Siempre fue él

3 1 0
                                    

La semana transcurrió como casi siempre, era miércoles por la noche, ya había salido de bañarme y había terminado de preparar todo para mañana irme a la escuela.
Me acosté en mi cama y tomé mi celular para ver los mensjaes que tenía. No había casi nada importante, hasta que vi uno de Jorge. Mi corazón empezó a latir demasiado fuerte, Jorge ya tenía una respuesta, me dijo que le preguntaría a Carlos si él sentía exactamente lo mismo que yo. No podía esperar a ver la respuesta, esperaba fuera un sí.

"Pesadaaaaaa"

"Pesadooooo" contesté.

"Oye, tengo algo que decirte"
Mi corazón aumentó sus latidos.

"Dime."

"Debes recordar que esto puede cambiar toda tu vida desde ahora."
Cien más 10, cien más 15, cien más 20... Así estaba mí corazón.

"¿Por qué lo dices?" La verdad es que estaba emocionada, Carlos se volvió en una obsesión para mí. Una sonrisa apareció en la comisura de mi boca.

"Porque lo que te voy a decir..."

Ya dilo. Mi sonrisa aumentó de ansias.

"No te va a gustar."
Mi corazón se detuvo, un ardor extraño apareció en mi pecho y mi sonrisa se esfumó para siempre, en su lugar dejó una fina línea.

"Verás, hablé con él y me dijo que no le gustas. Él sabe que a tí te gusta él, pero que te quiere sólo como amiga y que desde ahora hará todo lo posible por ser indiferente para tí."

"No. No quiero que sea indiferente. Que me siga tratando como siempre..." tecleé tan rápido como pude. Con el corazón saliéndose por mi garganta.

"Pesada..."

"Sí, que siga tratándome como siempre. Yo soy la que debe cambiar mis actitudes." Una lagrimita amenzaba con salir, pero no por Carlos, si no por mi orgullo. Me había imaginado por fin feliz con alguien y ahora no podría ser.
El sábado en la noche Carlos y yo habíamos platicado mucho, me contó lo que quería hacer de grande, sus ambiciones, sus aficciones, me tocó las canciones que había estado practicando en su guitarra... Me hizo quererlo más a mi lado. Todo eso que había idealizado se hizo trizas. Pero me causaba más desconcierto el hecho de que no me dolía Carlos en sí... Me dolía no tener cariño de alguien.

Inmediatamente pensé en alguien que me escucharía, incluso mejor que Jorge.

"André, te necesito" Mi subconsciente me acaba de traicionar, pero en el fondo deseaba contarle a él solamente.

"¿Todo bien, Ana?" Contestó rápido para ser la 1 am.

"No le intereso más que como amiga, a Carlos."

"¿Cómo lo sabes?"

"Jorge le preguntó. Y Carlos le dijo que él ya sabía que a mí me gustaba... Él ya lo sabía y aún así me seguía tratando diferente, aún así casi me da un beso más de una vez. No lo entiendo. Además, le dijo que me va a empezar a tratar indiferente para que yo no me ilusione."

"Pues ve, los hombres somos..."

¿Pendejos?

"Mmm... Pendejos." Me leyó la mente.

"La verdad nunca nos damos cuenta de la oportunidad de tener a personas como tú a lo largo de nuestra vida, la cagamos y es después de mucho tiempo cuando nos arrepentimos."

Leí cada frase de ese mensaje una y otra vez.

"Esta vez Carlos la cagó" André tenía razón. "No se dio cuenta de que tenía a una mujer como tú ahí para él, y
pobre cuando se de cuenta de cómo la cagó." Una lágrima rodó por mi mejilla, no podía creer lo que André me estaba diciéndome.

"Ana, no cambies por él"

No.

"No dejes que los sentimientos te destruyan y te formen."

No.

"Se tu misma, y verás como muchos caen ante tí."

Seré yo misma. No podía dejar de llorar, ya no sabía si era por lo de Carlos o por las palabras de André. Mucho tenía de razón.

"Sabes, tienes razón. Pero no puedo evitar que me duela."

"Sé que es inevitable el dolor."

"Y no tienes idea cuánto duele.
No quiero cambiar, seguiré siendo la misma. Pero no sé si pueda volver a ver a Carlos por el momento.
Lo que quiero saber es por qué si ya lo sabía nunca me lo dijo él en persona."

"Porque le dio miedo la manera en la que reaccionaras, eso lo siente todo hombre."

¿Incluso tú?

"Sólo me lo hubiera dicho y ya. Me evitaría el dolor hoy.
Pero bueno, ya no importa. Ya pasó, ya es vuelta de página."

"Si Ana☺"

"Gracias André, por aguantar mi pequeño colapso. Jajaja, te quiero."

"Jaja cuando dijiste pequeño colapso me imagine el corazón de un ratoncito con paro jajajaja." Tonto, me hizo reír. "Te quiero más y no me gusta que estés asi por alguien que no lo vale."

"Jajajaja gracias por la sonrisa." No podía decirle más.

"Jajajajaja🙈 cuando quierasssss."

"A mí tampoco me gusta estar así. Pero te juro hoy voy a llorar hasta que se me sequen los ojos y mañana como si nada hubiera pasado."

Era verdad, quería llorar mucho.

"Está bien pequeña Ana, si así te desahogas pues está bien."

Esperé segundo a segundo cuando aparecía abajo de su nombre el Escribiendo...

"Sólo recuerda caer y levantarte más fuerte."

Nadie antes se había tomado la molestia de contestar un mensaje tan absurdo a la 1 de la mañana. André lo hizo, se molestó en contestar mis tonterías una vez más y sin necesidad de que me diera un abrazo, logró hacerme sentir casi como si me lo hubiera dado. Lo hizo desde siempre.
Desde la primera vez que hablamos, desde que me mandó mensjaes diciéndome lo linda que me veía, desde que me dio un hombro en donde llorar cuando mi amiga Nuri murió, desde que me felicitó por mi cumpleaños y cuando bailó conmigo en mi fiesta, desde que me contó lo de Mayte y cuando durmió conmigo, desde que siempre me miró diferente y yo no lo notaba.

Siempre fue él.

No te arrepientas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora