Capítulo 21

4.5K 306 32
                                    

Taylor me llevó hasta su oficina y con cuidado me dejó sobre la pequeña mesa de madera que tenía varios documentos a su alrededor.
Observó por unos instantes aquel collar que tenía en mi cuello, el que me había entregado Sebastian.
Y luego se sentó en el barandal que se encontraba junto a la ventana, justo frente a mí.

-Tú... Quería disculparme antes que todo.- Murmuró mientras rascaba su nuca un poco incómodo.

-Si te refieres a todo lo que has hecho, debes tener en claro que jamás te perdonaré.

Taylor me miró de reojo, y luego suspiró.

-No sé que tanto sabes de mí, pero yo conozco todo de ti. Tu vida, tus inicios, todo.

Me quedé callada, no podía negárselo.
Él me había conocido prácticamente desde el nacimiento.
Y yo no sabía nada de él.

-Creo que es tiempo de que conozcas algo de mí.

La tensión se sentía en el aire, me contó como llegó a ser líder de la manada, aparentemente él nunca fue un alfa, sino que se había ganado el puesto hace mucho tiempo.
Me habló de sus padres, de que eran unos idiotas.
De como intentaron varias veces abandonarlo, y de como conoció a Richard en su niñez.

Era una larga historia.
Y estaba muy calmada hasta que comenzó a contar una historia que yo ya conocía.

-Hace muchos años atrás, en un día de lluvia. Un lobo se encontró con su destino. Era una hermosa chica de largo cabello que le arrastraba hasta los pies. Era su mundo entero, pero para ella... Él sólo era un simple callejero.

Se acomodó antes de seguir hablando

-Él le habría entregado cualquier cosa que ella pidiera. Pero ella no quería nada de él.

Inhaló con fuerza y luego exhaló suavemente mientras volvía su rostro hacia el ventanal. Mirando a través de este el bosque de una forma lejana. Parecía que su mente no estaba aquí.

-En una noche, después de conocerla.
Él se recostó a su lado mientras ella descansaba, a ella no le molestó. Y él estaba feliz de estar a su lado, comenzó a acariciar su cabello y se quedó dormido junto a ella. Tuvo una pesadilla horrible. Espantosa. Y al despertar aquella que amaba no tenía vida. La había asesinado mientras dormía. Lo llamamos "licantrobulismo". No tiene cura, pero si tratamiento.

–. . . Le enterré mis garras mientras dormía... Justo en el corazón.

Me quedé callada, perpleja.
¿No me estaba mintiendo?
¿Realmente la asesinó sin querer?...
Mi corazón era muy blando algunas veces, así que no pude evitar abrazarlo cuando algunas lágrimas comenzaron a emerger de sus brillantes ojos.
Él me correspondió, y posó su barbilla sobre mi cabello. Y nos quedamos así por varios minutos.

-Megan, enserio no quiero perderte.- No era tan tonta como para hacer como sí nada y vivir una vida de fantasía. Él sólo me veía como Victoria, pero yo no era ella. Sólo le sonreí. Y luego me marché.
Cuando le miré antes de cerrar la puerta observé a Taylor mirando la ecografía de Dahlia, posiblemente la encontró cuando fue por mí.

***

Pasaron los días.
Los días se volvieron meses.

Y no volví a ver a los demás, sólo sabía que seguían encarcelados.
Pero me preguntaba porqué no aparecía Arkan y Sebastian.
Lamentablemente todo se comenzaba a volver natural, volví a dormir con Taylor en su habitación, aunque en camas separadas, así los niños tendrían sus cuartos privados.

Eran alrededor de las 9 a.m. cuando me encontraba maquillándome frente al pequeño espejo de cristal en la habitación, me puse un poco de brillo labial, una máscara de pestañas y un poco de corrector para mis ojeras.
Podría dormir durante horas, y no iban a desaparecer.

"Encadenada por mi mate" #CLDWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora