Descontrol

4K 270 79
                                    



Luego del gran y exhausto tour que tuvimos por América latina y Japón habíamos regresado cada una a sus hogares para unas merecidas cortas vacaciones. Estos días de descanso lo teníamos que aprovechar para descansar y reponer las energías que el próximo tour en USA nos iba a quitar.

Estaba exhausta, ya que mis ganas en seguir eran bajas en estos días.

Las chicas estuvieron al cien por ciento para mí, pero no era suficiente. Mi vida se había descompensando y mi estómago lo sentía. Cada vez que veía un plato de comida se serraba y si me obligaban a comer no tardaba nada en devolverlo.

Los harmonizers recompensaban un poco, los conciertos eran sumamente eufóricos, llenos de energías como todo lo latino. Pero cuando acababa me encerraba en el camerino en el silencio eterno, aquel silencio que le daba guerra a mi alma.

Mi situación física estaba llegando a las voces de todo el mundo, le daba de que hablar a todas las revistas y noticieros de chismes. Los fans comenzaron a preocuparse y hacer cientos de hashtag para saber lo que en verdad pasaba ya que nadie creía que era de cansancio por los constantes viajes. Otros me juzgaban como siempre y me llamaban anoréxica.

Cuando lo que tenía simplemente era una gran depresión.

No era solamente la ausencia de ____ en mi vida, que no era poco porque ella complementaba mi alma. Era la injusticia, las cadenas que tenía mi madre sobre mí. La falta de libertad y felicidad que ella me quitaba.

Como último día, mi valija ya estaba lista para ir a la primera ciudad del tour. A pesar de que estos días no alcanzaron para recuperar mis energías, no podía quejarme, esto era lo que quería en mi vida. Era lo que cada una de nosotras quería y por respeto a mis amigas debía aguantar.

Unas voces fuertes llaman mi atención. Provenientes de la cocina, mi padre y mi madre estaban discutiendo con bastante gravedad. Bajé las escaleras escuchando su conversación mientras agradecía que tay y Chris no estuvieran para escucharlos.

-¡Por dios Clara! ¿Qué ella no te importa?-

-¡Claro que me importa! Por eso hago esto-

-No, estas demostrando lo contrario. ¿Qué acaso no la ves? Admite que no te importa su felicidad sino su imagen-

-¡Que no es así!-

-¡Ya basta!- grité llegando a ellas, callándolos y recibiendo sus miradas –Ya me quedó claro que mi intento de ser feliz ha arruinado la familia, gracias-

Me retiré de mi casa para caminar sobre las calles de Miami. No hacia demasiado frio, pero mis escalofríos por la resiente escena logró que me estremeciera.

Me sentía tan sola.

Llegando a la playa recordé aquel día que mi madre invitó a ____ a venir con nosotros. Ella me había traído en su espalda, mientras yo en vez de disfrutar del paisaje, lo hacía con su perfume, de sus respiraciones y su contacto con mi piel.

Teniéndola a ella no necesitaba nada más. Sus brazos me protegían, su sonrisa me daba felicidad, sus ojos me atrapaban. Jamás me aburría, y por sobre todo me sentía amada.

Mis ojos comenzaron a arder. Pero no quería llorar, haciendo aparecer un dolor en la parte trasera de mi cabeza demasiado intenso.

La dificultad de ver ahora con claridad me preocupó. Por lo tanto opté por sentarme y tratar de relajarme, pero era imposible. El dolor y los mareos se hicieron más presentes, todo a mí alrededor comenzó a moverse.

-¿Lauren?- dijo una voz conocida, Lucy, gracias a dios

-No me siento bien- susurré sosteniéndome la frente y tenté en caerme de la banca cuando Lucy me tomó de los brazos

Protege tu corazón (Lauren y tu ; 2da temp ERDE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora