Primera

25 1 0
                                    

Creo que está pasando, vuelvo a sentir esas estúpidas mariposas en mi estómago.
Estoy sentada en el sillón de mi casa frente a la televisión, están pasando un especial de Navidad, pero no pongo atención, sólo veo personas hablando y moviéndose, pero mí mente está en otra parte. Quizás pase la mayor parte de mí tiempo pensando en él, pero ¿Por qué?, ¿Por qué estás en mis pensamientos tan constantemente?
Tomé mi celular y vi la foto que había publicado en su cuenta de Instagram. Era su nueva plañoleta y tenía 3 nudos, en el medio estaba el que yo le había regalado. Le di like de inmediato, me pareció lindo que lo pusiera.
Realmente algo me hizo ese niño, no me lo podía creer, llegó el momento de hacer algo que demostraba que él me hacía sentir cosas raras.
Hoy le escribiría algo, una carta que tal vez algún día le de.

Algo veo en tus ojos, veo constelaciones enteras, llenas de algún extraño polvo cósmico que los vuelve más perfectos. Te veo y me veo en ellos viéndome, deseo que lo hagas, que me veas de la misma manera en la que yo te veo. Ojalá pudieras leer esto ahora y supieras que me estás empezando a gustar de una manera sobrenatural, que los momentos que hemos pasado juntos, las risas, los abrazos cortos o largos, las miradas de lugar a lugar... Absolutamente todo es perfecto.
Mi exodita cree que haríamos linda pareja, y es que en mi tribu ya no es secreto que me gustes.
Te hemos puesto un apodo "ojitos". Ojitos me encantas, me fascinas.
No es necesario decirlo, a veces creo que cuando te miro te transmito todo eso, disfruto sonrojarme contigo, disfruto sentir las famosas mariposas volando por todo mi estómago, simplemente te disfruto a ti.
Quizás estemos destinados a estar juntos o quizás no.
Voy a intentar André, ahora eres mí nuevo sueño.

No sé si era exagerado, lo que sí sé es que tal vez no se la de nunca. Tal vez me falte valor, o tal vez no quiero que me vuelvan a romper el corazón.
Dejé el lápiz a un lado y me levanté de mi cama, caminé hasta la ventana de mi cuarto y vi el sol que lo cubrían las nubes. Era exactamente lo que me pasaba, siempre que intentaba brillar había alguien o algo que me cubría. Me reí para mí misma y negué con la cabeza, André no me dejaba brillar, sólo me cubría.

Prácticamente todas mis vacaciones de invierno me las pasé deseando que iniciara éxodo, lo necesitaba, tenía que verlo, quería volver a verlo sonreír conmigo.

No te arrepientas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora