¿Marc?¿Marc, eres tú?

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Notaba como alguien intentaba por todos los medios hacer que me levantara de la cama. ¿Cuántas jodidas horas había dormido para que me costase tanto? ¡Dios Santo!

Marc: -Ella, venga arriba bella durmiente. Vamos levanta.

Ella: -¿Qué pasa?¿Se está incendiado la casa o qué?- Dije desperezándome.

Álex: -Venga, que hoy vais a disfrutar de lo lindo.

Ella: -¿Álex?¿Se puede saber qué...?

Álex: -Calla calla, prepárate que nos vamos. Ah ah, preguntas luego que no hay tiempo.

Elena: -Venga hermanita, que yo te peino y te maquillo.

Ella: -Parece una procesión esto desde buena mañana.- Todos comenzaron a reírse. -¿Qué?

Todos: -Nada nada. No tardes.

Cuando todos salieron del cuarto de Marc, volví a ponerme mi ropa. Sí, tenía una camiseta y un pantalón de Marc, pero no penséis mal, aseguro que solo dormí abrazada a él, no pasó nada de nada. Y dormir con vaqueros no es nada cómodo.

Mientras fui al baño, me aseé e hice lo correspondiente, bajé a desayunar. ¿Dónde se habían metido todos? Ni siquiera los padres de los Márquez estaban por allí. Entonces me serví yo misma, taza de leche con cereales y una pieza de fruta. Ya sé ya se, no es estaba en mi casa, pero yo sin desayunar no soy persona.

Terminé, recogí lo que había tirado y empecé a llamar a los señoritos y a mi hermana. Pero...¿qué coño pasaba aquí? Se les iba a caer el pelo en cuanto les viera.

Decidí sentarme en el sofá y ponerme a stalkear por las redes sociales. Si por lo menos conociera bien Cervera, hubiera salido, pero no quería dar dos pasos y perderme. Mira que no es muy grande el pueblo, pero mujer precavida vale por dos.

Para cuando llegué a la conclusión de que ya me estaba aburriendo, solté el teléfono y fui a salir de la casa, alguien abrió la puerta justo en el momento en el que yo tenía la mano en el pomo de esta.

Roser: -¿Ella?

Ella: -Sí, ¿pasa algo?

Roser: -¿No has ido con los chicos?

Ella: -¿Con los chicos?¿A dónde? Si me han dicho que me preparase y cuando lo he hecho no había nadie.

Roser: -Ah no, nada, no sé nada. ¿Me ayudas con la comida?

Ella: -Ehh...sí sí.- La madre de Marc y Álex sabía algo, y yo me estaba oliendo que estaban tramando algo. Si no hace falta ir muy lejos para saber que es de genética eso de cambiar el tema de conversación tan rápido.

Roser y yo nos pusimos a la obra. Pollo al curry con patatas panaderas. Y estos tres sin aparecer para cuando terminamos de cocinar. El que sí había llegado era Julià, el papá Márquez.

Julià: -Amor meu, i els nois? (Cariño, ¿y los chicos?)

Roser: -No ho sé, però s'han oblidat d'algú aquí. (No lo sé, pero se han olvidado de alguien aquí).- A ver, estaban de coña y tal, pero cuando te dicen que hoy te lo vas a pasar de lo lindo, y luego te dejan allí, pues...Y no quiero decir que lo estuviera pasando mal, pero cómo disimulas ante tu...¿suegra? Porque mi sonrisa era evidente aparte del casi mosqueo que llevaba encima.

***

¿Os podéis imaginar lo que es pasar una tarde entera con tus supuestos suegros? Pues sí amigos, así fue y más les valía a Marc, Álex y Elena tener una muy buena excusa. Porque se iba a liar parda allí como no fuese así. A punto de anochecer y nada. Roser y Julià se fueron a casa de los abuelos de Marc y Álex. Entonces yo, ya al borde de un ataque, aproveché para coger lo poco que me había traído, y me fui en busca de un taxi. ¿Que para qué? Volver a mi casa.

Cada Curva Decide...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora