Me enamore de mi enemigo - Starco (En edición)

.:Capítulo 3:.

Narradora POV

—Pero, ¿cómo es posible?— aquel guardia se puso en alerta al ver la molestia en el contrario, pero eso no impidió que siguiera hablando —, se supone que...

 —¿Qué soy cruel, y que tengo sed de sangre? — la pregunta de Marco salió con un tono sarcástico —, lamento decepcionarte, pero no tengo sed de sangre, y no soy una replica de Ludo, si eso era lo que esperabas.

—Creí que Ludo te convertiría... —dejó el resto de la pregunta en el aire.

Una escalofrío recorrió el cuerpo del moreno, que gruñó frustrado ante la insistencia de aquella persona, ¿qué no tenía que regresar a su maldito reino? 

—¡Todo el mundo lo cree! ¡Creen que soy como él! —Marco agitaba los brazos dando énfasis a sus palabras —¡creen que estoy obsesionado con el poder y la guerra! ¡Pero, ¿adivina qué?¡ ¡Soy al que menos le interesa eso! —se giró, dispuesto a seguir su camino, pero aquel guardia parecía no rendirse con él.

—Solo, una pregunta más...—dijo mientras levantaba su dedo índice.

—Adelante, pero te la responderé, y te largarás lo más rápido que puedas a tu reino   —el príncipe de Mewni Night estaba seguro que unos minutos más con él, y si lo mataría.

  —¿Por qué no los matas?...

 

Marco POV

Las palabras estaban atoradas en mi garganta, era exactamente la misma pregunta que me hacía yo cada día.

—¿Por qué te interesa eso?  —la pregunta salió en seco, este tipo me molestaba cada vez, ¿acaso no le tenía aprecio a la vida?

  —Porque es mi gente — levantó la voz, por lo cual le miré con un mueca —tu enemigo, pero les salvas la vida en vez de quitárselas, así que no eso no tiene sentido para mi. 

Tenía razón.

Le di una patada a una rama que estaba cerca, y esta salió volando lejos de nosotros, miré a aquel sujeto  con una expresión que daba a conocer la poca paciencia que estaba dentro de mi.

  — No lo sé, ¿de acuerdo? — le di un empujón que lo llevo al suelo —¡no lo sé! Sé que son mis enemigos, comprendo que si están aquí es para dañarnos, ¡y también comprendo que debería haber un odio mutuo¡ —suspiré mientras le veía levantarse —, pero, también reconozco que solo hacen lo que les piden, son solo personas que luchan por vivir, y con ello, yo no puedo odiarlos. 

  —Tienes compasión —trato de tomar mi brazo, por lo cual me alejé—tienes sentimientos humanos, no eres como él. 

—No —negué —no soy como él, porque comprendo que no todos son los culpables, y eso es lo peor, porque tengo que matarlos.

 — No tienes que — susurró.

Caminé hasta llegar a lo que reconocí como el campo de batalla, que era la linea de división en Mewni, y que además unía a nuestros dos reinos en un espacio determinado para pelear.

Era un espacio enorme, plano, el piso eran cuadrados de color rojo y blanco, la tierra era notable en estos, rodeado por árboles tanto verdes y frondosos como secos y muertos. Era inmenso, justamente el lugar en el que se desataría la guerra por la dimensión.

Comencé a andar para mi casa, ignorando todas las veces en las que me llamó, solo quería ir a casa, buscar a mis amigos para comenzar esta inútil misión.

  —No le dirás nada de lo que escuchaste, o te enteraste — amenacé al guardia que se giró al oírme, le seguía dando la espalda.

  —Comprendo

— Si lo haces, olvidaré que solo eres un peón del Rey, y mi espada estará en tu garganta —su silencio me confirmó que estaba pensando en algo que no se atrevió a decir.

Seguí en mi camino, comprendiendo que, si a aquel guardia le importaba su vida, no comentaría nada de lo que vio o escucho.

Suspire con frustración, ahora tendría que encontrar una manera de hablar con Jackie, Ferguson y Oscar, sin que ellos se exaltaran o molestaran por la misión sorpresa.

Me esperaba un día largo... 

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Editado.

-Lizy