Cap. IV. La Sombra del Poder Maldito.

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El sol estaba justo sobre sus cabezas mas sin embargo el día no estaba caluroso, o por lo menos no para ellos, ella llevaba un kimono bastante bonito pero a simple vista parecía muy caliente y los dos chicos que la acompañaban tenían grandes abrigos cubriendo su ya caliente yukata.

"Como me metí en esto" Pensó frunciendo el ceño al escuchar la risa del rubio y un leve sonido proveniente de la mujer que ahora los acompañaba, debía admitir que esos dos se parecían mas de lo que esperaba y por consecuente se hicieron amigos muy rápido.

-Teme...- Llamo el rubio haciendo que Sasuke se girara ligeramente para verlo de reojo. –No crees que...-

-Ni se te ocurra- Corto sintiendo la mirada de confusión de la chica sobre él, sin darle importancia le indico al rubio que se acercara a él un poco más.

-Etto... Ya vuelvo- Agrego la ojiblanca sorprendiendo a ambos hombres, su percepción era bastante aguda y se dio cuenta que el pelinegro no confiaba en ella.

-Ya se fue- Concluyo el rubio girándose nuevamente al pelinegro. –Va a viajar con nosotros... Que se supone que haremos si encontramos a la sirena?- Dijo cruzándose de brazos algo irritado.

-Debes ser tan hablador?- Interrogo sin responder a la pregunta de Naruto, esto lo hizo enfurecer pero solo se digno a apretar los puños. –Es una humana, su simple presencia significa molestia-

-Cocina muy bien- agrego el rubio sonriendo viendo la expresión de perplejidad de Sasuke. –Además, es una chica muy linda- Reflexiono llevándose las manos a la nuca.

-Si tanto te gusta intenta estar con ella- Dijo fríamente cruzándose de brazos. –Realmente no es mi problema-

-Iie- Dijo tajante sorprendiendo al pelinegro. –Hay algo que perturba la mente de esa chica, por algo mintió para venirse con nosotros, y tu ingenuo aceptaste- No pudo contener la sonrisa al decir la última frase, el solo imaginar al pelinegro creyendo que alguien como el había aceptado llevar a alguien en aquel hasta ahora aburrido viaje.

-Eres impredecible- Dio como respuesta empezando a caminar en dirección contraria al rubio.

-Oe teme- Llamo haciendo que el pelinegro se detuviera unos segundos. –Deberías saber que no soy ese tipo de personas- Completo viajando al momento en el que él y su amigo se conocieron.

"Dobe" Pensó Sasuke suspirando, no podía olvidar aquel día, realmente era algo digno de recordar.

Flash Back.

Una tormenta se había desatado, el viento no permitía gran movilidad y las grandes cantidades de agua volvían la lucha algo muy pesado, mas contra la naturaleza que contra el oponente.

Su espada centellaba con la luz de cada rayo que iluminaba aquella noche tormentosa, esquivo un golpe y lanzo la espada rozando el brazo de su enemigo, sonrío y desapareció, sus ojos carmesí se movían rápidamente alrededor del cazador, salto y cuando iba a clavar su espada en aquella espalda, fue empujado.

-Kisama- Murmuro el recién llegado ayudando al mal herido. –Es una mujer!- Grito mostrando sus ojos igualmente rojos, vio con incredulidad aquello.

-Es una cazadora- Gruño alzando nuevamente su espada. –Si para matarla debo asesinarte que así sea!- Grito y salto hacia el recién llegado justo cuando un rayo caía cerca de ellos iluminando al rubio recién llegado y a un pelinegro empuñando su espada.

-Divertido- Sonrió el rubio deteniendo con su propia espada la del pelinegro. –Demo debes hacer más que eso!- rugió empujando nuevamente a Sasuke.

La Maldición de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora