- ¿Que te sucede? ¿Estas bien? - Dije algo desesperado.
Levanto su rostro y fijo sus ojos en mi. Hermosos ojos color celestes completamente rojos como tomates.
- No. No me pasa nada - Dijo sin sacar su vista de mi.
- ¿Estas seguro?
- Si. - Dijo intentando pararse
- Permiteme... te ayudo.
Automáticamente me pare y lo tome de los brazos. Parecía perdido, sin saber en donde estaba. Sus ojos rodeaban para todos lados. Pareciera estar en otro mundo...
- ¿Eres de aquí? - Pregunte nervioso
- Si. - Respondió cortamente.
Segundos de incomodo silencio invadieron el ambiente. La preceptora salio de secretaria y miro al chico alarmante
- ¡Louis! ¡Con que aquí estas! ¡Entra ya mismo a preceptoria, por el amor de dios! ¿Acaso no recuerdas que esto es un colegio? Tus padres están en camino, por favor entra.
Lógicamente yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Realmente estaba muy intrigado. Algo raro había en el. Al dirigirse a preceptoria giro y me miro seriamente
- Gracias - Susurro.
Yo solo me dedique a sonreír.
- Señor Styles, disculpe. Realmente no me percate de su presencia. Realmente lo siento, Louis me puso de los pelos - Dijo tristemente. - ¿Viene para firmar la autorización?
- Claro... Pero si quiere puedo esperar, tengo tiempo.
- ¿Lo haría? Realmente lo siento, siento que me este atrasando las cosas, realmente usted no tendría porque esperar, pero lo que esta pasando es grave.
- ¿Le sucede algo a...? - Pregunte con un tono de preocupación
- Tiene demasiados problemas, pero créame que usted no debe lidiar con ellos. Si me disculpa estaré lo antes posible de regreso señor Styles - Me sonríe.
- Oh claro, tómese su tiempo.
Dio media vuelta y entro en preceptoria. Tomé asiento en el banco que estaba sentado anteriormente. Un hombre de aproximadamente treinta y nueve, cuarenta años, se dirigía hacia preceptoria con gestos de ira en su rostro. Golpeo desesperadamente la puerta, y la preceptora no tardo en abrirle. No cerraron del todo la puerta, solo la arrimaron. A mi vista estaba el chico con el que me cruce en el pasillo sentado en una silla relajadamente mirando al piso, mientras el hombre que había ingresado hace minutos le gritaba cosas como "¡Ya estoy harto de tener que venir a este maldito antro por tu culpa mocoso insolente!" "Siempre perjudicando a todos". Realmente eran palabras fuertes para mi gusto... no sabía quien era ese hombre, pero lo mas impactante de todo fue escuchar que este le decía "¿para que car*jos viniste al mundo? ¿Solo para causar problemas?" y el solo reía suavemente.
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Para toda la vida. (Larry Stylinson)
Fiksi RemajaUn amar, un sonreír, un vivir, un soñar, un juntos... hasta el final. Un amor, para toda la vida.