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Logré rastrear el aroma de Alexandra pero al hacerlo me percaté de que también había demonios y vampiros cerca del área.

-Maldita sea.- dije molesto y con un gruñido. Los chicos y yo caminamos con rapidez por el bosque en busca de Alexandra, los tres estábamos atentos a cualquier cosa y nuestro sentidos se agudizaron.

-Aaron relájate, tu enojo y preocupación mezclados a la vez también nos pones mal a nosotros.- dijo Caleb mientras apresuraba su paso.

-Solo encontrémosla.- dije con un gruñido-Démonos prisa.- dije y continuamos con nuestro camino.

A la distancia escuchamos a los demonios correr con velocidad y nos apresuramos. Entre los árboles pude ver a más de diez... ¿en dónde estás Alexandra? Me pregunté mientras mis ansias aumentaban, a mi alrededor todo comenzó a ser borroso y me desesperé soltando un gran gruñido.

-No te alteres.- comenzó a decir Dante mientras se acercaba a mi con rapidez.- La vamos a encontrar.-

-Deben de estarla siguiendo.- dijo Caleb y corrió siguiendo a los demonios. Respire con fuerza y le seguimos.
Los demonios habían ido por otro sitio ya que habían llegado a un barranco...

-Esta ahí.- dije con seguridad.

Comenzamos a bajar con cuidado y rapidez y justo ahí se encontraba Alexandra tirada en su forma humana, con la piel más blanca que la de un vampiro, y su cuerpo desnudo.
Rápidamente me agaché y tome mi chaqueta para ponérsela sobre su cuerpo.

-Debemos apresurarnos, los demonios siguen rondando por ahí.- dijo Dante mirando hacia arriba.
Cargue a Alexandra y caminamos con rapidez hacia el auto el cual se encontraba a unos cuantos metros.

-Vienen detrás de nosotros.- dijo Dante y me giré... Podía escucharlos.

-Apresuremonos.- dijo Caleb y sus ojos se volvieron amarillos.
En un par de segundos Zac y sus colegas habían aparecido con velocidad.

-¿Que le ha pasado?- preguntó Zac alterado mientras se acercaba a mi.

-Nos encargaremos de ella.- contestó Dante con un gruñido mientras le impedía El Paso.

-¿Está bien?- preguntó Zac preocupado y rodeó a Dante. 

-Retrocede.- dije con molestia y mostrando mis ojos grises mientras apegaba a Alexandra a mí, Zac en respuesta retrocedió. 

-No hay tiempo para que estén peleando.- dijo Caleb mirando detrás de nosotros en donde se podían ver a los demonios correr hacia nosotros.

-Nos encargaremos de ellos.- dijo Zac y sin esperar una respuesta de nuestra parte, corrió hacia los demonios seguido por sus dos colegas.

Llegamos al auto y Dante me abrió la puerta. -Tu maneja, yo me iré con ella- dije y Dante asintió.

Subimos al auto y al ya estar listos, Dante piso el acelerador con rapidez. Mientras íbamos a toda velocidad mire a Alexandra, seguía viva pero estaba sufriendo demasiado por aquel veneno que la daga le había producido. Apretaba mi brazo con su mano y soltaba ligeros gemidos de dolor, no pude evitar acercarla más a mi, y que nadie la tocase.

Llegamos a la mansión y corrimos dentro en busca de Stephanie. Todos nos miraban preocupados y la "enfermera" apareció con rapidez y en cuanto nos vio nos guió hacia su habitación en donde tenía todo su equipo.

-¿Qué sucedió?- preguntó alterada mientras sacaba con rapidez una manta.

-Fueron los demonios... iré a avisarle al alfa.- dijo Caleb y salió de la habitación.
Recosté a Alexandra en la cama y Dante y yo nos dimos vuelta para que la enfermera le tapase con la manta.

-El veneno se ha esparcido por más parte del cuerpo... esta...- dijo nerviosa y me giré de golpe para verla.

-¿Está que?- pregunté alterado y me acerqué a Alexandra.

-Esta alterando su sistema... mira eso- dijo señalando el brazo de Alexandra-Son sus venas...- Las venas se marcaban... pero estas se veían negras.

-Joder- dije molesto y apretando los puños. Dante llego a mi lado y me miró preocupado mientras tocaba mi hombro en forma de apoyo.

-Debemos de hacer algo rápido... o morirá- dijo ella y esas palabras fueron lo suficientemente cortas como para que me alterara de inmediato.
Me había alterado tanto que tuvieron que sacarme de la habitación. La enfermera estaba dentro tratando de sacar el veneno, intentó hacer lo que hizo conmigo pero el veneno ya había avanzado demasiado.

El alfa había conversado con Caleb el cual le explico lo que había sucedido. El alfa llamó a un grupo de brujas que podría ayudarnos a sanar a Alexandra.
Entraron a la habitación y las seguí dentro junto a Caleb y Dante. Alexandra seguía sobre la cama con la manta aún puesta.
Las brujas conversaron con Stephanie y después una se nos acercó.

-No es algo que quieran ver... por favor salgan de la habitación- dijo la bruja. Utilizaba varios collares y brazaletes un tanto extraños, tenía una pequeña luna tatuada en mejilla izquierda y sus ojos eran de un azul muy poco común. 

-Yo me quedaré.- dije con seguridad y sin pensarlo dos veces. 

-No, no querrás verlo.- dijo y gruñi.

Dante y Caleb me jalonearon fuera de la habitación y los mire molesto.-¿Qué les pasa?- pregunté empujándolos.

-Aaron, sabemos que no quieres verla sufrir. Así que porfavor cálmate y espera aquí.- dijo Dante y rodé los ojos.
Se escuchaban gritos por parte de Alexandra.
Muchos de la manada llegaron para ver qué sucedía y rápidamente fueron alejados por Dante y Caleb.

Sangre IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora