¿Nos colamos?

58 13 24
                                    

Papá no era un hombre celoso, de hecho era la persona más pura y buena entre los hombres, pero de seguro mis mejillas sonrojadas le dieron mucho que pensar; ni si quiera entiendo porque me sonrojé, es decir, Joseph es muy guapo y sus facciones adorables, es amable y aquel acento inglés lo hace aún más atractivo, pero no es nada mío realmente, apenas y lo conozco, no tendría porque tener algún efecto en mí.
Nunca le había mentido a papá y mucho menos lo haría ahora, por lo que si papá quería saber quién era Joseph, yo se lo diría.

–Joseph es un chico que conocí ayer en mis clases de baile, es nuevo en la academia, intercambiamos números para poder quedar en algún momento, prometí ayudarlo con danza.

Bien, eso no era del todo cierto, pero yo no miento, así que supongo que ahora tengo un nuevo alumno al que ayudar, si omití algunos detalles como el hecho de que es mago, pero tengo mis razones, papá nunca me ha dejado interactuar con criaturas mágicas, ni ningún ser sobrenatural, más que con David, aunque él debió ser el primero al que alejaran de mí, al contrario de su tocayo Bíblico, David siempre se intereso más por nuestro abuelo materno, nunca quiso saber nada de lo bueno, por el contrario siempre prefirió unirse "Al lado oscuro" si, a lo Star Wars. David siempre a sido tan egoísta, no le importa lastimarme con tal de conseguir lo que quiere.

–¿Y el corazón alado de su nombre, cariño? ¿A que se debe? -insistió papá.

Tiene un lindo nombre, creí que se vería bien.

–Tienes cinco minutos.

Papá me tendió el teléfono y al instante me sentí una chica muy afortunada, eran las ventajas de siempre ser sincera con él, confiaba en mí,  aunque eso sólo logró que una ola de remordimiento me embargara. Tomé una gran bocanada de aire antes de revisar mis mensajes, en efecto era un mensajes de Joseph

"Hola, rubia. ¿Estas ocupada? Yo muero de aburrimiento, la escuela es un invento del mismo diablo."

No pude evitar reír ante su comentario, no tenía ni idea de como era la experiencia escolar, nunca necesité asistir, nací con gran conocimiento en el ambiente musical y al ir creciendo me convertí en prodigio cuando con tan sólo 11 meses empecé a tocar el piano con gran astucia. ¿No me creen? Lo sé suena imposible, pero como ya sé habrán dado cuenta no soy normal y eso tiene sus razones. Además de eso manejaba muy bien las ciencias, la historia, los idiomas, pero extrañamente seguía siendo normal en algo, odiaba por completo las matemáticas, nunca han sido y nunca serán mi fuerte.

"Tendré que hablar con mi abuelo sobre sus inventos, mago" -Tecleé lo más rápido que pude rogando que él también contestara rápido.

"Espero que tus clases no sean tan horribles" -Contestó.

Cada vez que un humano preguntaba por mis clases debía decir la misma frase "Estudio en casa" aunque en cierta parte eso era cierto, las pocas veces que papá estaba en casa solía debatir sobre un sinfín de temas probando mi intelecto y resultaba bastante educativo al final.

Scarlett
"Adivina, quién no asiste a la escuela ):"

Joseph
"Soy mago, no adivino, pero supongo que tu ¿verdad? ¡Tengo envidia de la buena! e_e"

Scarlett
"La envidia es mala, señor hoyuelos, aunque si te soy sincera me encantaría asistir a la escuela contigo"

Joseph
"Me encantaría que estuvieras aquí ;)"

Pude notar una mirada de impaciencia en mi padre, a él le gustaba ser rápido en lo que hacía y yo lo atrasaba considerablemente. Sabía que me quitaría el teléfono, por lo que fui al grano rápidamente.

ScarlettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora