*NOTA:Antes de empecéis el capítulo quería decir que lo subí hace ya un tiempo entre "el bosque de las luciérnagas" y "la montaña de los dragones" pero por un error de Wattpad , no se subió correctamente, me aparecía como ya publicado y no ha aparecido en a vuestros móviles, así que siento el fallo y espero que podáis disfrutar el capítulo igualmente. Sólo tened en cuenta que no pertenece a ésta parte del libro, y que no me he dado cuenta antes de tiempo, así que pido disculpas.
Dicho ésto gracias por todo el apoyo y espero que lo disfrutéis.
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Una sombra corría ágilmente por el bosque.
Tenía más o menos nueve años, y llevaba una capa sobre la cabeza.
Era una noche oscura, y los espíritus le pisaban los talones.
El chico corría entre los árboles, saltaba arbustos, y esquivaba ramas espinosas, adentrándose en lo más profundo de la foresta.
Finalmente, llegó a un rincón sin salida, donde un fuerte muro de tierra natural se imponía frente a él impidiéndole el paso.
Lentamente, la figura de un hombre se acercó a él, saliendo desde lo más profundo de la oscuridad.
Llevaba una capa rasgada por diversas zonas y tenía una voz oscura, profunda y tenebrosa.
-Únete a mí y no te haré daño, tienes más poder del que piensas...
El niño apretó los dientes y, con voz aterrorizada gritó.
-¡¡ANTES PREFIERO MORIR QUE TRAICIONAR A MI PUEBLO!!
La figura sombría se quedó de pie observando durante unos segundos.
Luego respondió:
-Como desees...
El chico puso una cara de terror en su rostro, mientras veía cómo la figura avanzaba hacia atrás lentamente, a la vez que unos licántropos sanguinarios se acercaban a él enseñando sus afilados colmillos.
El chico se sentó en el suelo inmovilizado.
Era su fin y no podía hacer nada para evitarlo.
Los lobos se abalanzaron sobre él mientras pronunciaba sus últimas palabras.
-Lo siento...
Una fría lágrima recorrió el rostro del chico antes de ser cruelmente devorado.Alhelí se despertó agitado.
Se levantó de golpe sudando e hiperventilando.
Acababa de tener una horrible pesadilla.
¿Quién era aquel chico?
¿Era algo que había pasado o era simplemente casual?
No lo sabía, pero algo le impulsaba a averiguarlo.
Se levantó de un tirón, se vistió, se puso su gorra de invierno y se dirigió a la puerta de la habitación.
Violet dio media vuelta en la cama, y vio a su hermano vestido para salir.
-¿A dónde vas?
-Tengo que ir a casa de la abuela, diles a papá y a mamá que estoy allí, volveré sobre el mediodía.
-Está bien, pero ¿puedo saber para qué?
Alhelí se quedó callado.
Sabía lo sensible que era su hermana con ése tipo de cosas, y decidió no contarle nada.
-No, me tengo que ir, adiós.
Abrí la puertecilla de mi
casita-reloj y fui volando hasta él.
-Iré contigo, quiero hacer una visita a Tomelilla.
Al inspiró hondo.
-Está bien... pero no salgas de mi bolsillo.
-¡A sus órdenes!
-shhhhhhh...
-Uy, perdón.
Violet hechó una pequeña risita, y Alhelí salió sigiloso por la puerta, bajó a la entrada y se dirigió al exterior.
Pasamos por la plaza Devién y avanzamos hacia la plaza de roble, que nos saludó con sus grandes ramas.
-HOoooolaaaa PEeeequeeeñooo Aaaaaaal...¿QUÉééééééé Teee Traaaaaeeee POoooor AQuííííí TAaaaaan TEeeeempraaanooo?
-Voy a casa de mi abuela para hablar con ella de algo urgente.
-Oooooo LAaaa SEeeeeñooooraaa DAaaaliaaa y LAaaaa VIEeeeejaaaa TOooomeeeelillaaa.
-Sí, sí, me voy que tengo prisa, luego hablamos adiós.
-VAaaaaleeeee Aaaaadióóóóós.
El chico pasó cerca de la charca y finalmente llegó a la casa de su abuela, la que antes había sido mi hogar y el de las gemelas.
Al sabía que su tía-abuela a ésas horas ya estaría despierta, tomando té con pastas en la mecedora.
El chico llamó a la puerta, y la bruja sorprendida se levantó con intención de abrirla.
Una vez abierta vio al niño con los mofletes colorados del frío mirándola fijamente.
-Hola Tata Lilá.
-Santa Hada Nieve, Al ¿Qué haces fuera a éstas horas? Entra que te vas a resfriar, te traeré algo caliente, pasa tu también felí, te daré un dedal de té.
El chico obedeció y se sentó frente al fuego con las manos alzadas para calentarse.
Yo me senté sobre el respaldo de la mecedora.
Un rato después llegó Tomelilla con una taza de chocolate humeante y un dedal y nos lo entregó a los dos.
-Gracias Tata.
Tomelilla se puso su chal y se sentó.
Yo me acomodé en los pliegues de la gruesa tela de lana.
-¿Y bien? ¿Qué es lo que os trae aquí tan temprano un domingo?
-Tengo algo que contarte Tata.
El maguito contó con gran detalle aquel sueño que le había atormentado la noche anterior.
A medida que iba relatando, el rostro de Tomelilla iba cambiando.
Cuando terminó de contar, ella se quedó pensativa.
-Ven querido, tengo algo que enseñarte.
La bruja se levantó como pudo y se dirigió hacia la habitación de los hechizos.
El niño la siguió algo confuso.
En seguida llegamos al sombrío y oscuro pasillo al que tanto miedo habían tenido las niñas durante algún tiempo, iluminado por mi luz.
Pero Alhelí no parecía asustado ni un poco, al contrario, parecía sentir curiosidad.
Aquel día estaba más serio de lo normal.
-¿Dónde estamos Tata?
La bruja avanzó junto a su sobrino por el extenso pasillo, y las luces se iban encendiendo a su paso.
-Ahora lo verás.
Cuando por fin llegamos a la sala, ésta olía tanto a polvo que me hizo estornudar.
-¡Aaaaachís!
-Salud.
-Gracias.
Parecía que no se había abierto en mucho tiempo, además de que los niños daban clase en casa de Pervinca o, en muy raras ocasiones, en casa de Flox y Acantos.
Tomelilla se colocó el chal, y empezó a buscar algo entre las polvorientas estanterías.
Su dedo se deslizaba suave y rápidamente por las tapas de los libros de cuero.
Como no parecía encontrar lo que buscaba, se dirigió hacia la mesa y empezó a apartar viejos objetos, hasta que por fin lo hayó:
Era un gran libro rojo, cubierto de una fina capa gris de polvo.
Tomelilla sopló la cubierta y una nube de suciedad inundó la sala.
Acto seguido despejó la mesa con un movimiento de dedos y lo puso sobre ella.
-Siéntate donde quieras, querido.
El niño cogió un taburete que había en una esquina y lo llevó hasta donde estaba sentada la bruja.
El título del libro era: "Leyendas del Valle", que estaba escrito con grandes letras doradas.
Tomelilla encendió el fuego y se sentó mientras se ponía sus anteojos.
-Veamos...Índice...Página 106...¡Ajá! Aquí está, la leyenda de Jazmín de los senderos.
-¿Tiene nuestro apellido?
-Sí, querido, era mi Bisabuelo.
-¿Y qué dice?
Tomelilla cogió aire y empezó a relatar:Capítulo 20
La leyenda de Jazmín
de Los Senderos
Jazmín era conocido por todos en el pueblo como un mentiroso:
Desde pequeño, usaba sus mentiras para hacer travesuras a los adultos como robar comida, transformarlos en ranas, hacer aparecer sapos en la sopa...Siempre que un adulto lo veía haciendo trastadas, le cogía de la oreja y lo llevaba ante su padre, el gran Alhelí de los Senderos.
Él lo castigaba duramente para que aprendiera la lección, pero su madre le cuidaba mucho hasta el punto de mimarlo, así que se había convertido en un rebelde sin causa que jamás aprendía.
El chico era un mago de la oscuridad, que Alhelí y Petunia de los senderos habían adoptado por aparecer misteriosamente en la puerta de su casa.
A pesar de ello, no se llevaba bien con sus hermanos por culpa de sus mentiras y trastadas.
Así que una noche huyó de casa, y se adentró en lo más profundo del Bosque-Que-Canta.
Una vez allí, no se le volvió a ver jamás.
Pero cuenta la leyenda, que un espíritu oscuro, se lo llevó al infierno por la gravedad de sus actos, y las travesuras cometidas...~160~
Tomelilla suspiró y cerró el libro.
-Entonces...
-Puede que tu hayas soñado lo que pasó en realidad.
-Pero ¿por qué yo?
-No estoy segura, pero creo que estás conectado con Jazmín de alguna manera.
-Pero Tata, si él era adoptado y no era realmente de nuestra familia...¿Cómo es que estoy conectado con él?
-Yo tampoco lo sé, querido, hay algo en todo éste asunto que no me cuadra...Supongo que tenemos que buscar la manera de hallar una respuesta.
Creo que sólo así podremos poner fin a los espíritus.
Noté cómo me enflaquecían las alas.
Al apretó los dientes.
Tomelilla notó la preocupación de su sobrinito.
-Venga, olvida éso por ahora, te espera el bizcocho que ha hecho Dalia ésta noche.
Suspiré aliviada, ya que por alguna extraña razón, aquella sala me estaba causando escalofríos.
Cruzamos el pasillo mientras las luces se apagaban tras nosotros.
Cuando llegamos a las escaleras para subir, mis antenas notaron una extraña sensación de presencia.
Noté como Alhelí se paraba en seco.
Estaba pálido como la cera.
Se dio la vuelta bruscamente, pero no había nada... sólo oscuridad.
-¿Yo?- susurró.
-¿Ocurre algo querido?
-No...Nada...Subamos.
Tomelilla subió extrañada las escaleras junto a Al.
Antes de irme heché una pequeña mirada al pasillo.
Seguía sin haber nada.
-Qué raro...-pensé.
Enseguida dejé de darle importancia y subí las escaleras junto con Al y Tomelilla.
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*Fairy Oak, Un Nuevo Comienzo*©
Фанфик¿No os habéis preguntado alguna vez que pasa con las vidas de las gemelas después de irse Felí? ¿Qué poderes heredarían sus hijos ? ¿Qué pasa con la siguiente generación de mágicos y sinmagia de Fairy Oak? Lo descubriréis en éste libro. *Nota:Fairy...