Capítulo 9

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Han pasado sólo dos semanas desde que me enteré que seria madre. Desde ese entonces no me dejan hacer casi nada sola... Mis amigos vienen a visitarme de vez en cuando y Taylor... Él... Está siendo muy tierno conmigo. ¡Incluso está tomando clases de cocina!
¡Oh por todos los dioses!
Cuando me enteré... uff.

Supe que casi quema la cocina ocho veces seguidas..

Si... Exacto... Ocho...

-Taylor... No es necesario que me cargues para bajar las escaleras... sólo tengo semanas de embarazo. Espera a que tenga meses y hay quiero verte.

-Entonces... Hay que prepararse.-Me dedicó una sonrisa y besó mi frente mientras me dejaba en el sofá.

Aún se sentía culpable por lo sucedido con los vampiros y las brujas. Aunque jamás volvimos a tocar el tema después que regresamos a la mansión.

-Hoy vendrá Amelia, la Luna de la manada vecina a hacerte compañía.

-Ok...-Suspiré.

Quería que él se quedara conmigo, pero tenía que hacer cosas de alfa... En cambio los demás, tenían que entrenar y otras cosas.

Tomé un libro de la pequeña mesa de baldosas de a un lado y comienzo a leer Bajo las sábanas
Con el título te decía todo ...

Estaba entre mi hermosa lectura cuando...
Comenzaron a tocar la puerta.
Bufando tuve que dejar el libro a un lado con el marcador de páginas de color fucsia que me dio Allan y abrí la puerta.
Ahí se encontraba una chica de cabello negro como la noche, piel un poco pálida y ojos marrones con un leve iris más claro, ella sostenía una canasta con algunos dulces y confites, mientras usaba un largo vestido azul con blanco y una cola alta.

-Y tú eres...

-Amelia.-Sonrió mientras me daba la canasta.

-Eso es de parte de Mathias.

-Uhh... ¡Ah! Tú eres la Luna de la manada vecina. Ven, pasa.-Le sonreí y me puse a un lado dejándola entrar.
Ella inspeccionaba la casa por todos lados con la mirada, se parecía a mí cuando me secuestró mi mate.

-Bueno~ Me dijeron que te hiciera compañía, Daemon dijo que eras una chica encantadora.

-¿Daemon?...
Comencé a pensar en todos los de la manada pero... no conocía a nadie con ese nombre.

-Daemon es un amigo de Mathias, mi mate y de vuestro alfa, Taylor.

-Él nunca me hablo de él...

-Debería... Él se sacrificó por él en la batalla.

Tragué duro, él se había sacrificado por Taylor y él...

¿Ni siquiera lo mencionó?

Hablaría con él más tarde...

-Y... Amelia ¿Sabes esto de tener cachorros?...

-Bueno... Yo tuve uno, pero...

Un silencio algo incómodo se apoderó de la habitación haciéndome pensé que tal vez metí la pata
...

-Yo... Lo siento, si...

-¡No no!.-Movió su mano frente a su rostro- Es que... Mi bebé murió a la semana de nacido.-Habló con tranquilidad aún que... Era un tema complicado.
Perder un bebé... era algo difícil de superar
Pero ella parecía estar bien.

Me quedé callada unos momentos mientras ella comía una golosina de la canasta cubierta de chocolate.

-Su nombre era Shaon.

-¿El de tu hijo?.-Ella asintió con la cabeza mientras me miraba tiernamente.

-Él... Nació con un problema, era enfermizo... Como soy una chica mitad vampira y mitad hechicera. Tanto ADN mezclado no era muy bueno para él...

-Y peor en época de invierno.

-Piensas que en el futuro tú...

-Ya lo estoy.- Sonrió levantando un poco su vestido dejando ver una barriga mucho más formada que la mía.

-Tengo algunos meses... El doctor de nuestra manada dice que tendrá más sangre de lobo así que saldrá todo bien.

-Eso deseo...

Me despedí de Amelia y a los cinco minutos que ella se fué llegó Taylor mientras sonreía.

-Es hora de que mi hermosa Luna tenga su revisión.

¿Revisión?

-¿Revisión?... Hablas del bebé.

-Exactamente. Hay que ver si esta todo en orden.-Indicó un hombre robusto con un tatuaje en su brazo de un Eclipse y un nombre al lado Lara.

Me llevaron hasta una habitación de la casa que no conocía, era toda de color crema,tenía una pequeña camilla y muchas cosas de curaciones y medicinas.

-Bien... Recuéstese.-Apuntó a la camilla con un bolígrafo y cuaderno en su mano. Mientras escribía algo en ella

Me acosté en la cama y él me levantó un poco la ropa a lo que Taylor gruñó levemente

Que lindo...

Me puso un gel muy frío en mi estómago y comenzó a mover un aparato sobre este.

En una pantalla a un lado se veían unos pequeños latidos junto a los míos y segundos después vimos una especie de cuerpo bien pequeño alrededor de un gran espacio.

Yo decía entre mí...
Tiene mucho espacio para nadar

-Parece todo estar en orden.

-¿Taylor?.-Lo miré de reojo. Él estaba muy entusiasmado mirando la pantalla mientras sonreía.

-Mi pequeña...-Susurró

-Aún no se sabe que es... -Dije yo mientras lo miraba graciosa.

-Estoy seguro que será La pequeña de los ojos de papá.

Me limpiaron el gel del estómago y me fui con Taylor al jardín mientras hablábamos de que nombre ponerle a nuestro futuro hijo o hija mientras mirábamos la fotografía que nos dio el doctor Augustus.

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"Encadenada por mi mate" #CLDWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora