Complices 2: Nuestro destino.

Capítulo 6

Después de estar la mayoritaria parte del día en casa de Josh estando junto con él y Ethan, vuelvo a casa. Que, por suerte la lluvia no me ha pillado de milagro.
Cierro todas las ventanas de la casa para que la lluvia no pueda entrar y me coloco el pijama y nuevamente al sofá a ver alguna serie.
No hay nada mejor que estar en silencio escuchando la lluvia mientras que ves alguna de tus series favoritas del momento.

Me centro tanto en la serie, que siento hasta lo que los personajes sienten y transmiten. En una escena, todo se vuelve oscuro y derrepente me sobresalto cuando escucho la puerta sonar. Enciendo la luz y camino arrastrando mis pies hacía la puerta principal. Una intuición me dice que tal vez se trate de Katie, aunque es de noche y está lloviendo demasiado para que se trate de ella.
Igualmente abro la puerta y aparece Traian todo empapado por la lluvia.
Su cabello rubio ahora parece marrón debido a que está por completo mojado. Lo tiene despeinado y mechones caen por su frente, cayendo de estos gotas de agua.
Un moratón se encuentra en su ojo y en su labio hay una pequeña herida.

Hacía una semana, desde el día en que me enteré de que estaba vivo y pasó la pelea con Ethan, que no recibo ninguna información sobre él.
Ni si quiera sabía ese día que estaba tan preocupada por Traian, si estaba bien o no.
Pero, ¿por qué ha venido hasta aquí y con esta lluvia? No puedo dejarlo ahí, tiritando del frío.
Su labio inferior tiembla, mientras que gotas de agua caen por todo su cuerpo.
Me quedo en shock al verle, pero inmediatamente le hago que entre.

—¿Que haces aquí y porque has venido? Está lloviendo demasiado.. mira como estás..

Tomo la manta que se encuentra doblada aún lado del sofá y se la paso por los hombros. Traian se adhiere a ella y se tapa, aunque antes se quita la chaqueta.
Me dirijo hacia la cocina para hacerle un café caliente y cuando este está hecho vuelvo al salón dónde se encuentra Traian ya normal sentado en el sofá, y se la entrego.

—Tomatelo, te sentirás mejor.
–murmuro.

Traian susurra un leve 'gracias' que es apenas audible. Y toma el café entre sus manos, el cuál no tarda en tomárselo.

—Puedes darte una ducha si quieres, puedo prestarte ropa.

Traian eleva una ceja y asiente con la cabeza. Mientras que dice otro gracias.

Pocas veces son las que le he escuchado decir gracias, no suele decirlo nunca.
Obviamente no le voy a prestar ropa mía ya que no le vendría. Pero tengo una camiseta que me he puesto muchas veces para dormir suya.
Acompaño a Traian hacia la ducha y le dejo que se duche tranquila. Tomo una toalla y la camiseta, abro la puerta del baño pidiendo permiso y dejando ambas cosas en el lavabo y vuelvo a salir.

A los veinte minutos apróximadamente, sale Traian del baño con solamente unos bóxers y la camiseta negra que yo le he prestado.
Me recompongo en el sofá sentándome bien para que él se pueda sentar. Su cuerpo se deja caer sobre el sofá y su rostro se gira hacia mi.
Lo miro de reojo, me está mirando fijamente pero no me dice nada. ¿Que pasa?
Me giro hacia él, quiero saber porque ha venido con esta lluvia hasta aquí.

—¿Por qué has venido?
–pregunto sin rodeos.

Alza los hombros dejándolos caer.
Me fijo en su rostro y en sus golpes, ¿Por qué habrán sido? Parecen recientes.
Parece que ya han dejado de sangrar, aunque la herida de su labio lo sigue haciendo.

—¿Que te ha pasado?

Desvía la mirada hacia la televisión y la devuelve hacia mi nuevamente.

—Una pelea.
–alza un hombro.

—Te han dejado mal Traian, ¿Por qué ha venido esa pelea.