Comida por la borda

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Soy Laila tengo dieciséis años, estudió en un instituto donde nadie me hace caso, soy un poco nerd, me gusta leer mangas y novelas de ciencia ficción con romance. Mido 1'69, tengo el pelo castaño oscuro, los ojos grandes y de un color no muy común, azul zafiro. Al decir verdad nadie me hace caso solamente mi abuela me hacía caso, mis padres me querían pero de otro modo, no preguntéis de que modo porque yo tampoco lo se, en el instituto camino y camino y nadie me hace caso , quiero ser vista no quiero ser invisible, ser invisible es aburrido, tienes amigos pero no duran, tienes la soledad pero no es lo mismo como buscarla. Yo entre a este instituto para ser vista no para que vuelva a ser invisible.

                  

                                                                             ~ * ~

6 : 35 a.m.  

Suena el despertador de Laila.  

Apago el estúpido chisme que lo tengo desde la primaria y sigue vivo, me levanto de la cama pesadamente, voy al baño que esta enfrente de la puerta de mi habitación, la decoración de azulejos es un poco absurda, naranja y blanco con unos pollitos en un corral. Me miro en el espejo, veo mis grandes ojos azul zafiro algo que herede de mi abuela, mi pelo castaño lo saque de mi padre y los grandes ojos de mi madre, el cuerpo físico que tengo lo saque de mi madre, en algunas fotos de la juventud de mi madre tenía el físico adecuado para ser animadora y así pues lo consiguio ahora quiere que yo sea una animadora para llamar la atención de algun chico, pero a mi me parece absurdo, llamar la atención no es lo mío, vuelvo a mi habitación después de mirarme en el espejo y ser echada por mi hermana mayor, ella tiene el pelo rubio ondulado, ojos grandes y verdes, un cuerpo parecido al mío pero ella lo enseña más, es modelo de bañadores y tiene 24 años y esta prometida con su fotógrafo que tiene un año más que ella y que ha salido en diferentes revistas como el mejor fotógrafo del año.  

Me cogí ropa para la ducha, fui al baño otra vez donde mi hermana no estaba, cerré la puerta con pestillo, encendí la ducha para que el agua fuera calentando. Ya cuando estaba desnuda me metí a la ducha, cuando de termine en la ducha me vestí con una camisa blanca, una blusa de rayas rojas y blancas sin atar y unos pitillos negros, metí la ropa sucia a la cesta que había en el baño, cuando salí fui a mi habitación donde me puse mi converse azul oscuro, cogí mi mochila y baje abajo donde deje mi mochila en la entrada, fui a la cocina donde mi madre ya tenía todo el desayuno preparado.  

- Buenos días, mama. - dije algo alegre.  

- Buenos días, hija. ¿ Deberes ?  
- Echos.  

- ¿ Mochila ? 

- Esta  

- ¿ Vestimenta ?- Me miro, puso cara de decepción. - ahí hija, así no vas destacar como la hija de una ex- animadora.  

- No quiero destacar, quiero ser vista.  

- Pero primero ahí que destacar y luego serás vista.  

- No encuentro sentido a eso, mama. - dijo Laila arqueando una ceja.  

La madre de Laila dejo el plato lleno de tortitas delante de ella donde, después de diez minutos de comerselas se fue andando al instituto. Cuando llegó todavía era pronto así que decidió dar una vuelta alrededor del instituto. Donde al llegar al patio de fútbol estaban entrenando los jugadores, ella miró un segundo y volvió a caminar sin mirar directamente a nadie.  

Cuando ya dio la vuelta al Instituto volvió a la entrada principal para entrar, cuando entró había un montón de personas cogiendo en sus taquillas los libros necesarios para su clase. Laila llegó a su taquilla, donde cogió sus libros para química, fue a su clase donde le tocaba y cuando llegó no estaba el señor Alberti sino había otro pero mucho más guapo.  

- Buenos días. - dijo el hombre que estaba escribiendo algo en la pizarra.  

Laila se sentó al final del todo al lado de la ventana puso sus libros en la mesa y abrió el cuaderno en la primera página y se puso a pintar.  

- Bueno ya estáis todos en la clase empezaré en presentarme. Soy Federico Garmendia y soy vuestro nuevo profesor de química. - se presentó. - y como no os conozco iré uno a uno para conoceros. Al fondo del todo al lado del cuadro empezaremos.  

Fue uno a uno hasta terminar donde yo y como me tocaba a mi, tuve que hacer esfuerzos.  

- Soy Laila Beckett. 

La clase fue algo entretenida, cuando termino salí de clase la última y cuando lo hice mis amigas pasajeras estaban ahí esperándome, teníamos la misma edad pero íbamos a distintas clases ya que yo iba a clases con gente algo capacitada a más difícil me entienden ¿ no ?, bueno ahí estaban Nuria la chica miedosa de las cuatro, ella era de pelo rubio, ojos grises y tez morena, era bajita pero llevaba siempre tacones y nunca iba a gimnasio hacer deporte, Raquel la chica pija, ella era de pelo negro, tez pálida, ojos negros y ella era la que más ropa nueva de pretemporada tenía y faltaba la Chica inteligente, Sonia ella era pelirroja, ojos azules, tez blanca, ella la estudiante de las cuatro nunca se separaba de mi al decir verdad no era amiga pasajera, era una amiga despistada.  

- Bien estamos todas ¡ a comer !- dijo Nuria.  

Fuimos a la cafetería, donde al entrar había gente todavía comprando su comida, fuimos a la fila donde esperamos unos quince minutos, cogimos unas bandejas y fuimos cogiendo la comida, yo cogí unos macarrones, ensalada, un refresco de naranja y un yogur, cuando iba hacia la mesa que habían cogido mis amigas, cerca de la mesa de las chicas estaba la mesa de los populares, pase por ahí y me choque con la persona que no debía.  

Me choque con Verónica Storm, la chica más popular del instituto, la que subió más mi Invisibilidad.

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Hola Bienvenidos al mundo de Laila Beckett.  

Una chica que nadie la ve.  

Esperemos que os guste esta historia la hacemos dos escritoras pero que yo la público, comentar si os ha gustado.

Para el próximo capítulo lo tengo que editar así que no lo publicaré de momento, pero no prometo que sea pronto.

@Neklie y @erisaegipt1

Soy Invisible ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora