Protege tu corazón (Lauren y tu ; 2da temp ERDE)

Despertar a tu lado

La vibración de mi celular en el mueble de madera provocó que me despertara algo asustada. Estiré mi brazo y noté que era un mensaje de mi primo. Maldecí por dentro ya que era muy temprano aun.

Moví un poco mi cabeza y cualquier enojo que tenía desapareció al ver la belleza que tenía a mi lado. Mi cuerpo se encontraba boca arriba tapada con la sabana, pero sujetada a mí con su brazo izquierdo en mi abdomen y sus mechones de pelos cubriéndole el rostro se encontraba Lauren completamente dormida

Me puse también de costado frente a ella y con mi mano le retiré esos mechos, acaricié su mejilla con delicadeza y dejé escapar una sonrisa de mis labios. Ver sus muy suaves pecas, sus gruesas cejas que eran tan significativas en ella, sus reacciones faciales. Era perfecta, en cada perspectiva que la vieras. Incluso toda despeinada seguiría creyendo que es la mujer más hermosa que existe.

Deslizando mi pulgar por su mejilla hasta su mandíbula pude notar una sonrisa aparecer en su rostro.

-Buen día mi chica carácter- susurré

-Buen día- murmuró con su voz ronca mientras abría sus ojos lentamente y me dejaba ver esas hermosas perlas –Me alegra que no te hayas ido-

Me estiré para besar su nariz –No me perdería otra vez el verte despertar- susurré –Y dios que es perfecta esta imagen- dije mirándola con admiración para luego notar sus mejillas agarrando un tono rojizo.

Empujándome para quedar arriba mío me regalo unos suaves besos y se detuvo para observarme y luego ocultar su rostro en mi cuello. Mientras que por mi parte la abracé sintiendo nuestra piel en contacto.

Luego de unos minutos sentí sus labios en mi cuellos –Voy a bañarme, mis padres seguro ya se marcharon – se separó de mi provocándome frio al no sentir su calor y se levantó de la cama.

-Bien- dije sonriéndole. Seguí su figura sin vergüenza, apreciando su hermoso cuerpo. No podía creer que ella fuera mía.

-Mis ojos están arriba- me observó riendo pero con sus mejillas rojas

Cuando se encerró en su baño, me quedé en la cama abrazada a su almohada. Olía tan perfecto, tan a ella, pero ahora mi perfume también estaba impregnado. Sentía mi corazón completo en ese momento, me daba cuenta que estaba locamente enamorada de ella.

Escuchando como la canilla se abría supuse que se daría un baño en bañera llena. Mi mente jugó sucio conmigo y me imagiée la imagen de ella desnuda en la tina provocándome curiosidad y ansias.

Lo pensé unos segundos pero dejé que mis ganas me llevaran y entré al cuarto baño llevándome su mirada de sorpresa.

-¿Qué haces?- dijo con una sonrisa divertida ya metida en la bañera. Esto era mejor de lo que me había imaginado, era la escena más jodidamente sexi de mi vida. No pronuncié una sola palabra, simplemente me acerqué a la otra punta donde llegaban sus pies y me metí al agua. Nuestros ojos no se quitaban de la otra logrando carcomerme por dentro.

-Esta hermosa- susurré por el agua mientras me sentaba entre sus piernas. Tomé una de ellas y comencé a hacerle masajes mientras escuchaba como la ojos verdes comenzaba respirar más pesadamente -¿Te gusta?-.

-¿Te estas vengando?-

-La venganza es mala- dije divertida mientras mi mano iba acariciando cada vez más arriba y como ya no llegaba a más, comencé a acercarme a ella lentamente. Sus ojos estaban cerrados y sus manos estaban a cada lado del borde, apretando el mármol con fuerza.