Inhumano (Justin Bieber y tú)

Capítulo - 20

Abro los ojos tanto como mi sistema me lo permite, tomo una gran bocanada de aire, sintiendo como mi corazón casi se sitúa en mi garganta.

Justin me sostiene con más fuerza para no carme al sentir mis piernas no poder sostener mi peso ante la sorpresa. Le doy un vistazo y el observa a mi madre, su expresión es divertida y es algo que me hace enfurecer descomunalmente.

Justo entonces me doy cuenta que mis vista se vuelve borrosa, mi madre me mira alarmada, mientras siento los brazos de Justin sostenerme por completo y pierdo el conocimiento.

(***)

Abro los ojos, sintiendo mis manos enredarse en una suave tela. Estoy en mi cama, intento moverme pero tan pronto como lo hago algo esta deteniéndome. Justin esta observándome con admiración en su mirada, él estaba analizándome.
No pude evitar sentirme intimidada y avergonzada ante su presencia.

-Amo verte dormir. Me haces sentir completamente normal... como un humano- Murmura Justin con fascinación, no puedo evitar la sonrisa que se plasma en mi rostro.

-Eres normal, tal y como eres. Al menos para mí- Aseguro, sin embargo, la mirada de Justin oscurece un poco, sus fracciones se arrugan y la tensión es palpable.

-Yo no soy normal, soy un monstruo. Los monstruos no son normales- Dice con desprecio en su voz, me estremezco y me siento deliberadamente culpable.

-¿Qué te hace pensar eso? Justin, eres magnifico. Tienes un don, algo que te hace completamente único, inigualable. ¿Por qué no lo aceptas?- Pregunto.

-Las apariencias engañan, pequeña. Odio lo que soy y no me harás cambiar de parecer- Justin se sienta en la extremo de la cama, dándome la espalda, él recarga los codos en sus rodillas, viendo a un punto muerto.

-¿Por qué lo odias?- Pregunto, la curiosidad ha sido despertada y esta invadiéndome de sobremanera.
Observo los músculos de su espalda contraerse y por alguna extraña razón sé que he llegado al límite de preguntas y que esta es una de las más peligrosas.

-No lo entenderías- Murmura, su voz es ronca y muestra advertencia, sin embargo, ignoro por completo su tono de voz.

-Quiero saberlo, quiero saber porque razón odias tanto todo lo que eres, dime porque razón te auto-desprecias de esa manera- Suplico, sin embargo... pasan algunos minutos en los que Justin no dice nada, se queda callado, aun dándome la espalda. Sus manos pasan exageradamente por su cabello.
Me acerco a él, colocando mis manos en su espalda, sin embargo Justin las aleja inmediatamente de su tacto, sin tener siquiera un poco de cuidado, lo hace con brusquedad.

-No soy alguien en quien puedas confiar- Murmuró- Mi padre es un jodido hijo de perra que me odia y me necesita al mismo tiempo. Aun recuerdo cuando llegue a la mayoría de edad... desde entonces, es una de las peores fechas de mi vida, mi cumpleaños. Papá siempre ha buscado la manera de hacerme ver el monstruo que soy y es irónico porque él es incluso peor que yo. Mi madre está muerta- Su voz no cambia de tono, el está molesto y por alguna razón está demostrando todo su coraje, me estremezco al escucharlo.

Nunca había hablado con el acerca de su familia y enterarme de ello en este preciso momento me hace sentir incomoda. Sentía lastima por Justin, por todo lo que había tenido que vivir, lo había juzgado mal y francamente ahora me arrepentía por ello.

-Justin yo...- Ni siquiera me dejo terminar, me interrumpió justo antes de disculparme por mi insistencia.

-No soy un príncipe azul, ____. Soy un monstruo, un maldito ser despreciable que no merece ser amado y sin embargo tú lo haces. No me conoces bien y de no ser porque te amo demasiado y estas esperando un hijo mío, te pediría que te alejaras de mí, porque soy lo suficientemente cobarde como para no irme de tu lado porque solo junto a ti, siento que mi pasado ya no existe, solo junto a ti... siento como si fuera alguien normal y que no merece el odio de su familia- Sus palabras me conmueven y me hieren a la vez.

Sin embargo, me siento deliberadamente aturdida.
¿Cómo es posible que aun siga creyendo que no merece ser amado? Todos en este mundo sin excepción necesitamos amor y en algún momento existirá una persona que lo dará y otra que lo recibirá.

-¿Qué te hace pensar que no mereces ser amado?- Pregunto y en ese momento me di una patada mental en el trasero por ser tan curiosa y no detenerme.

-Porque mamá murió- Respondió.

-Eso no es tu culpa-

-En realidad la mataron- Corrigió.

-¿Quién?- Pregunte.

-Yo la mate- Murmuró.
Y eso basto para que alterara todo mi sistema, el frio recorrió toda mi sangre y con ello mis venas. "Yo la mate" la frase vago por mi cabeza por mucho más tiempo del necesario y fue entonces cuando comprendí el odio que se tenía Justin así mismo.
No sabía si acercarme a él era lo correcto o al menos no era un amenaza, pero una parte de mi prefería quedarse en la misma posición, incluso salir corriendo de él...