El nacimiento

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Volaba por encima de las flores recién nacidas al comienzo de la primavera.
Era un bonito día de mayo, que hacía que el olor de las flores te hiciera estornudar y rascarte la nariz de picor.
Pero hoy no era un día de mayo cualquiera, sino en el que me dirigía a la casa de la familia Periwinkle, la familia que me había acogido durante quince largos años.
Estaba estupendemocioneufórica de verlos a todos de nuevo.
Había pasado tanto tiempo...
Hacía tan sólo unos días, Vainilla me había enviado una carta diciendo que ella y Pervinca iban a dar a luz a unos preciosos niños y que querían que fuera yo su niñera.
Pero esta vez no iba sola, sino con una compañera que me ayudaría a cuidarlos.
Se llamaba Tengounramodefloresdemuchoscolores, aunque los humanos la llamaban Deflor.
Era un hada de poca experiencia, y en cierto modo me recordaba a mí la primera vez que hice de niñera.
Tenía tantas ganas de mostrárselo todo.
¿Viviría una experiencia tan emocionante?
¿Sentiría el calor reconfortante de una familia?
Estaba tan emocionada...
Noté como mi compañera estaba nerviosa.
-No tengas miedo, yo he estado antes con esta familia y te puedo asegurar que nunca los tendrás miedo, además si necesitas algo yo te puedo ayudar.
-Gracias Felí, pero no estoy nerviosa, sino emocionada.
Pude ver ilusión en los ojos de aquella hadita. Sonreí.
Unas horas más tarde llegamos al valle de Verdellano, y más tarde al pueblo.
En cuanto pasamos la muralla ,vi que había tiendas que antes no había, casas distintas, y hasta la gente había cambiado.
Saludé a Roble.
-HOooolaaaaa FElíííí Cuaaaantooo TIeeeeempoooo, QUeeee Teee Traaaaeeee Pooor AQuííííí.
-He vuelto Roble
-Ooooo Yaaaa VEeeeeooo Yyyy TRaaaaeeees Uuuunaaa Aaamiiigaaa
-Vamos a ser las nuevas niñeras de los hijos de las gemelas.
-Oooo SIiiii CÓoooooomooo PAaaaaasa Eeel Tieeeeempoooo...
-Si, Roble, la verdad es que si...bueno ..nos tenemos que ir, que tengas un buen día.
-Iiiiiguuuuaaaalmeeenteee HAdiiitaaa.
Pasamos por la casa de los Polimón y vi a Flox con Acantos ya mayores, con un precioso niño pelirrojo que jugaba con un gato Pardo, y que al vernos nos saludaron a lo lejos.
Pasamos por la plaza Devién y Deflor me preguntó por el nombre de la plaza.
Suspiré.
-Es una larga historia que más tarde te contaré.
Pasamos por el puerto Capitán Talbooth y nos detuvimos un instante a observar la marejada.
Finalmente, llegamos a la casa de los Periwinkle.
Le faltaba el antiguo Olmo que, años antes, había sido derribado por una tormenta.
Miré hacia un lado y vi la charca en la que jugaban las gemelas de pequeñas, el árbol bajo el que se tumbaban a la sombra en verano, el barquito estrellado,el porche...
Una marea de recuerdos inundó mi corazón, como una tormenta.
Finalmente, me decidí a llamar a la puerta.
Oí unos pasos acercándose a la puerta que hicieron que mi corazón latiera cada vez con más fuerza hasta que la puerta se abrió.
Para mi sorpresa, fue mi bruja,Lala Tomelilla de los Senderos la que abrió.
Tenía ya el pelo prácticamente blanco y unos notables rasgos de vejez cubrían su rostro.
Por lo demás, estaba igual que hace unos años.
Al verla no pude reprimir las lágrimas.
-TOMELILLA
-FELÍ, HADITA MÍA
Tenía la voz más cansada y ronca, pero conservaba su suave y y reconfortante timbre.
-Pasa, pasa, Vainilla está dando a luz, o, tu debes ser Tengounramodefloresdemuchoscolores, Bienvenida a nuestro humilde hogar, por favor, pasa tu también.
Subid, Vainilla está arriba.

Las dos subimos rápidamente por las escaleras, llenas de fotos de la familia que yo había visto,y de otras nuevas que se debieron hacer después de que me fuera.
Cuando llegamos al pasillo vimos a Jim sentado en una silla delante de la puerta con pinta de estar muy nervioso.
-¡Jim, Enhorabuena ,vas a ser padre!
Jim levantó la cabeza.
-¿Felí? ¡Eres tú! ¡Que bien que hayas venido!
Tenía el mismo pelo negro y los mismos ojos color regaliz.
También la misma mirada de cervatillo que tenía cuando apenas era un chico soñador.
Aquel inventor inexperto que conocí en la guerra, ahora era un adulto responsable que estaba a punto de ser padre.
Todo había cambiado mucho.
De repente, nuestra conversación se vio interrumpida por el llanto de un bebé, exactamente a las tres de la tarde.
-¡YA ESTÁ AQUÍ!-Gritamos los cuatro al unísono.
Se oyeron unos pasos desde las escaleras.
Era Cícero, ya algo mayor que dejaba ver canas en su cabello y en su bigote, aunque con la pipa en la boca, como de costumbre.
También estaba Grisam, que asomaba detrás de él.
Él parecía un chico de veinte aunque estuviera cerca de los treinta.
Se mantenía muy joven, aunque seguía siendo el mismo chico sabio que una vez fue líder de la banda del Capitán.
Aún tenía aspecto de rebelde en su mirada, aunque equilibrada con madurez y paciencia.
Ni si quiera se percataron de nuestra presencia, ya que estaban pendientes del bebé.
El doctor salió un instante después a informar a la familia.
No era el antiguo doctor, sino uno más joven.
-Es una niña preciosa y sana,pueden pasar a verla, aunque aún queda otro.
-¿¡OTRO!?-Respondimos al unísono.
-Sí, es usted un padre afortunado, va a tener gemelos.
Se oyeron gritos de alegría por toda la casa, felicitaciones, lloros emotivos y abrazos.
Las dos ,acompañadas por Jim entramos en la habitación a ver a Babú, que estaba tumbada con un bebé en brazos y con Dalia llorando de alegría.
A su lado se encontraba Pervinca , conteniéndose las lágrimas, acariciando las manos de su hermana.
-FELÍ
No creía lo que veía, las niñas habían crecido, y estaban ahí, delante de mí, las mismas niñas que había visto crecer durante quince largos años y que ahora estaban hechas unas mujercitas.
Dalia tenía el pelo aún de su color natural, aunque algunas canas asomaban por él.
-DALIA, NIÑAS QUE ALEGRÍA VEROS...
Corrí a abrazarlas a las tres y a acariciar la cabecita que asomaba por los pliegues de la manta en la que estaba el bebé dormido.
Tenía el pelo negro, como su padre y los ojos azules de su madre.
-Tiene la misma Mancha en la tripa color violeta que Vi. Así que creo que la llamaré Violet,¿Que te parece Jim?
-Me parece un nombre estupendo sin duda.
-¿Como el personaje del Libro antiguo?- pregunté.
-Sí, así es.-dijo ella mientras sonreía a su pequeño retoño.
Jim cogió al bebé en brazos y éste abrió los ojos para mostrarle una radiante sonrisa, igual que la de su madre.
Todos reímos y fuimos a mostrarles a la pequeña al resto de presentes.

A eso de las nueve de la noche, oímos un segundo llanto, está vez más fuerte que el anterior.
Todos estábamos impacientes por saber sobre el estado de salud del recién nacido y de la madre.
Por fin salió el doctor a darnos la noticia.
-Enhorabuena, es un niño precioso y su estado de salud es como el de un roble.
-¡¿UN NIÑO!?
¡Gemelos de distinto sexo!
Nadie se lo esperaba, de repente todos los hombres de la casa empezaron a gritar de alegría.
-¡Es un varón!
Volvimos a entrar en la habitación acompañadas por Jim para ver al nuevo bebé.
Tenía el pelo de su padre y los ojos azules, de un tono parecido a los de Vi.
-Éste no tiene Mancha.
¿Cómo le llamamos?
Los hombres se asomaron por la puerta y empezaron a decir nombres al azar.
-Ruffus, como el del libro Antiguo
-¡Cornelius!
-¡Rodolfo!
-Yo creo que Cornelius está bien
-Estás loco, no pienso llamar así a mi nieto
- Pues Geranio
-¿Qué tal Greg?
-No, mejor Jim, como su padre...
-¡¡ALHELÍ!! Como el bisabuelo.
Todos se giraron para ver a Jim de brazos cruzados mirándolos con cara de desaprobación.
-Y no se hable más.
-Es precioso
-Sí, la verdad es que es un nombre bonito
El bebé al oírlo hizo una mueca chistosa.
-Alhelí...
Y Babú le dio un beso en la frente.

Y Babú le dio un beso en la frente

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*Fairy Oak, Un Nuevo Comienzo*©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora