Estacioné mi auto al fentre de una cafetería. Tenía que esperar a que Nico llegara. Habíamos quedado en juntarnos para charlar un rato.
Salí del auto, fui hacia la cafetería y me senté en una de las mesas de afuera, siempre había preferido las cosas al aire libre.
Un chico de cabello castaño claro, se acercó a mi. Era Nico. Lo saludé y él se sentó a mi lado.
Pedimos dos cafés y unas cuantas masitas dulces.
-y...¿Qué tal tu día?-pregunté para romper el silencio
-Bien, supongo. Aun son las 10:00 de la mañana. Pueden pasar muchas cosas aún.
-Es cierto
Hubo un silencio muy largo
-Peter- Nicolás miró hacia otra mesa-Peter...aquella chica no es...
Me giré hacia donde él estaba mirando anteriormente.
-Lali- murmuré algo asustado
¿Qué hacia ella aquí? Según me dijeron se había ido a vivir a Atlanta con su familia. Sonríe inconsciente mente. Ella miraba el menú, estaba sentada en la mesa, sola.
Era la oportunidad perfecta, mi oportunidad. Miré a Nicolás y él me hizo una mirada cómplice. Él sabe perfectamente lo que yo sentía.
-Es ahora o nunca, Peter.
Le sonreí y volví a mirar a aquella chica. Esa chica por la he esperado tanto tiempo. Simplemente, era increíble volver a verla.
Me levanté de mi asiento. Nicolás me imitó. Caminamos hacia ella y nos paramos justo enfrente de la mesa.
-Hola Lali - saludó mi amigo.
Lali levantó la vista. Fue como si ella hubiese visitó un fantasma, pero la entendía completamente. Ver a la persona que te hizo tanto daño de repente, no se debe sentir del todo bien.
-Hola- pudo decir ella. Su mirada se concentraba en mí, me veía sorprendida.
-¿cómo has estado?- pregunté para no parecer un tonto.
-Bien- respondió casi en un susurro. Parecía como si ella quisiera llorar, pero algo se lo impedía.
Un chico de cabello rizado se acercó a Lali. Era Benjamín. Era el chico que había sido mi mejor amigo por mucho tiempo. Extrañamente, dejé de verlo el mismo día que Lali se fue a Atlanta.
-¿Prefieres desayunar aquí, o adentro?- susurró en su oído.
-Aquí está bien
El rizado levantó la vista, miró a Nicolás y luego a mí. Pide ver odio en sus ojos, seguramente Benjamín me odiaba por lo que le había hecho a Lali.
-¿Qué haces aquí?- me preguntó seriamente
-Venía a saludar
-¿A saludar? ¿Tan fácilmente te olvidaste de todo?
Ganas de golpear a Benjamín no me faltaron. Claro que no me había olvidado de todo, es más, no me olvidé de nada.
- Aún no lo olvido
-¿Y aún así vienes?
-Ya basta, Benjamín dijo Lali- ya no importa nos miró - siéntense
Era una mesa par cuatro. Me senté en frente de Lali y Nicolás al frente de Benjamín.
Le avisé a la mesera que nos habíamos cambiado de mesa y ella nos trajo un café para cada uno.
-Hace mucho tiempo que no te veo, Benjamín ¿Dónde estas viviendo?- preguntó Nicolás. Entre ellos estaba más que bien.
-Estabamos viviendo en Atlanta, pero decidimos volver. Aquí nos gusta más.
-¿Estabamos?
Benjamín me miró con cara de ganador.
-Sí Lali y yo ¿cierto amor?- Lali asintió
¿Amor? ¿De qué me perdí? ¿Benjamín y Lali están juntos?
Pude notar como Nico miraba a Lali de pies a cabeza. Él estaba a su lado, pero no la miraba con perversidad, la miraba extrañado y asustado. ¿Qué tenía Lali para que Nico la mirara así?
Charlamos un rato, bueno, en realidad debería decir "Nicolás y Benjamín charlaron un rato" ya que Lali y yo no podíamos hablar, al menos yo no sabía que decir.
-¡Lali!- se escuchó gritar a una vos femenina.
Era Eugenia. Una amiga de toda la vida. Piel blanca, ojos verdes, brillantes y lentes que la hacían ver muy tierna, eran las cosas que la caracterizaban. Ella también conocía a Lali y me odiaba por haberle hecho lo que le hice. Si tan solo ellas supieran lo arrepentido que estoy y lo que daría por volver a esa fecha, ese maldito día en el que la engañé.
Eugenia se acercó a nosotros. Venía con unas cuatro bolsas de tiendas de ropa. Besó a Nicolás en los labios luego a Benjamín, pero en la mejilla. Ni siquiera esperé a que ella me saludara a mí, ya que sabía que no lo haría.
Luego fue hacia Lali y le besó la mejilla, para luego abrazarla. Una sonrisa se formó en el rostro de la chica, extrañaba sus sonrisas.
-¡No puedo creer que estén aquí!- la miró y luego a Benjamín.
Trajo hacia nuestra mesa una silla que sobraba de las otra mesas vacías y se sentó entre Lali y Nicolás.
-Ya no puedo creer que al fin te hayas animado a decirle a Nico lo loca que estabas por él- dijo Lali, Eugenia río.
-¿Están juntos?
Benjamín tomó la mano de Lali y la entrelazó con la suya.
-Sí, estamos juntos.
-Que bueno Benjamín es un buen chico nunca te lastimaría- sí sentí la indirecta.
Eugenia también miro a Lali de pies a cabeza. Una sonrisa gigante se formo en su rostro.
-¡Los felicitó!- abrazó a Lali delicadamente - ¿De cuantos meses estás?.
¿De cuántos meses?
Esa preguntan se me hace conocida, pero no. No puede ser. Esa pregunta se les hace a las embarazadas y es imposible que Lali lo esté. Me di cuenta que no la había visto bien, ya que ella estaba sentada.
-De siete- dijo y sonrió.
-¿De siete, qué? - pregunté.
Lali calló, dejando a Benjamín responder.
-Lali está embarazada, Peter - sonrió como si hubiera ganado un premio - Estamos esperando un hijo.
Clavé mis uñas en las palmas de mi mano, para no desmayarme. ¿Lali embarazada de Benjamín?.
***, no me podía sentir peor. Sin nada que decir, me levanté de la silla en la que estaba. Dediqué una mirada muy detenida al cuerpo de Lali y al notar que era cierto, corrí hacia mi auto.
Manejé hacia mi casa. Las lágrimas ni me tardaron en salir. En ese momento me di cuenta de que por más arrepentido que esté, Lali ya no era mía, y por más de que en mi mente me imaginé que aun estoy con ella no es así. No podré volver a diciembre nunca, aunque quiera. Ahora Lali está esperando un hijo de Benjamín, de mi ex mejor amigo y es deprimente pero tengo que aceptarlo, porque no puedo cambiar eso.
Me cuesta mucho aceptarlo, pero la perdí...la perdí para siempre.
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Ligeramente Embarazada ( Laliter )
RandomÉl jugó con ella...la embarazó...la dejó...se arrepintió...cambió. Ella lo amaba...lloraba...lo volvió a ver...algo cambió... Pero nunca lo dejó de amar.