La Maldición de Amarte

Cap. VI. El Mensaje, es Momento de Huir.

La noche había caído más rápido de lo que ellos esperaban, pero igualmente prepararon sus cosas para descansar en aquel lugar que aunque era algo incomodo para la humana, el pelinegro ignoro obligándola a obedecer.

-Por lo menos ya está bien- Dijo la pelirrosa viendo a la ojiblanca hablando con el pequeño dragón. –Quisiera saber... Como se hicieron con esta compañera- Interrogo mirando al pelinegro.

-Eso... Es culpa del dobe- Respondió tranquilo dejándose caer apoyado en un árbol.

-Oe! Si no mal recuerdo tú fuiste el que le dijo que si!- Se defendió el rubio sentándose frente a su amigo.

-Así que... Logro engañarte- Dijo extrañada la pelirrosa viendo al pelinegro que molesto giro su rostro evitando aquellos verdes ojos. –Hubiese sido bueno ver eso-

-Ella estaba muy feliz- Agrego el rubio girando su mirada hacia donde se hallaba la pequeña chica. –Demo... Es bastante difícil cuidarla-

-La cuidan?!- Dijo incrédula la pelirrosa sentándose en medio de ambos chicos, su mirada iba de uno al otro esperando una respuesta. –Respondan!- Se impaciento pero el pelinegro soltó un gruñido y poniéndose de pie se disponía a marcharse.

-Volveré en un par de horas- Explico desapareciendo de la vista de sus amigos, el rubio solo consiguió suspirar y la confusión de la pelirrosa crecía con cada comportamiento extraño entre sus dos amigos.

-Naruto...- Llamo captando la atención del chico. –Como que la cuidan?- Volvió a interrogar pero ahora un poco más tranquila, los ojos azules de su amigo se giraron para verla y solo mostraban un brillo de preocupación.

-No podemos dejar que muera...- Dijo en un murmullo bajando su rostro. –El teme y yo hemos aprendido a tenerla como compañera de viajes-

-Nani?!- Se puso de pie de golpe mirando como la ojiblanca asustada abrazo al dragoncito que estaba con ella, luego miro al rubio que solo atino a bajar un poco más su cabeza. –Sasuke piensa igual?- Murmuro viendo como la chica se ponía de pie con dificultad y se iba detrás del dragón.

-Iie... O bueno... Realmente no lo sé... Él es quien realmente la salva cuando pasa algo- Se sincero cruzándose de brazos, pudo sentir el olor de la chica moverse pero para donde iba no había ningún peligro que fuera a dañarla.

-Sasuke!? Salvando a una humana?- Dijo incrédula sentándose nuevamente frente al rubio. –Y tú?... No los odiabas?-

-Hai... Antes de ella...- Murmuro algo avergonzado. –Realmente parece estar cómoda con esto de viajar en compañía de dos criaturas que podrían asesinarla en cualquier momento-

-Deben dejarla- Ordeno colocando una de sus manos sobre la del rubio, este confundido subió su mirada. –Ella no sirve para esto...- Suspiro intentando sonreír. –Es una simple humana, lo estará retrasando y poniéndolos en peligro- Su tono sonaba bastante preocupado.

-Demo...-

-Nani mo... Deben dejarla, en el próximo pueblo deben dejarla... No creo que desees que muera y en manos de una bestia que tú no pudiste detener- Dijo serena sintiendo como el rubio apretada sus puños de impotencia, sonrió para él.

-Sasuke-teme sabrá que hacer...- Dijo viendo como los ojos de la chica se abrían incrédulos, su boca de abrió ligeramente simulando un grito que nunca llego a salir.

-Demo...-

-Iie... Decidimos llevarla con nosotros, si la dejamos será de donde la sacamos- Dijo sonriendo ampliamente sin entender las verdaderas intenciones de la pelirrosa.