Son las 19:55 y mis manos sudan, estoy nerviosa y un poco malhumorada. Mi compañera de clases acaba de llegar hace poco menos de 30 minutos, a andado mandona y como sí fuera poco no he podido pescar nada de lo que dice, mi mente está en otro asunto... Otro asunto con nombre y apellido "Joseph Coratella"
Lleva más de 15 minutos esperando afuera por una respuesta que no puedo darle, hay algo en él que me inspira confianza, pero ¿Cómo le cuentas el secreto del siglo a alguien que acabas de conocer?
El reloj sigue avanzando y yo a duras penas logro llevar el ritmo de la música, Plie, grant Jette, primera posición, Tilt... ¿O era grant Jette, Plie, Tilt y primera? Oh no lo recuerdo, estoy demasiado distraída como para esto.
El reloj marca las 20 y hoy más rápido que nunca Alissa se percata de ello. Hoy que necesito tiempo detiene la práctica justo a tiempo ¡Pero ayer! ¡Ayer! Fue tan diferente, me dejo casi veinte minutos más ¡Y hoy no!
Ella recoge sus cosas y eso sólo consigue ponerme más nerviosa y como sí eso no fuera demasiado, lo veo entrar por la puerta, con su cabello igual de arreglado y aquellos ojos verdes brillante buscándome a través de la habitación. Simplemente me encanta como se ve. Al verme sonríe con cierta amplitud y se acerca a mí.-Estas hecha un desastre -Soltó así sin más. Justo como sí eso fuera lo que toda chica desea escuchar. -Deberías irte a arreglar, a donde iremos no te van a dejar ir con tan mala facha
- Espera.. ¿Qué? ¿A donde iremos?
- Bueno yo tengo hambre y tu tienes mucho que contarme -Contestó con total naturalidad, haciéndome arquear una ceja.
-Explicate...
Soltó un largo bufido que logró que mis brazos se cruzarán expectante a su explicación -Eres un poco lenta, estoy invitandote a comer, así me cuentas todo.
Había algo en el que me pedía a gritos que confiara, algo que me hacía pensar que al fin conocería a una persona como yo, quizás si lo fuera, pero si él era como yo de seguro no le iba a agradar, aveces eres el diferente entre los diferentes y nuevamente tienden a odiarte....
-¿Tus padres no te enseñaron que no hay que salir con extraños? -cuestioné en una actitud relajada- No puedo contarte mis secretos, no te conozco, aunque... ¿Quién dice que es un secreto? Puede que yo sea la hija adoptiva de Leonardo Di Caprio y tenga un Jet estacionado en el jardín que me lleva de Francia a Inglaterra y viceversa
- Oh vamos, no pasará nada ¿Confías en mí?
Su pregunta quedo resonante en mi cabeza, claramente debía decir que no, no debía ir, no podía, no iba a hacerlo....
-Esta bien vamos...
Bueno, si no debía ir pero había algo que me obligaba a ir ¿alguna vez has escuchado eso de que la sangre llama? ¿Si? Bueno, algo así.
Le pedí que esperara un segundo mientras me cambiaba, como siempre me fui a los vestidores de la academia, me paré frente al espejo y con un pequeño chasquido de dedos, cambié mi atuendo ¿Qué? ¿Nunca lo han hecho? ¿No? ¿Sólo yo me cambio de esa manera? ¿Si? Entonces es una de las ventajas de ser quien soy.
Medité en mi nuevo atuendo unos segundos, los suficientes como pensar que realmente había estado cambiándome. Llevaba unos shorts, una de mis viejas blusas y la chaqueta del Studio, estaba perfecta porque de seguro y sólo iríamos por una hamburguesa a la esquina o algo así.
Al cabo de unos pocos minutos salí al corredor donde Joseph ya me esperaba, me dedicó una de aquellas radiantes sonrisas de las cuales ya estaba segura de que eran para mí y totalmente dedicadas.-Creí que demorarías un poco más, ya sabes como aquellas que tardan como mínimo un cuarto de hora retocando su maquillaje.
-Pues sí no lo has notado soy un poco básica -respondí encogiendome de hombros en actitud relajada.
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Scarlett
Fantasy¿Crees en las seres sobre naturales? Sé que mi pregunta es bastante directa y abierta, pero necesito saber que es así. Si me dijeras que no, lo entendería, yo tampoco hubiese creído, pero soy Scarlett Grey Baker y esta es mi historia, la historia d...