Capítulo 14

5.4K 338 31
                                    

-Taylor...

Me quedé en shock. Viendo aquellos ojos sin emociones de aquel que amaba, mi Taylor. ¿Qué le sucedía?...
Mientras me quedaba viendo aquellos ojos acabó el eclipse. La luz blanca de la luna volvió a iluminarnos y comenzaron a irse algunos de los presentes. Excepto Taylor y Richard.
Incluso Allan se había "ido" , si echar a rastras de la mansión era irse.

-¿Ahora qué Alfa?.- Musitó Richard, dejando en el césped a la gatita de pelaje blanco con la que llevaba consigo.

-Lleva a Megan al cuarto "especial".

¿Especial?
¿Dijo "especial"?

. . .

Yo en verdad no sabía que decir. Richard me sujetó del brazo y me llevó a aquel supuesto cuarto. Estuve callada durante todo el trayecto hasta que nos topamos con una gran puerta de madera color negro. Con algunos pequeños detalles de cristal en el marco.

Richard abrió la puerta y me hizo entrar. Poniéndose en una orilla de la entrada mientras me miraba algo apenado.

-Richard... ¿Qué está pasando?...

-Enserio deseaba que no fueras la elegida, Meg...

-¿Qué pasará conmigo?...

-Taylor realmente no es tu mate. Él... Sólo deseaba tenerte cerca, ya que si eras la chica de la profecía... Significaba que él obtendría más poder. En parte es bueno... Ya que si no lo eras... No sé si Taylor te habría dejado vivir.

Me quedé callada.
Él habría sido capaz de asesinarme si no era aquella chica... Debía huir. Nuevamente de él.
Pero esta vez, para siempre.

-Aún no respondes mi pregunta...

-Bueno, en verdad no sé que decirte-. Suspiró. -Ahora que sabe la verdad. Ya que estás esperando a su cachorro te dejará vivir hasta entonces. Ya que... Meg. La hija de Eva no es especial en sí. Lo que es especial es el hijo que dé. Ya que es el boleto de seguridad para Taylor. Poder.

Él sólo quería al bebé.
No a mí.

-Richard... Por favor ayudame a escapar...

-Lo haría si pudiera. Creeme que lo haría. Pero no creo que logres escapar ni con mi ayuda. Después de todo él te perseguirá hasta el fin del mundo.

Y se fue. Logré escuchar como le ponía seguro a la puerta tras cerrarla. Y entonces comencé a conocer la habitación, era la mitad de mi anterior habitación, bueno. La habitación del Alfa.
Había una cama pequeña pero cubierta con la suficiente cantidad de sábanas y frezadas como para cubrirme.
No había ningún espejo, nada con filo.
Incluso los muebles estaban adheridos al suelo.
Él tenía todo preparado desde antes.
Lo odio.
Ahora si puedo decir que lo odio.
Me utilizó.
Iba a matarme.
¿Realmente no le importo a nadie?...

Lloré durante horas, recostada sobre aquella dura cama.
Y finalmente, me quedé dormida.

***

Al despertar ya era de día, no había ningún reloj cerca, pero podía adivinar que eran alrededor de las 10 a.m.
Me senté sobre la cama tocando mi pequeño vientre.
El bebé no tenía la culpa de que su padre fuese un imbécil.
Le iba a proteger a toda costa.

-Yo prometo... Que siempre estaré ahí para ti. En las buenas y en las malas. Incluso después de la muerte, Dahlia.

Tras decir aquellas palabras sólo pude sonreír levemente.
Me asomé por la única ventana que había en la habitación, era un poco pequeña y angosta. Pero creo que podía pasar por ella.
Miré hacia abajo, era una caída muy alta. Me preguntaba donde se encontraba el cuarto, después de todo. No le di mucha importancia cuando estaba caminando con Richard.

"Encadenada por mi mate" #CLDWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora