*Fairy Oak, Un Nuevo Comienzo*©

Un grave problema

Eran aproximadamente las doce de la mañana cuando Alhelí abrió los ojos.
Yo estaba durmiendo en su almohada y Deflor estaba vigilando que se recuperara.
Lo primero que hizo fue gritar nuestros nombres.
-¡Felí! ¡Deflor!
Deflor voló a abrazarle y yo pegué un respingo.
Cuando me di cuenta de la situación volé hasta su nariz y la froté contra la mía después de darle un beso en la frente.
-¿Qué tal estás bichito?
-¿Te encuentras bien?
-Si-si... aunque no sé qué ha pasado...me siento raro...
El chico hizo una mueca de dolor, y sorprendido levantó la manta que le cubría, sólo entonces pudo contemplar con nerviosismo la marca que le había dejado aquella herida.
Toda su espinilla estaba cubierta de una marca de un tono oscuro, rojo casi negro, pero no sangraba.
-Gracias a Tomelilla, tu herida está curada. Usó conjuros muy potentes.
-Pero... recuerdo que antes era más pequeña.
-Se estaba extendiendo por toda tu pierna, pero ella lo ha frenado.
-Menos mal...
De repente se oyó un ruido en las escaleras y apareció Violet por la puerta.
Sorprendida y aliviada al ver bien a su hermano, corrió hasta él y le dio un fuerte abrazo.
-¡Qué bien que hayas despertado hermanito!
-¿Violet?
En ése momento entraba Celinda por la puerta.
-¡Alhelí, estás bien!-exclamó mientras corría hacia su primo.
Le dio un beso en la mejilla y un abrazo.
-Tranquilas, si no es para tanto
Las niñas rieron alegremente.
-¡Voy a llamar a la gente!
-No, no hace falta puedo ir yo.
Intentó incorporarse pero aún no sentía la pierna y Violet le cogió antes de que cayera.
-No, no ya voy yo.
-Quédate, tienes que descansar.
El niño resopló, le angustiaba el hecho de no poder moverse.
-Está bien...

Shirley, Pervinca y Tomelilla estaban en la reunión del Consejo para ver cómo podían tratar el problema.
Las tres mujeres contaron lo que les había pasado a sus hijos y sobrinos.
Los integrantes del Consejo empezaron a debatir sobre el asunto, y tras unos minutos interminables, decidieron hacer lo mismo que cuando el terrible 21 volvió.
Ahora era más fuerte que antes, y peor. No podían quedarse de brazos cruzados.
Así que dieron la alerta en el pueblo de que nadie podría salir y cerraron la muralla.

Mientras tanto, los niños pudieron volver al colegio, aunque Alhelí no se mantenía aún en pie y tenía que usar muletas.
Cuando por fin llegó a clase, un montón de niños y niñas le rodearon.
Los chicos le pedían que enseñara su marca, y Al se sentía orgulloso de aquella herida de guerra tan especial que tenía.
Pero ésa felicidad se desvaneció cuando llegó la insoportable Carla Pimpernel.
Se abrió paso entre la multitud y llegó a la primera fila.
Luego puso una falsa cara de horror y gritó:
-¡Tápate éso es asqueroso!
Noté como Al apretaba los dientes y se enfurecía como un lobo.
-¡Es un monstruo, no os acerquéis, si os toca acabaréis infectados!
-Oh, no...-susurré- estoy segura de que ésto ya ha pasado antes...
De repente la multitud empezó a alejarse de él.
Celinda al final explotó.
Puede que fuera una niña buena, pero si se metían con sus seres queridos, era capaz de convertirte en un hurón.
-¿¡En serio os creéis ésa estupidez!? ¿¡No os dais cuenta de que sólo es un pavo real que quiere llamar la atención pisoteando a los demás!?
-¡Ésa es mi chica!-grito Deflor, luego se puso roja de vergüenza y descendió el vuelo-
Celi daba tanto miedo sacando su genio, que algunos asustados empezaron a retroceder.
Luego respiró hondo, se calmó y cogió a su primo del brazo.
-Vámonos, no merece la pena...
-Gra...
-¿Qué?
-Gra...
-Al, habla más alto no te entiendo.
El chico resopló, pues le costaba.
-¡Digo que gracias por defenderme!- Luego se puso rojo de vergüenza.
Su prima sonrió.
-De nada primito.

Al entrar en clase hubo un hambiente muy frío.
La gente que veía a Al se alejaba y cuchicheaban entre ellos.
-Estúpida Pimpernel Pavo Real -masculló.
Hasta la profesora parecía distante con el pobre chico.

Cuando salieron de clase, siguieron las miradas hasta que los gemelos llegaron a casa con su prima, ya que Pervinca y Grisam estaban de viaje en una misión mágica durante un par de días.
Así que Celi se quedaba con Deflor a dormir en la habitación de los niños.
Una vez los niños se hubieron dormido, fuimos a la casa de Tomelilla para la hora del cuento.

Cuando llegamos la encontramos podando una planta de hierbabuena para pociones.
-Hola haditas, ¿cómo os ha ido el día?
Le contamos el incidente del colegio que había ocurrido aquella mañana, y cómo Al había estado enfadado todo el día.
Tomelilla se quedó callada un rato, y finalmente respondió:
-Tengo que contaros algo chicas, sentaos.
Deflor se sentó en el regazo de Tomelilla mientras que yo en su hombro, como normalmente hacía.
Una vez nos hubimos acomodado, empezó a relatar.
-Se supone que no debía contaros ésto, pero no se lo digáis a nadie.
No quiero que la gente empiece a asustarse, es importante mantener la calma en tiempos como éstos.
Bien, resulta que los chicos el día que fueron al bosque descubrieron algo que ninguno de los magos teníamos previsto.
¿Os acordáis de lo que os conté no?
-Sí- respondimos al unísono.
-Bien, pues cada vez hay más espectros aliados del terrible 21.
Los que fueron encerrados en la última guerra, con los que buscan venganza del pasado.
Además el otro día una patrulla de magos por el bosque dijeron que habían visto un jinete cabalgando entre las sombras del bosque.
A partir de ahora, el Valle de Verdellano no es un lugar seguro.
El enemigo vuelve con más y más fuerte que antes, y es muy probable que desencadene en otra guerra.-
Al oír éso sentí que me desmayaba, y vi como Deflor temblaba entre los pliegues de la bata de Tomelilla.
-¿U-una guerra?
-Así es Deflor, y dudo que sobrevivamos ésta vez, así que he mandado a algunos magos para una misión especial, entre ellos nuestros queridos Grisam y Pervinca.
Como sabéis hay más aldeas de magos repartidas por el resto de valles:
La aldea de Las Colinas Rugosas,
La de La Montaña de los Dragones y la de el Bosque de las Luciérnagas.
Su misión es pedir ayuda a todas las aldeas, y que nos ayuden en ésto.
Además si los espectros ganan la guerra aquí, no se detendrán hasta acabar con toda magia existente en la tierra, reclutando magos de la oscuridad con cuentas pendientes.
El problema es que no tenemos muy buena relación con el resto de aldeas de magos, ya que siempre ha habido una norma muy estricta entre mágicos con respecto a los sinmagia, y como fuimos los primeros en establecer contacto con ellos, en parte nos desprecian.
Así que por el Hada Nieve, espero que accedan a ayudarnos.
Sólo nos queda esperar por ahora.
-Sí -respondimos.
Cuando llegamos a casa no pude conciliar el sueño.
Sólo pensar que mi familia tenía que volver a pasar por la guerra, y ahora con los niños, me preocupaba mucho...