo abrazada de su amiga tratando de calmarla.
Los demás alumnos estaban extrañados, la maestra se dio cuenta de eso y recogió el cuaderno del basurero, lo abrió, pasó hoja por hoja y notó que estaba la palabra muerte escrita en las hojas pero no con lápiz, si no con un líquido que al parecer era sangre...
-¿Quién escribió esto en el cuaderno de su compañera? -preguntó la maestra enojada mostrando lo que estaba escrito en el cuaderno-
Todos quedaron con los ojos como platos al ver lo que estaba escrito en el cuaderno de Melissa, por supuesto nadie respondió, nadie sabía quién pudo escribir eso, de pronto los lápices de Melissa y Sarah comenzaron a caerse sin que nadie lo provocara, los que estaban cerca del asiento de las chicas se levantaron y los lápices de cada uno comenzó a caerse, asustando a todos incluso a la maestra.
Todos salieron del salón asustados, Melissa no podía creer que lo que sea que la está atormentando, estaba atormentándola en su salón y también ahora a sus compañeros de clases, ya no podía más, quería que esto parara de una vez pero no sabía cómo hacer que todo acabara.
Una vez calmados todos, entraron nuevamente al salón, Melissa aún seguía asustada, pero se llevaron una sorpresa, los lápices ya estaban en las mesas pero lo que perturbó a todos fue lo que estaba escrito en la pizarra...
"Melissa no te dejaré en paz, morirás"
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La Casa De Enfrente
HorrorLos Arismendi solía ser una familia como cualquier otra, una familia unida, viviendo una vida normal. Un día se les presenta la oportunidad de dejar Texas para ir a vivir al estado de Michigan, ahí deciden mudarse a una antigua casa que estuvo aband...