Complices 2: Nuestro destino.

Capítulo 22

EIRE

Lo único que quiero en estos momentos es estar relajada, tranquila y sin ningún problema. Cualquier alteración puede causar problemas en el bebé y no quiero que eso suceda.
Estoy bastante cansada, andar por un largo camino me ha cansado bastante.

Traian hoy está enfadado con la humanidad, como casi todos los días. Y en estos días no hay quién lo aguante, es peor que una embarazada o una mujer cuando está con la menstruación. Se queja de todo y todos, nada más fuma y bebe cerveza o alcohol. Está en su mundo y nadie puede hablarle o se monta una guerra. Inclusive si solamente le has dicho «¿cómo estás?» Es insoportable.
También algunos días, cuando esta de esta manera puede ser o muy cursi y tierno durante todo el día o demasiado caliente.
Lo único que se puede hacer es pasar de él por completo y hacer otras cosas, contra más alejado estés de él mucho mejor. Y lo sé yo, que llevo casi tres años con él.

Hoy Katie y Josh se han encargado de hacer una fiesta para el bebé. Si, se llama una babyshower por los seis meses de el bebé.
No es una fiesta sorpresa porque me enteré de ella mas pronto de lo que debía. Pero es lo que tiene tener un amigo al que se le escapa la más mínima cosa.

Nada me viene con esta enorme barriga. Tengo cosas anchas que por suerte si me entran, pero otras que tendré que esperar a que el bebé salga o sino, será misión imposible.
El otro día pasando por una tienda ví un bonito vestido, y me lo compré. Es ajustado al cuerpo pero es bastante elástico y me entra a la perfección. Quizá se me note más el vientre, pero eso es bonito, supongo.

Bajo las escaleras cuidadosamente de no caerme, aunque me haya puesto zapatos algo planos, tienen un poco de plataforma que los hace ver como unos tacones bajitos, debo tener cuidado.
Paso por el amplio pasillo hasta llegar al salón, donde en el sofá se encuentra Traian fumando un cigarro y con su rostro girado mirando hacia atrás, hacia mi.
Lo miro de reojo y camino hacia Shawn quien sonríe y me ofrece su mano para dar una media vuelta.

—Estás preciosa Eire..
–dice sonriendo.

Sonrio y siento mis mejillas ponerse rojas de la vergüenza.

—Gracias Shawn, tú también.
–le devuelvo la sonrisa.

Traian se levanta y se escucha pasos venir hacia nosotros. Pero en cambio de eso, camina hacia la puerta principal y la abre saliendo por este mientras que dice:

—Vamos a llegar tarde.

Con voz seca y fría.
Shawn pasa su brazo por encima de mis hombros y me acaricia el brazo, mientras que me dice que todo está bien y no me preocupe.

[…]

Una vez en el local que ha alquilado Katie y Josh, hay varias personas que hacia bastante tiempo que no las veía. Y para mi sorpresa, también está Ethan. Es bueno para mi, pero malo por Traian.

—Hola Ethan, gracias por venir.
–digo sonriendo.

Ethan sonríe y me entrega un ramo con siete rosas rojas, y me da un leve abrazo. Junto a una bolsa con unos regalos dentro.

—Oh gracias, pero no hacia falta...

—Eres mi amiga, ¿no? Los amigos se hacen regalos y más cuando una está embarazada y va a tener un bebé. Lo elegí con mi hermana.
–sonríe.

Oh me acuerdo de su hermana.
Ella sabía que me gustaba Ethan, y me animaba a que yo me acercara a él y se lo dijera, pero nunca lo hacía. Siempre intentaba ocultar mis sentimientos por él, menos cuando se enteró.

—Muchas gracias a ella también, ¿como está?
–pregunto.

Dejo los regalos y las rosas en una mesa donde se encuentran los demás regalos y las rosas en un jarrón con agua. Que por suerte, estaba ahí.