Capítulo 10

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Sonrio y me separo de él. Quién vuelve a tomar su taza de café y da un sorbo, para después mirarme a los ojos.

—¿Con quién hablabas?
–pregunto sin importancia.

Me mira y deja la taza de café sobre sus manos mientras me observa. Se pasea la lengua por sus carnosos labios y frunce su ceño como ya es habitual en él.

—Con Andrew.
–eleva los hombros dejándolos caer.

Asiento con la cabeza.
Doy unos cuántos sorbos a la taza de té, bajo la atenta mirada de Traian.

Hago como si nada y sigo tomándome el té junto a las dos tostadas.
Repaso mis labios con la lengua quitando algún exceso de mantequilla, pero antes de que pueda hacerlo del todo, Traian se acerca a mi tomando mi mentón y pasando su lengua por mis labios para después dejar un beso.

—Así está mucho mejor.
–sonríe.

—Y.. ¿De que hablabas? No es por ser cotilla, si no me lo quieres contar no hay ningún problema..
-rio nerviosa.

Aunque de lo que he escuchado he podido entender algo, prefiero que me lo cuente él y me lo aclare.
Somos pareja, tenemos que contarnos las cosas.. ¿no?

—Del trabajo. Dejo esa mierda, eres más importante tú que una mierda de trabajo ilegal. No quiero perderte, no otra vez Eire. Paso totalmente de esa jodida mierda.

Sonrío pero al instante hago una mueca. Aunque deje ese trabajo, va a seguir teniendo problemas. No es como dejar un trabajo normal, no es así.
Su mano se apoya en mi mejilla y su pulgar acaricia mi pómulo.

—No te preocupes, ya he hablado con todos y todo está bien. Tengo suficiente dinero para pasar los próximos treinta años sin trabajar. Puedo mantenerme hasta los sesenta o setenta años libre.

El dinero es lo de menos. Sólamente, quiero que no esté en problemas por mi culpa.
Vale, no quería que siguiera en ese trabajo pero tampoco que por dejarlo le hagan la vida imposible.
Traian puede con todos, pero no siempre puede ganar.. solo espero que no ocurra nada y podamos seguir nuestra vida por fin.. en tranquilidad.

—Y estar contigo.
–añade por último.

Sonrío tímidamente y lo abrazo.
Sus brazos me rodean y escondo mi cabeza en la curva de su cuello, dándo mi respiración en su cuello , consiguiendo que su piel se erize.

Me separo de él, y al hacerlo, algo ha crecido entre su entrepierna.
Río al verle, hace una mueca subiendo la ceja y sonriendo.

—No me mires así, yo no tengo culpa de esto. Eres tú, que con la mínima cosa estás poniéndome como un perro en celo.

Suelto carcajadas seguidas, sin poder mantener la respiración con normalidad. Las carcajadas de Traian acompañan a las mías.

—Ahora yo no he hecho nada, símplemente te abracé.
–dejo caer los hombros.

Traian me mira de reojo sonriendo pícaramente, moviendo su cabeza de arriba a bajo asintiendo.

[…]

Termino de desayunar y camino hacia la habitación para vestirme, ya que estoy simplemente en bragas y con la camiseta de Traian.
Al entrar, me encuentro con Traian acostado en la cama observando el móvil, al verme entrar sonríe mirándome de arriba a bajo.

—Te queda mejor esa camiseta que a mi. Me pone demasiado saber que luego me la voy a poner, cuando ha estado en tu cuerpo.
–se relame los labios.

Complices 2: Nuestro destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora