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La semana había pasado con demasiada rapidez, Aaron conversaba conmigo cada vez que veía. Dante y Caleb sonrieran divertidos mientras hablamos. A diferencia de Zac y sus amigos los cuales nos miraban con molestia, Zac trataba de hablar conmigo pero muchas veces no me estaba enfocada en el... si no que en Aaron. Todo lo que Aaron me decía me lo memorizaba con detalle... no le gustaba estar en lugares calientes como la playa... prefería el invierno y estar rodeado por una brisa fría, por eso había venido a Rosewood.

Era viernes y los estudiantes estaban despidiéndose de sus amigos o pareja fuera de la escuela. Estaba recargada en mi auto mientras los miraba, tenía mis auriculares puestos totalmente ausente del sonido que había a mi alrededor. El cielo nublado y pequeñas gotas cayendo de este, la música triste de fondo y ver a algunos despedirse... que patético.

Trague en seco al recordar mi estancia en Inglaterra y los primeros meses de matanza para mí en los cuales tuve que hacer todo lo que mis padres me pedían... una catástrofe que definió quien sería yo por el resto de mi vida.

Ese recuerdo me pego de golpe, me con brusquedad y abrí la puerta de mi auto con mala cara. Entre con un tanto de torpeza y cerré la puerta con fuerza atrayendo unas cuantas miradas, encendí el auto y salí de ahí.

 Entre con un tanto de torpeza y cerré la puerta con fuerza atrayendo unas cuantas miradas, encendí el auto y salí de ahí

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Aaron P.D.V

Vi como sus músculos se tensaban, como su mandíbulas se apretaba, y vi sus ojos cristalinos. Estaba apunto de ir con ella, pero ella ya se había subió a su auto y con brusquedad salió a toda prisa del estacionamiento. Trague en seco y parpadeé varias veces mientras trataba de aclarar mis pensamientos.

Alexandra P.D.V

-Madre, me quedaré en Rosewood.- dije con seguridad.

-¿Estás segura?- me preguntó preocupada.

-Por supuesto, me quedaré todo el año- finalice con seriedad.

Hablar con mi madre no me tranquilizo en lo absoluto, así que salí de casa y me adentré en el bosque que estaba detrás y comencé a caminar sin rumbo alguno mientras que pensaba en alguna que otra cosa... 

 

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Sangre IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora