Capítulo 12

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SAMIA

Madre mía no me lo puedo creer que haya echo el acto sexual con Elian. Dios mío, ese hombre es un dios griego en persona. Aún puedo sentir el sabor de sus besos, sus manos palpando cada punto de mi cuerpo.

Madreee si aún estoy que ardo, de tan solo pensarlo....

Mierda me dejado las llaves de mi casa dentro, se habrán caído cuando me ha quitado los pantalones.

Me doy la vuelta y llamo, de nuevo me encuentro al mayordomo con su habitual sonrisa. Paso dentro para recuperar mis llaves cuando escucho una conversación.

La bruja de la abuela me está llamando gorda, que no tengo modales...¡¡Arrg!! Como la agarre de su cabellera se va enterar esta quien soy yo. Pero Elian...porqué se ha callado. ¿Será verdad que me ha utilizado para conseguir su propósito?

Contemplo la escena hasta que la bruja se va mofándose y riéndose.
Estoy muy furiosa no puedo ni pensar masque dejarme llevar por lo que siento en ese momento.

--¿Elian eso es verdad?--Le pregunto lo más calmada que me permite mi estado de rabia.

--Samia...yo...

--¿Yo qué?
Es verdad lo que he escuchado. ¿Me has follado para conseguir tu propósito?

--No, para nada Samia. Esa no era mi intención, yo no te voy a obligar a casarte conmigo.

--¿Entonces por qué Elian?

--Porque... Samia me gustas mucho y necesitaba hacerte mía. En ningún momento me parado a pensar en inmiscuirte en mis problemas.

--No me creo ni una palabra.

--Me da igual Samia si me crees o no. Puedo ser un egoísta, un cabrón pero jamás voy a tener relaciones sexuales contigo para terminar lastimándote. Tengo dinero para pagar a una mujer que se ofrezca a solucionarme la papeleta.

--No sé que es peor Elian que me hayas tocado o me retregues que tienes mucho dinero. Pues mira, yo soy lo que soy, una pobre diabla, una muerta de hambre...como tú quieras llamarme. Pero me siento muy orgullosa de ser lo que soy y sobre todo soy feliz sin tener lujos y una cuenta en Suiza.

--Y yo según tú, por tener lujos soy la persona más indeseable del mundo. Pues que lo sepas Samia ni aunque me dieran un millón de euros me iba a ver casado contigo. Y olvida lo que ha pasado hace un momento entre nosotros. Ahora te pido que te marches.

Miré a Elian fijamente a sus ojos, sentía que me había equivocado en juzgarlo, pero ya no había marcha atrás. Nos habíamos lastimado con nuestras palabras. Lo mejor que podía hacer era irme, de nada serviría intentar reparar el daño causado.

Bajé cada uno de los peldaños lo más despacio posible, debía retener ese sencillo dolor que se había construido en mi pecho. Sin embargo no pude. Miré hacia arriba con una simple esperanza de ver correr tras de mi a Elian. No fue así. Llegué al último peldaño metiendo las manos en los bolsillos de mi sudadera y me marché con mi cabeza baja.

Mi padre siempre me decía que antes de hablar hay que escuchar y no anticiparse a los acontecimientos. Por lo tanto yo soy así de tonta y no he pensado en que Elian a pesar de ser un gilipollas como un piano, es encantador y tiene sentimientos.

Al entrar en casa busqué a Ciara, ella es mi única amiga y de siempre me ha apoyado. Nunca me ha defraudado y eso ha echo que seamos muy buenas amigas, a pesar de ser de distintos mundos. Ciara viene de una familia rica, pero ella quería su libertad. Diríamos ser una chica normal y no una chica que debe someterse a las órdenes de su padre.

SE CIEGA POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora