Parte 3

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Campa General
Me puse la sudadera de André, no recuerdo que él se molestara en algún momento porque yo la traía puesta. Recuerdo que pasé junto a su casa y casi me resbalo por el lodo que había. Él y un amigo Daniel Rivera, se rieron en tono burlón, siguiendo el juego me hice la indignada.
-No mueras amor-Me gritó André.
-¿Amor?-Le pregunté igual, gritando.
-¿Ya no te gusto?-Me preguntó, y yo me acerqué a ellos.-Es que yo le gustaba a Ana-Codeó a Daniel y él se quedó asombrado.
-Sí, nos gustábamos-Le sonreí.
-¿En serio?-Daniel preguntó, no lo creía.
-En serio-Me reí
-Sí, es que nos conocimos antes de entrar a éxodo, y Ana me iba a a ver a mí.escuela, y desde que me conoció se enamoró de mí-Sonrió con aire de satisfacción.
-¿Disculpa? ¿Quién fue quien me mandó un mensaje después de conocerme? Ah, porque Mateo le pasó mi número y me empezó a hablar-Le dije
-Sí-Se rió- Me gustaste desde que te vi-se sonrojo.
Era buena señal, yo también estaba sonrojada. Pero algo malo pasó.
Los jefes estaban a unos metros atrás de mí, entre ellos Diego de Rubén. Se encontraban lavando los baños del lugar de campamento, de pronto una niña llegó corriendo y gritó.

-Un niño se cayó y no se puede mover- Diego como jefe salió corriendo inmediatamente.
Todos volteamos para ver qué pasaba, tal parecía que un niño se había caído de un lugar muy alto, pero nadie sabía de quién se trataba. Entonces dos niñas de la tribu de Rubén se me acercaron.
-Ana- Y entonces lo supe, mi cuerpo se paralizó por completo, por la forma en que habían mencionado mi nombre sabía exactamente de quién se trataba. Mi sobrino era el niño que se había caído.
-¿Fue David?-Pregunté aún sabiendo que la respuesta sería sí. Y como lo pensé, ellas asintieron. No lo pensé más, no lo dudé, dejé todo lo que tenía, escuché los gritos de las niñas atrás de mí, sólo corrí y corrí hasta que llegué con David.

Mi niño hermoso estaba tirado en una especie de canal en donde pasaba supuestamente el agua, todo su cuello y espalda estaban rígidos, no podía moverse, pero lo peor, peor del caso eran sus ojos. Su mirada reflejaba dolor, angustia, mucho sufrimiento. No podía hablar, sólo se le salían las lágrimas de tanto dolor. En ese momento recuerdo que vi en mi mente el día en que mi pequeño nació, sus primeras palabras, todas aquéllas veces en las que jugamos a ser el pirata y la princesa, me acordé de su hermanita, de sus papás, de toda la vida que tenía por delante. El simple hecho de verlo así, todo paralizado, me causó escalofríos.

-Tranquila- Escuché a Diego calmarme, puso su mano en mi hombro mientras ambos veíamos como un dirigente lo asistía, tal parecía que estaba empezando a reaccionar. Tox le estaba moviendo sus brazos y piernitas para ver qué tan serio se trataba todo este asunto. -Todo va a estar bien Ana-

-Eso espero, su papá me lo encargó- No quería irme de ahí, quería estar ahí para David.

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Horas más tarde mi mamá llegó al campamento, ella se quedaría en una cabaña, así que David dormiría con ella.

Sentí un gran alivio cuando ella llegó, sentí que todo iba a marchar bien, mi mamá siempre arreglaba las cosas.

Entendí que no había por qué preocuparse, lo peor ya había pasado. Realmente había algo pero que me esperaba y estaba muy nerviosa.

-Jitomate-Escuché a Fany gritarme desde lo lejos.
-¿Qué pasó jitomate?-Ese era el apodo por el cual nos llamábamos, un día empezamos a hablar del jitomate sin razón alguna y así se nos quedó, jitomate.
-¿Estás lista?- Fany y yo habíamos esperado este momento desde hace tiempo, ambas podíamos ser la siguiente.opción como jefas de nuestras respectivas tribus. Ya era de noche, faltaba más o menos una hora para empezar cónclave y aún no sabíamos qué seguía, estábamos muy nerviosas.
-¿Crees que quede H?-Me preguntó
-Puede que quedes tu.-le respondí-¿Crees que quede Josué?
-Puede que quedes tú-ambas sonreimos.
A partir de ese momento sabía que nuestra amistad duraría bastante, que sería una de esas que no se acaban y que están ahí y son geniales. Fany y yo estaríamos juntas mucho tiempo.
Cuando llegó el momento, entonces lo supimos ambas, ni ella ni yo quedaríamos como jefas, a H y a Josué los habían escogido para cónclave. En esos momentos yo no estaba con ella, estaba sola caminando con mucho frío, iba camino a mi casa a cenar. Metí mis manos en las bolsas de mí sudadera y sentí algo dentro, se trataban de los nudos que había comprado, entonces me acordé de él.
Pase junto a mi casa y me seguí hasta la de él, estaban preparando espagueti y me invitaron a cenar.
Toxqui, estaba mal, yo lo sabía, sentía que algo no estaba bien, ya habría tiempo a solas para platicar las dos, pero pensé, de alguna forma le daría ese nudo a André y además ayudaría con los ánimos de Toxqui.
- la verdad gad, vine aquí con el motivo de regalarles algo a unas personas, y me siento mal por no traerles a todos algo, todos me caen muy bien y son increíbles, tienen que saberlo- les sonreí a todos- tengo este nudo naranja que significa alegría y se lo quiero regalar a alguien que es bastante alegre y que quiero mucho.- extendí el nudo hasta Toxqui-.Paula Toxqui, gracias por darnos a todos tú alegría-Dicho esto, Toxqui saltó hacia mí y me abrazó muy fuerte, sé que le importó mucho mi regalo.
-Gracias amiga-Me sonrió mientras ponía su nuevo nudo en su pañoleta.
-Este otro, es algo chistoso, es de chochitos de color morado y blanco, los colores de Gad, es chistoso porque yo nunca había visto un nudo igual, y me causó gracia al instante, igual que André-Le sonreí y él me sonrió, extendí mi brazo hasta él y tomó el nudo.
-Aún te gusto-Me sonrió y yo me rei
-Sí André, es porque aún me gustas-Rodé los ojos, pero tenía razón, por eso le regalaba el nudo.

Ahora era momento de hablar con Toxqui. Terminamos de cenar y toda su tribu se bajó a hacer quién sabe qué cosa, Toxqui y yo nos quedamos sentadas en la casita de madera.
-¿Qué tienes?-Le pregunté
-No sé qué me pasa, estoy enojada, estoy triste, tengo ganas de llorar y de reír al mismo tiempo.-Lo soltó, sabía que algo le pasaba.
-¿Qué edad tienes?
-Acabo de cumplir 13, ya lo sabes
-Exacto, es normal, acabas de entrar oficialmente en la pre adolescencia, bienvenida. -Le sonreí- Tranquila, cuando tengas esos sentimientos marcame o algo y yo te distraigo. -Gracias-me sonrió- es sólo que, a veces quisiera ser más delgada, mis hermanos siempre me molestan, dicen que estoy muy gorda-Su sonrisa se borró y la reemplazó una mueca.
-Mi hermano siempre me ha dicho gorda-me reí- es labor de hermanos, sin embargo lo importante es estar sanos, y no, no estás gorda, grabatelo en tu cabeza, estás en pleno desarrollo. Ya te quiero ver a tus 15, tendrás un cuerpo envidiable, créeme.

Dicen que siempre sé qué decir, simplemente creo que es importante subirle el autoestima a esta niña, pues es muy bonita, pero no lo sabe.
La noche terminó bien, después de nuestra plática, comenzamos a cantar canciones de Ha-ash.
Tuvimos una ceremonia más en nuestro caminar por éxodo, ah y además me subieron al tercer cargo.
Tal vez todo era perfecto.

No te arrepientas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora