Esta es mi primera obra, espero que les guste y si es así por favor voten y comenten.
Alexandra Vellutuni, la hija invencible de uno de los grupos más fuertes de Europa.
La llegada de los cazadores provocó que su familia la enviase lejos de ahí a u...
Con rapidez me cambie a la ropa de antes y después fui directamente al estacionamiento de la escuela. Las clases aún no terminaban pero no podía seguir ahí ni un segundo más. Antes de llegar a mi auto sentí la presencia de Aaron acercarse a mí.
-¿A dónde vas?- me preguntó mientras caminaba detrás mía.
-A casa, no puedo seguir aquí.-dije y este me detuvo con su mano provocando que me girara a verlo.
-sí que puedes, solo que no quieres- afirmó mirándome a los ojos, otro escalofrío recorrió mi espalda.
-Tienes razón no quiero.- afirme de golpe un tanto desesperada.- Yo no pertenezco a este mundo en donde todos se preocupan por cosas tan estupidas... estoy harta- dije y me solté de su agarre.-Aprecio que te preocupes por mí Aaron, pero no necesito a alguien que lo haga- dije y subí a mi auto para después arrancar a toda prisa hacia casa.
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//////////////////////////////////////////// Había hablado con mi madre, ya faltaban pocas semanas para que llegara Navidad. Y eso quería decir que el semestre para mí terminaría finalmente... no sé ni porque me preocupaba tanto por qué me tocara con alguno de los licántropos o vampiros.
Me relajo bastante hablar con ella, regresaba a la realidad de quién era yo. Yo no era como las otras chicas del instituto, ellas se preocupaban por tener al mejor novio, tener popularidad, o incluso tener la mejor ropa... A mí me daba igual todo eso.
Deje el teléfono sobre la cama y me metí a la ducha ... Lo necesitaba.
Después de salir de la ducha me cambie a un suéter y un pants, afuera llovía con fuerza y había fuertes truenos. Me recosté sobre la cama y puse música que sabía me calmaría, cerré los ojos y decidí descansar durante unas cuantas horas.
Alexandra se había molestado bastante en la clase de educación física, por lo visto Hannah no le agradaba para nada.
Había hablado con ella antes de que se fuese a toda prisa en su auto... ella no estaba acostumbrada a convivir con humanos, más que de los que se alimentaba.
Vi cómo se alejaba a toda prisa en su Audi, ella tenía carácter... A alguien normal lo alejaria, pero a mí me daba curiosidad de saber más a fondo de ella.
-¿Qué te dijo?- me preguntó Caleb en cuanto llegue a la penúltima clase.
-Esta harta de este lugar y no quiere que me preocupe por ella- conteste sin mostrar emoción alguna.
-Bastante directa- dijo Caleb.
-Lo sé- dije reprimiendo una sonrisa.
Para mi gran alivio las clases se habían pasado con gran rapidez, en ninguna de las clases preste atención, pues tan solo pensaba en lo que Alexa sea podría estar haciendo.
Salí de la última clase y camine por los pasillos sintiendo las miradas de las chicas sobre mi, como siempre ignore las miradas y salí del instituto.
En cuanto salí vi a muchos correr hasta sus autos y uno que otro cayendo al suelo por haberse resbalado.
Caleb y Dante llegaron a mi lado y caminamos hacia nuestros autos, los cuales estaban debajo de un techo. Mire a los lados encontrándome con Zac y sus amigos poniéndose los cascos de sus motos, antes de que Zac se lo pusiese me miro con una sonrisa incrédula.
-Alexandra será mía- dijo sabiendo que lo escuchaba y se puso el casco, gruñi y con mala gana me subí a mi auto.
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Alexandra P.D.V
Los dos dias habían pasado, era hora de regresar al estupido instituto. Estaba tan harta que no me importó siquiera llegar tarde...
Llegue al instituto y deje algunas cosas en mi casillero, sin importarme nada entre al aula de matemáticas y me senté en una de las mesa justo al lado de la venta, afuera estaba el bosque y las hojas caían de los árboles.... me encantaría estar ahí.
El maestro entro al salón seguido del sonido de la campana y los estudiantes. La clase comenzó y lo único que hice fue hacer garabatos sin sentido alguno en las hojas de mis cuadernos.
La clase termino y fui a la siguiente, y después a la siguiente y así me fui durante todo el día hasta que llegó receso. Camine hacia la cafetería y en cuanto entre me senté en la primera mesa que vi vacía. Coloque los auriculares en mi teléfono y me cruce de brazos y me recargue sobre estos mientras escuchaba twenty eight de The Weeknd.
-¿Estás bien?- escuché que alguien me decía.
-Si- asentí y escuche como se sentaba junto a mí-no es por ser grosera pero de verdad que no quiero que nadie se siente conmigo- dije y levante la vista encontrándome con Demian, parpadeé varias veces un poco sorprendida pues no me lo esperaba a el.
-Oh, lo lamento- dijo y antes de que se levantase Zac llegó... rodé los ojos. Tan solo quería estar sola pues me sentía agobiada y con ganas de estrellarle una mesa a alguien.
-No tengo porque explicarte nada.- dije y me levante de golpe de la mesa-Con permiso.- dije y salí de la cafetería seguida por las miradas de confusión.
En cuanto sali de la cafeteria me encontre con el grupo de Hannah dirigiéndose hacia la cafetería.
-Oh miren-dijo ella con una sonrisa-Es la friki- dijo provocando risas en sus amigas. Pase de ella y continúe con mi camino pero esta se interpuso y golpee su hombro.
-No tengo ganas de lidiar contigo ahora - dije simulando quitarme algo del hombro.
-Mira zorra, no te metas conmigo porque mis padres son...- la interrumpí.
-No me interesa- dije agobiada y poniendo una mano frente a mí de forma en la que parara de hablar.
-Estoy segura de que eres menos que mi familia- dijo ella y sus amigos sonrieron, la música aun retumbaba en mis oídos y mis ganas de destrozarla aumentaban.
-¿Menos que? ¿Menos superficial?. Claro.- dije con burla.- Quizás esa vez que te golpeé no fui lo suficientemente fuerte como para arreglarte el cerebro que tienes.- dije y me aleje de ahí sin siquiera poner atención a lo que está me contestaba.
