Cap. X. Conociendo un Poco mas de Ti

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Los gritos y lamentos se hacían cada vez menores en su cabeza, podía escuchar y sentir el dolor que cargaban aquellas almas, y aquella criatura, siempre presente, en todas y cada una de esas pesadillas, degolladas, mutiladas hasta el propio suicidio se repetían una y otra vez en su cabeza, aquellas imágenes de esas personas que al igual que ella habían quedado en ese bosque.

"Tal vez si fui tonta... Tal vez si me dejo aquí" Pensó sintiendo un dolor en su pecho, podía ver sus manos cubiertas de sangre, sangre que no era de ella, subió su mirada y encontró el cuerpo del pelinegro con ambas espadas atravesándolo. –Sasuke-san!- Su horror no le permitía caminar, era esa sangre la que tenia en sus manos.

Cayo sobre sus rodillas sintiéndose estúpida, no podía, no podía recrear aquello en la realidad, asi la dejara ahí, asi el fuese su asesino, ella no podía matarlo, simplemente no podía matar a aquel que le había dado una razón para tener esperanza de que su madre estuviera viva.

El cansancio empezó a apoderarse de su cuerpo y el dolor que había olvidado se volvía a hacer presente, sintió ardor en su rostro, podía sentir su propio cuerpo e instintivamente intento abrir sus ojos, sus perlados ojos le fueron mostrando primero de manera borrosa pero luego mas y mas clara un paisaje, un paisaje que se movía.

-Hmm- Un sonido escapo de sus labios al sentir una tibieza bajo su cuerpo, no tenia fuerzas para moverse pero se sentía segura ahí, relajo nuevamente su cuerpo sintiendo el ardor de su rostro.

-Despertaste- Una ronca voz la hizo sorprenderse y moviéndose en su lugar casi hace que ella y su salvador cayeran al suelo. –Quédate quieta- Se quejo gruñendo mientras se detenía para descansar.

-Sasuke...- Murmuro mientras veía como la espalda del chico se alejaba de ella, su cuerpo sintió el frio del suelo nocturno, sus ojos recorrieron el lugar intentando entender donde se encontraban y que había pasado con las llamas que había dejado atrás.

-Esa cosa...- Empezó el pelinegro agachándose frente a la chica, su ropa todavía estaba desgarrada a la altura de la marca de su maldición. –Te puso una prueba- Completo viendo la expresión de desconcierto de ella.

-Como estas?- Dijo recordando de golpe lo que había pasado. –Déjame...-

-Preocúpate por ti- Regaño poniéndose de pie. –Bastante que te lastimo como para que te preocupes por un Demonio- Sus palabras sonaban amargas, Hinata vio como apretaba sus puños de forma inconsciente.

-Estoy bien... Ahora- Dijo intentando sonreír, Sasuke sorprendido se giro para ver aquella expresión que adornaba aquel níveo rostro, un ligero sonrojo apareció en aquellas mejillas relajándolo.

-Ya veo- Acepto caminando lejos de la chica. –Espérame aquí- Ordeno al sentir que ella quería ponerse de pie.

-Hai...- Murmuro apretando la delicada tela de su ropa entre sus manos. "Que le habrá pasado" Pensó al ver como el chico desaparecía entre la oscuridad del bosque, sabía que aquel bosque estaba deshabitado, en el solamente se encontraba aquella criatura y una posible familia, en caso de que tuviera.

La luna estaba casi oculta lo que indicaba que pronto amanecería y sería más fácil salir de aquel bosque, por lo menos habían sobrevivido; sonrió ante la idea y se estiro un poco notando una molestia en su hombro, subió su mirada y vio como estaba desgarrada parte de sus ropas y una mancha negra estaba en su piel.

"Que es..." Pero su pensamiento se corto al reconocer parte de los símbolos que su vista alcanzaba a ver, lo toco y no sintió ninguna molestia, solo una agitación en su interior. –Que significa esto- Murmuro para si volviendo su vista al lugar por donde se había ido el pelinegro.

La Maldición de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora