Qatar (Gas a fondo)

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Me levanté sobresaltada. Ostia p***, cómo odio el despertador. Aún era temprano para ir al circuito, así que me puse unos vaqueros cortos ajustados, una camiseta de tirantes negra con el 93 en rojo y blanco y mis vans negras. Bajé al comedor, desayuné y me propuse ir a visitar Doha.

En la puerta del hotel, me encontré con Álex que se ofreció a acompañarme, pero yo me negué ya que creí que no debía mezclar mi vida con el trabajo.

-Anda Ella, que no tengo nada que hacer hasta las cinco. Y sólo son las once menos cuarto.-Dijo Álex poniendo cara da cachorrito mojado.

Ella: -Solo, porque tu ya has estado aquí y no quiero perderme. Pero que sepas que tu cara no me conmueve ni un poquito.

Álex: -¿Ah sí? Pues a ver quién te va a hacer de guía turístico ahora, mona.

Ella: -¿Bipolaridad o sarcasmo? Conmigo no funciona ninguna de las dos. Y tranquilo, para mi suerte existe el GPS.

Álex: -¿Yo bipolar?¿Sarcástico? Por favor, jajajaja. Sí, existe el GPS, por suerte. Pero yo voy a ejercer de GPS para ti.

Ella: -¿Enserio estamos teniendo esta conversación? ¿Y perdiendo el tiempo? Mejor vámonos ya ¿no?.

Álex: -Sí sí. Vamos.

Álex llevaba una camiseta azul claro, como no, unos vaqueros oscuros y las zapatillas, de la marca que promociona Marc, a juego con la ropa. Estaba guapísimo sin el mono. El pelo, como casi siempre. Y no para de sonreír.

Esperad un momento, ¿desde cuándo me fijaba yo tanto en Álex? A ver que fuera mi piloto predilecto no significa que me tenga que gustar ¿O si? Será que...no no, no puede ser. No podía estar enamorándome de un...un imposible. Borra eso de tu mente Ella.

Si el destino estaba jugándomela, yo estaba dispuesta a ganarle la partida.

Álex y yo seguimos caminando por las calles transitadas de Doha. Me enseñó cosas y lugares extraños, pero bonitos. Efectivamente el destino estaba jugando conmigo, porque cada vez que él sonreía yo me derretía. Iba a ser una batalla dura, en la que solo sobrevivirá el más fuerte.

Paramos en un restaurante a almorzar. Allí hablamos de todo un poco. Todo lo que había pasado desde aquella comida en mi casa cuando me gradué en la universidad. Hasta que se hizo la hora de ir a Losail, el circuito.

***

Domingo, comienza la carrera de Moto3. Quartararo sale desde la pole escoltado por Kent y Oliveira.

Veinte vueltas que me parecieron una eternidad. Ganó Quartararo con autoridad encabezando carrera de principio a fin. Podio para Bastianini y Fenati.

En Moto2, el poleman era Rins. Por detrás Navarro y Álex Márquez. Mis ojos no creían lo que acababan de ver. Rins y Navarro se estaban peleando por la primera plaza del podio, cuando Navarro adelanta limpiamente a Rins, este intenta devolvérsela, pero se le cierra de delante y choca contra el otro piloto. Márquez observa tal acto venir en su dirección e intenta esquivar la moto de Rins que sigue en pista. Lo consigue, y a una curva tiene el cajón más alto del podio esperando para él. ¡Gana Márquez, gana Álex Márquez señoras y señores. Después de lo que acabamos de ver. Muchas felicidades Álex! Estaba tan feliz y ensimismada que no caí en la cuenta que debía preparar las cosas de Marc.

En cinco minutos, tenía ya el paraguas, la toalla fría y el agua fría también. Me dirigí a pie de pista. ¿Desde qué posición salía Marc? Segundo. Lorenzo le arrebató la pole ayer en el último segundo. Detrás, iba Aleix, Pol, Pedrosa, Rossi... Y allí, en el segundo puesto, se encontraba su moto. Me posicioné al lado izquierdo de ella y esperé a que Marc llegara del Box.

Cada Curva Decide...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora