Inhumano (Justin Bieber y tú)

Capítulo - 17

|15 días después|

Mi corazón va hasta mi garganta, acelerándose progresivamente alterado, mis ojos se abren al máximo, mientras la incertidumbre me invade, estoy nerviosa y mi olor es terriblemente asqueroso, es la cuarta vez en este día que vomito, los mareos se hacen más consecutivos, estoy hecha un desastre y el miedo recorre mi cuerpo.

Dalí había ido a la farmacia, mi ánimo estaba por los suelos y aunque los nervios pusieran cada folículo de mi piel de punta, intentaba controlarme, pero sabía que cabía la posibilidad de que mis sospechas fueran ciertas.

Dalí llego con dos cajas en manos, su semblante se mostraba serio, pero podía ver en su mirada que estaba igual de preocupada que yo, me entrego las cajas.

-Vamos, hazlo en ambas, quiero asegurarme- Asiento con la cabeza sin saber que decir y entro al baño, estoy nerviosa, demasiado, mi boca está seca hasta mi garganta, trago el nudo que se ha formado en mi áspera garganta, mientras orino en ambas pruebas de embarazo.

(...)

30 minutos después, me encuentro junto a Dalí, ambas estamos sentadas en mi cama, mirándonos cómplices, la casa está por suerte sola, mi madre está trabajando y Justin no regresara hasta después de las seis de la tarde, me siento un poco aliviada.
Dalí toma una de las pruebas, la pone frente a nosotras y ella me mira, su semblante preocupado y serio a la vez me hace pensar lo peor, observo la prueba que esta frente a mí, dos franjas rojas se encuentran en ella, mis ojos se abren con asombro y mi pulso aumenta desenfrenadamente, bombeando sangre a todo mi cuerpo.

-Es positivo- Asegura Dalí, quien me mira sin saber qué hacer.

-Lo sé- Articulo una pequeña palabra entre un sollozo, una solitaria lagrima recorre mi mejilla.

-Espera, aun falta una. Estas pruebas no siempre son muy efectivas, es mejor asegurarse con una segunda opción- Toma la siguiente, colocándola frente a nosotras, mi pulso se vuelve aun más frenético, me siento mucho más nerviosa. Y una vez más, ese par de franjas aparecen en la prueba, asegurando más aun que mi embarazo es verídico.

-Estoy embarazada- Mi voz es débil y pequeña, mis sentimientos se encuentran a flor de piel y no sé cómo reaccionar. Una parte de mi está feliz -la mayor parte en realidad- porque seré madre y lo mejor de todo es que el padre de mi hijo es Justin, el hombre que amo, sin embargo y para mi mala suerte, no sé cómo le diré esto a mi madre y a Justin. Ambos me preocupan, ¿Cuál será la reacción de mi madre? Y algo mucho peor ¿Cómo reaccionara Justin?

-¿Quién es el padre, ____?- La pregunta de Dalí me saca de mis arduos pensamientos, regresándome a la realidad, la observo, ella me mira con los ojos abiertos, se que ella comparte mis sentimientos, ambas estamos sorprendidas, afectadas, impactadas.

-Justin, no lo conoces- La expresión de Dalí cambia deliberadamente, una de sus cejas se eleva.

-¿No es el chico que golpeo a Johan la última vez en la Universidad?- Justo ahora recuerdo que Cara y Dalí estaban ahí, fue la primera vez que ellas lo veían.

-Sí, es él- Digo finalmente, bajo la cabeza y me concentro en como mierda le diré esto a mi madre, tendré que enfrentar a Justin en un par de horas, mi cuerpo tiembla de una forma descomunal, estoy nerviosa.

-¿Se lo dirás?-

-Tengo que hacerlo. A fin de cuentas ese no es el problema Dalí, se que Justin es un buen hombre, mi madre es lo que me preocupa- Murmuro, aun sin hacer contacto visual, me siento intimidada, estúpida, irresponsable, prácticamente estoy encerrada y sé que el niño o niña que llevo dentro no es culpable de nada, me llena de felicidad saber que estoy creando a un ser vivo, llevando a una pequeña personita dentro de mí.
El celular de Dalí vibra, ella lo ve y ahí se encuentra un nuevo mensaje.

-Tengo que irme- Dice, levantándose y quedando frente a mi- No te preocupes amiga, todo saldrá bien, llámame si necesitas algo, vendré de inmediato- Ella esta viéndome, una sonrisa aparece en su rostro, me tranquiliza un poco, no del todo, pero me siento un poco mejor. Sonrió y la abrazo, dejando salir un par de lágrimas.

-Gracias, Dalí-

(...)

Cinco cuarenta y siete de la tarde, los nervios me consumen, camino de un lado a otro por mi habitación, pensando en mi futura conversación con Justin.
¿Y si él no lo acepta? La idea me desmorona por completo y aunque sé que Justin no sería capaz de dejarme sola en esto, se que cabe la posibilidad, es una de las teorías más negativas que han pasado por mi mente en este momento.
Siento como unos brazos me rodean la cintura y sé que él está aquí, a mis espaldas, apareciendo en un nanosegundo como resultado de su rapidez, mi estomago da un vuelco enorme, Justin deposita pequeños besos en mi cuello y hombro, me siento melancólica y triste, afligida por completo y sé que Justin lo nota, porque se detiene.

-¿Qué sucede?- Justin me libera de su agarre y se coloca frente a mí. Él me observa, con curiosidad andante en su mirada y no soy capaz de soportar verlo por más tiempo a los ojos.

-Justin...- Mi voz se desvanece y no sé qué debo decir, no sé cómo hacer esto.

-¿Qué está mal, ____? ¿Qué es lo que te tiene de esta forma?-

Con los ojos acuosos me permito verlo, levantando la mirada y encontrándome con la suya irradiando preocupación, retándolo, enfrentando las consecuencias de mis actos, los cuales lo involucran a él.

Una lagrima resbalo por mi rostro, los sollozos eran amenazantes y con suerte los contenía, estaba preocupada, demasiado para mi propio gusto, Justin no dejaba de verme y yo tampoco lo hacía, él esperaba una respuesta, sin embargo al parecer estaba en shock, no reaccionaba y habían pasado un par de minutos en los que permanecí en silencio.

-Estoy embarazada, Justin- Mi voz decae completamente, Justin abre los ojos y se oscurecen de inmediato, su boca se abre y sé que viene lo peor... 

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