David

20 7 13
                                    

El desconcierto en Joseph debía provocarme preocupación, pero no, me resultaba de cierta manera gracioso, sí... no soy buena reaccionando en los momentos incómodos. No podrían culparme ¡Era un Inglés indignado! ¿Existe algo más cómico?
De mis labios se escapó una mezcla entre un bufido y una risa. Joseph por supuesto que giró su mirada a mí, él no entendía nada y aunque quisiera explicarle, yo tampoco terminaba de entender qué hacía David en casa.

-Les daré un minuto y es mucho viniendo de mí. -Se dirigió a Joseph.- Pregúntale a tu amiguita, he hecho horribles cosas por mi impaciencia, no querrás averiguar qué.

Sólo le ví desaparecer dentro y supe por su actitud que nada bueno debía tener en su mente.

-¿Ese demente es tu hermano?

-Me temo que sí, somos mellizos. -Murmuré encogida de hombros.

-¡No se parecen en nada! Sé que los mellizos, no son idénticos como los gemelos, pero al menos deberían parecer hermanos.

-Aún hay muchas cosas que debes conocer de mí, es un mundo bastante amplio él que desconoces, pero prometo que te contaré algún día todo.

-En serio te compadezco, tener que lidiar desde que naciste con alguien así.

-He lidiado con él menos de lo que crees, ¿Nos vemos en el estudio mañana?

-Claro, es fin de semana de romperse las piernas o como ustedes dicen "Estirar" -Musitó con sarcasmo apoyándose en sus dedos para enfatizar su tono.

-Entra ya, Scarlett. -La voz de David resonaba dentro de mi cabeza. La sorpresa fue bastante evidente en mi rostro, porque Joseph en seguida notó que algo me pasó.

-¿Está todo bien? ¿Mi voz sarcástica te pareció ofensiva? -Cuestionó con bastante preocupación en él.

-Oh, no, no te preocupes. Sólo recordé que tengo un dueto con Allysa y ya sabes lo frustrante que es trabajar con ella. ¿Nos vemos mañana?

-Sí claro. -Murmuró y por un momento sentí que quiso acercarse más a mí. Lo noté en las expresiones de su rostro, pero también noté cómo se arrepentía algo incómodo.

David salió de casa bastante impaciente con la larga despedida. Le sonrió con toda la falsedad de su ser, antes de jalarme del brazo e introducirme dentro de casa. Intenté protestar, pero vi como Joseph sólo se limitó a despedirse con la mano.

-¿Que sucede contigo, idiota? -Refunfuñé bastante molesta.- primero te apareces aquí como si nada y luego me estorbas, después de todo ¿Que haces aquí? ¿Ahora si recordaste que tienes familia?

David sólo rodó sus ojos con bastante molestia, ¿Cómo podía ser él quién se indignaba? Chasqueó sus dedos y antes de que yo pudiera decir algo ya nos había teletransportado a un bosque, un bosque que yo conocía bastante bien. Mi mente se llenó de demasiadas preguntas, una fuerte oleada de dudas me embriagó. Busqué sus ojos, pero él no tenía ninguna intención de prestarme atención.

-¿Cómo haz hecho eso? -Fue lo primero que se ocurrió cuestionar.- No podemos llevar a nadie en nuestros viajes así por así.

-Mientras tú te quedaste en esa casa a fingir que eres una más de ellos, yo estuve haciendo lo que ambos deberíamos hacer, dominar nuestros dones. -Su indiferencia era demasiado pesada, el ambiente estaba repleto de esa aura oscura que siempre rodeó a mi hermano.

-¿A qué clase de emociones te has estado exponiendo, David? -Tenía miedo de escucharle porque aunque deseaba que no, sabía que David era avaricioso y no le temía a los límites.

ScarlettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora