Cap. XII. La Verdad sobre Ti.

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El sol había salido hacia unos cuantos minutos, los suaves rayos del sol habían empezado a molestarle en la cara por lo que se movió intentando esquivarlos, deseaba seguir durmiendo pero al darse la vuelta sintió como algo la inmovilizaba abrió pesadamente sus ojos cegándose por unos segundos por la luz del sol.

-Te mueves demasiado- Se quejo la voz masculina viendo como ella sorprendida intentaba separarse haciéndolo reír. –Te sientes mejor?- Pregunto liberando de su abrazo a la chica que se quedo apoyada sobre su pecho.

-Hai...- Murmuro respirando un poco más tranquila al sentir el latir del corazón de su Demonio. –Te moleste mucho?- Interrogo al sentir como el empezaba a acariciar su largo y ahora desordenado cabello.

-Hmp- Gruño y levanto el rostro de la chica para poder besarlo, Hinata solo pudo sentir como dejaba de respirar momentáneamente mientras se perdía en el sabor de aquel chico.

Se separo lentamente mirando hacia adelante, podía sentir como la chica se revolvió en su pecho como intentando terminar de despertarse, realmente era una chica muy extraña, cerro sus ojos disfrutando del dulce aroma que ella poseía y que empezaba a resultarle demasiado tentador.

-Sasuke...- Aquella suave voz lo hizo volver a la realidad bajando su mirada roja miro a la chica entre sus piernas. –Debemos volver ahora?- Interrogo con cierto toque de tristeza en su tono.

-Hai...- Respondió roncamente poniéndose de pie al fin, ayudo a Hinata a ponerse de pie y empezaron a caminar lentamente, uno junto a otro, sentía el deseo de tenerla cerca, de sentir aquel calor que su pequeño cuerpo transmitía brindándole tanta paz. La miro de reojo y vio que caminaba algo distraía como buscando algo.

-Sasuke...- Volvió a llamar deteniéndose unos segundos. –Necesito...-

-Teme!- Grito una tercera voz haciendo que ambos se giraran. –Nos tenían preocupados- Gruño el rubio con una gran sonrisa mientras señalaba a la pelirrosa a unos cuantos pasos detrás de él.

-Konichiwa Naruto-kun- Saludo tímidamente la ojiblanca sintiendo un leve bufido por parte del pelinegro. –Sakura-chan...- Agrego viendo llegar a la chica.

-Dobe...- Llamo captando la atención del rubio recién llegado. –Pensé que nos esperarían donde nos separamos- Dijo casi en regaño bajando lo mas que pudo el tono de voz, no deseaba molestar a la ojiblanca pero se sorprendió al escuchar la suave risa de ella.

-Onee-san!- Una tercera voz salió de la nada, era mucho más ronca que las demás y era extremadamente mas ensordecedora. –Que alegría- Dijo aterrizando frente a la chica.

-Fuwa! Umiko-chan! Qué bueno...- Dijo aliviada acariciando al dragón, este solo sonreía complacido ante aquel acto.

-Hinata...- Llamo la castaña que se encontraba un poco avergonzada. –Gomen... Yo no... Ayer...-

-Iie... Umiko-chan qué bueno que estas bien- Dijo tranquilamente sonriendo y abrazando a su amiga que suspiro tranquila mientras le devolvía el abrazo ante la atenta mirada del pelinegro, este divago un momento en lo que había pasado el día anterior.

Flash Back.

Separo lentamente sus labios de los de ella sin soltar todavía su cintura, había quedado atrapado en aquel suave beso que le había propinado y no deseaba que terminara pero, debían volver.

-Iie...- Murmuro ella tomando su brazo para detenerlo. –Todavía no...- Murmuro recordando las molestas palabras de su amiga.

-Nani?- Le pregunto confuso, ella era siempre la que se preocupaba por sus compañeros y era obvio que le preocupaban pero, de ahí a negarse a ver si estaban bien, era realmente extraño.

La Maldición de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora