Complices 2: Nuestro destino.

Capítulo 30

Tres años después...

Me levanto nerviosa, con los nervios a flor de piel. Traian no ha vuelto aún de su viaje junto con Shawn, estoy completamente sola junto a los pequeños.
Lily lleva preguntando desde el día en que se fué Traian sobre él.

Vuelvo a marcar a Traian pero no contesta, así que marco a Shawn.
Pero tampoco contesta la llamada.
Tendrían que haber llegado hoy en la mañana, como bien me dijo Traian antes de marcharse.
Solo espero que no les haya pasado nada..
Dejo el móvil sobre la mesita, y me dejo caer sobre el sofá. Lily y Junior están durmiendo en las habitaciones tranquilos.

Después de varios minutos se escucha una puerta cerrarse con brutalidad. Me sobresalto y me levanto del sofá, girandome hacia la entrada principal.
Es Shawn, con un morado bastante grande que cubre su ojo derecho, y una brecha en el puente de su nariz.

—¿Dónde está Traian?
–pregunto acercándome a él– y.. ¿que te ha pasado?

Shawn me mira por unos segundos sin decir nada. Se aclara la voz y eleva un hombro dejándolo caer.

—Traian está bien. Tuvimos un accidente al volver aquí, vengo a por munición.

¿Munición? ¿Accidente?
Siento que algo está pasando y no quiere contarmelo.
Eso solo consigue que los nervios aumenten y no pueda estar tranquila.

—No, dime donde está Traian ahora mismo. Y díme con pelos y señales que ha pasado, no estoy para disgustos Shawn, estoy nerviosa y me va a dar algo. Tengo dos hijos a cargo.

Suelta un suspiro de cansancio.
Se frota el rostro y después la barbilla mirando hacia el techo, para después devolver la mirada hacia mi.

—Gabriel sigue vivo, como bien ocurrió hace tres años. Piensa vengarse, y de hecho, lo está haciendo. Ha matado a Andrew, el muy cabrón, y ahora, viene a por nosotros y después.. irá a por tí.

»Este es el último momento de matarlo y acabar con él, no sé como cojones se las apañó para salir ileso y sobrevivir sobre lo que ocurrió. Pero lo único que sé, es que no va a ser fácil acabar con él. Tienes que estar en protección, venir a Londres no ha servido de nada. Sabe cada uno de nuestros movimientos.

Siento como mi corazón comienza a latir fuertemente. Como la bilis sube por mi garganta y como un fuerte dolor de cabeza consigue darme un leve mareo.

—¿Pero dónde está Traian?
–pregunto con un nudo en mi garganta-.

—En el coche bomba preparandolo. No puede perder tiempo, tenemos que llevarlo al centro donde hemos quedado con Gabriel, y huir antes de que explote. Puede explotar incluso un edificio, debemos estar a salvo.

Madre mía, ahora si estoy que me va a dar algo.
Siento que el nudo que se ha formado en mi garganta cada vez se va apretando con más fuerza. Casi sin poder hablar.

Tan solo una cosa mal, tan solo una cosa.. y todo se habrá acabado. Habré perdido a Traian y me quedaré sola cuidando a dos niños pequeños. Me quedaré viuda, sin el amor de mi vida.. sin todo lo que hemos superado juntos después de tanta mierda.. todo se irá al garete.

—Prométeme que saldrá todo bien, que tendréis cuidado y vendréis sanos y salvos de nuevo a casa. ¡prometemelo Shawn! –suplico entre lágrimas-.

Shawn acaricia mi brazo y asiente con la cabeza. Pero por la expresión de su rostro puedo ver que no está seguro, él tanto como yo esta muy nervioso, demasiado diría yo.

—No puedo prometer nada. Tú solamente estáte tranquila, intentaremos que todo salga bien y no haya ningún problema. ¿Confías en nosotros?